Un ataque con drones paraliza el segundo mayor aeropuerto de Reino Unido
Se han suspendido 240 vuelos
El aeropuerto londinense de Gatwick, el segundo del Reino Unido después de Heathrow, vive hoy una situación de caos después de que la aparición de dos drones cerca de la pista obligara a suspender los despegues y aterrizajes, lo que ha afectado a miles de pasajeros y más de 240 vuelos.
El aeródromo, ubicado a las afueras de Londres y por el que pasan más de 32 millones de personas al año, tenía programados para hoy 765 vuelos y se esperaban 110.000 pasajeros, precisó a Efe una portavoz de la terminal aérea.
El caos empezó anoche después de las 21.00 horas GMT al observarse la presencia de estas naves operadas por control remoto en las proximidades de la pista y volvieron a ser vistas esta mañana, un incidente calificado de "deliberado" por la Policía británica.
Numerosos vuelos fueron desviados a otros aeropuertos del Reino Unido y también a los de París y Amsterdam, mientras que las aerolíneas han pedido a los pasajeros que no vayan a Gatwick. La terminal aérea, no obstante, confía en que la pista pueda reabrir después de las 16.00 GMT de hoy.
"La pista del aeropuerto de Gatwick no está aún disponible debido al avistamiento de drones. Hemos aconsejado a todas las aerolíneas que cancelen los vuelos hasta al menos las 4 de la tarde (GMT), mientras se mantiene la situación bajo constante revisión", señaló el aeropuerto en un comunicado.
El superintendente de la Policía de Sussex (sur de Inglaterra), Justin Burtenshaw, dijo que unas 6.000 personas que tenían previsto llegar anoche a Gatwick lo hicieron a otras terminales del Reino Unido después de que sus vuelos fuesen desviados. Además, "otras 2.000 personas no despegaron de sus aeropuertos de origen y había otras 2.000 personas aquí (en Gatwick) que no volaron a sus destinos", añadió Burtenshaw.
Las fuerzas del orden de los condados de Surrey y Sussex prosiguen hoy la búsqueda del piloto o pilotos que operan estos vehículos a fin de impedir que sigan en el aire. En el Reino Unido, el uso de estos aparatos cerca de las terminales aéreas está penado con hasta cinco años de cárcel.
En su cuenta de la red social Twitter, la Policía de Sussex manifestó hoy que los modelos de estos drones serían industriales. Burtenshaw calificó el trabajo para localizar a los responsables de "minucioso", "difícil" y de "desafío".
"Cada vez que tratamos de llegar cerca del operador, el dron desaparece. Cuando vemos si reabrimos la pista, el dron vuelve a aparecer. Estoy totalmente convencido de que es un acto deliberado para interrumpir el aeropuerto de Gatwick", afirmó. Según las fuerzas del orden, "no hay absolutamente ninguna indicación que sugiera que está actividad esté relacionada con el terrorismo".
El responsable de Seguridad Aérea de la Asociación Británica de Pilotos Aéreos (BALPA, en inglés), Rob Hunter, señaló que la gente debe entender que estos aparatos no son solo unos juguetes y pueden tener "consecuencias catastróficas" si chocan contra un avión.
Según informó el aeropuerto, los aterrizajes y los despegues de aviones fueron suspendidos a las 21.00 GMT del miércoles después de que se avistaran dos drones cerca de la pista, aunque ésta reabrió por apenas unos 45 minutos en la madrugada de hoy.
La Asociación Europea de Aerolíneas Regionales (ERA, acrónimo en inglés), que representa a la industria de la aviación, pidió una regulación de seguridad "más fuerte" de los drones. La ERA, con sede en Inglaterra, señaló en un comunicado que es necesario tomar medidas para que estos vehículos dirigidos por control remoto no puedan llegar hasta aeropuertos o aviones.
En su nota, la ERA señala que el uso de drones en un medio ambiente regulado tiene amplios beneficios comerciales, pero su control por parte de personas con poco conocimiento de la seguridad de los aeropuertos puede provocar una gran alteración de las terminales y suponer una amenaza para la seguridad de los aviones.
"Es ahora una prioridad reforzar las leyes y crear más amplias zonas de exclusión aérea alrededor de los aeropuertos", reclamó la directora general de ERA, Montserrat Barriga.