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Guerra de etiquetas en la alimentación: Sanidad aplicará una diferente a la de los grandes fabricantes

Aprobará un semáforo de colores que identificará a los alimentos de mayor y menor calidad nutricional Coca-Cola, Nestlé, Unilever, Mondelez y Pepsico presentaron su propia etiqueta la semana pasada

Arriba, el sistema Nutri-Score, que aplicará el gobierno español. Debajo, la propuesta de cinco grandes fabricantes, la etiqueta ENL.
Arriba, el sistema Nutri-Score, que aplicará el gobierno español. Debajo, la propuesta de cinco grandes fabricantes, la etiqueta ENL.

Este se basará en el modelo Nutri-Score, ya aprobado en Francia y en curso en Portugal y Bélgica, consistente en un semáforo de cinco colores: verde, verde pistacho, amarillo, naranja y rojo, para identificar los alimentos más saludables. Los verdes serán los de mayor calidad, y los rojos, los menos saludables. Para definir el color, el sistema toma en cuenta aspectos como el contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías o proteínas de los alimentos por cada 100 gramos.

“Esta información permitirá que la ciudadanía pueda comparar con otros productos semejantes de forma sencilla y tomar una decisión informada y motivada para seguir una dieta más saludable”, ha señalado Carcedo esta mañana, en la entrega de los XI Premios NAOS. "El actual etiquetado nutricional, aunque ha sido un avance muy importante, no es suficiente, ya que resulta complejo de entender", ha resaltado la ministra en declaraciones recogidas por Europa Press.

Carcedo ha explicado que se ha optado este modelo frente a otros “que no han sido implantados por las administraciones, no cumplen los objetivos de promover la elección más saludable e incluso pueden resultar confusos para el consumidor. Por eso, no están apoyados por las sociedades científicas y los profesionales”.

La semana pasada, cinco de los grandes fabricantes del sector de la alimentación y bebidas a nivel mundial, Coca-Cola, Nestlé, Unilever, Mondelez y Pepsico, presentaron su propia etiqueta nutricional que incorporarán a sus productos europeos. En su caso, han optado por el llamado etiquetado nutricional evolucionado (ENL por sus siglas en inglés), que incorpora un código de tres colores, verde, amarillo y rojo, que se aplican a cuatro nutrientes: grasas, grasas saturadas, azúcares y sal. Además, no toma como cantidad de referencia los 100 gramos del Nutri-Score, sino una porción. Según explicaron las empresas impulsoras, un comité de científicos independientes de cinco universidades europeas han trabajado en definir los tamaños de porción real en 11 categorías de producto: cereales de desayuno, pasteles, queso, chocolate, helado, margarina, mayonesa, snacks salados, golosinas, cremas para untar/confituras y galletas dulces.

El objetivo de estas empresas era probar el modelo durante el próximo año y medio y, en 2020, analizar los resultados para "contribuir al debate sobre un sistema de etiquetado nutricional único, coherente y significativo en toda Europa, de conformidad con la normativa vigente de la UE, como es el caso de ENL".

La Unión Europea abrió el debate sobre el etiquetado nutricional de los productos de alimentación y bebidas el pasado mes de abril, con la participación de gobiernos, empresas y entidades como la Organización Mundial de la Salud. El objetivo es definir una nueva legislación que ayude a frenar la obesidad y el consumo de determinados alimentos, que deberá entrar en vigor a partir del 1 de abril de 2020.

Más medidas

En este sentido, la ministra de Sanidad española también ha avanzado otras medidas como la reforma del actual Código PAOS, en el que la industria se autorregula con respecto a la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a menores de 15 años. La intención es limitar la publicidad de los alimentos con perfiles nutricionales menos saludables para niños

"Existe evidencia de que la publicidad influye en las preferencias, compras y en los comportamientos de niños y adolescentes respecto a los alimentos y bebidas. Constituyen un grupo muy vulnerable a la publicidad, que está especialmente expuesto. Es censurable que se aproveche su especial vulnerabilidad para conseguir beneficios económicos", ha resaltado Carcedo, tal y como recoge Europa Press.

"La actual autorregulación es claramente insuficiente. Tiene carencias. Hay que darle un impulso", ha zanjado la ministra, que a continuación ha advertido de que, si estas estrategias de autorregulación de la industria no cumplen con los objetivos del Ministerio, están abiertos a aplicar

un modelo más restrictivo y vinculante.

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