Alcohol y embutidos, lo que más roban los españoles en el súper
Las sustracciones generan una pérdida de 1.800 millones de euros anuales El 20% de los hurtos los realizan los propios empleados
La patronal del gran consumo y la distribución, Aecoc, ha presentado hoy el estudio “La pérdida en la gran distribución comercial 2018”, que ha elaborado en colaboración con EY, en el que cuantifica lo que dejan de ingresar los operadores de la distribución por hurtos o por errores de gestión.
Según el estudio, que ha contado con la participación de empresas de alimentación y bebidas, textil, ferretería y bazar, perfumería y electrónica, en 2017 esta pérdida desconocida se elevó a 1.799 millones de euros, de los cuales el 78% pertenecen a hurtos y el 22% restante a errores de gestión, que suelen generarse en los procesos de preparación y entrega de documentación, y por errores en la fijación de precios. Esta cantidad representa el 0.81% de sus ventas, por el 0,82% que alcanzó en el año anterior.
En el capítulo de hurtos, el 58% fueron realizados por los propios clientes y el 20% por parte de empleados directos o relacionadas laboralmente con la empresa. El estudio de EY y AECOC detecta un aumento del hurto realizado por bandas organizadas.
Los productos más sustraídos son las bebidas alcohólicas, con una diferencia importante con el resto. El 93% de las empresas consultadas las menciona como productos que sufren robos dentro de su organización; por el 80% de la charcutería. Snacks y conservas son los siguientes en este ranking particular, detectados por el 40% de las compañías.
En electrónica, los accesorios son los más sustraídos, seguidos por teléfonos y tablets. En lo que respecta a productos textiles, la ropa de adulto lidera el ranking, y las empresas de ferretería consultadas reconocen robos de herramientas. Entre los cosméticos, los productos de maquillaje son los más sustraídos, seguidos de perfumería y cremas.
Según el estudio, los productos más novedosos y los de uso cotidiano por los que no se está dispuesto a pagar son los que tienen más probabilidades de ser hurtados, con el principal objetivo de ser revendidos.
El estudio ha sido presentado en el 21º Congreso AECOC de Prevención de la Pérdida, que reúne a 150 profesionales de las áreas de seguridad y prevención de la pérdida, y también incluye un análisis sobre el impacto que el análisis de datos puede tener en la reducción de estas cantidades, si se utiliza para identificar potenciales indicios de pérdida ya sea en forma de transacciones sospechosas o irregulares, vulnerabilidades, incumplimiento normativo o patrones de comportamiento anómalo. Dos tercios de las empresas de gran consumo cuentan desde hace años con estos sistemas de análisis y otro 14% asegura que los implementará en el medio plazo, según el estudio.
Iñigo Sebastián de Erice, socio de EY del área de Forensic and Integrity Services, ha asegurado durante el encuentro que el análisis de datos "requiere un enorme esfuerzo para la extracción, tratamiento y depuración de la información que muchas veces está en aplicativos de gestión inconexos". A su juicio, los siguientes pasos que deben darse en la aplicación de estos sistemas pasan por procesar los datos de una forma más sofisticada y eficiente "para establecer modelos más maduros que permitan destinar más tiempo al análisis y la toma de decisión”.