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José Sevilla: "Tiene sentido" esperar a que suba Bankia para privatizarla

El mercado ha recibido negativamente sus resultados que se desploman en Bolsa La entidad afirma que el margen de intereses ha tocado fondo y ahora empezará a mejorar

José Sevilla, consejero delegado de Bankia
José Sevilla, consejero delegado de BankiaPablo Monge

Bankia no levanta cabeza. Sus acciones llegaron a caer ayer hasta un 5% para cerrar con un descenso del 2,9%. Este desplome es la respuesta del mercado a su cuenta de resultados de enero a septiembre, pese a que sus beneficios de 744 millones de euros, con un ligero aumento del 0,6% (con la integración de BMN), estaban en línea con las previsiones de los analistas; pero la evolución de su margen de intereses no gustó a los expertos.

El margen de intereses (la diferencia entre lo que cobra el banco por prestar dinero y el coste de su financiación) subió solo un 4,8% en el trimestre en relación al año pasado hasta 495 millones (el mercado esperaba 508,9 millones), pese al aumento de perímetro. En nueve meses este capítulo mejoró un 5,1%, pero la entidad explica que a perímetro constante, es decir, incluyendo a BMN todo 2017, habría caído un 10%.

Resultados de Bankia en los nueve primeros meses del año

La respuesta del mercado a los resultados de Bankia ha sido diferente a la que ofreció a los títulos de Banco Sabadell, cuyos resultados, a pesar de caer un 56%, fueron premiados con una subida del 4%. 

El retraso en la política del Banco Central Europeo en la subida de los tipos de interés hasta previsiblemente el próximo verano han condenado a Bankia a retrasar parte de sus expectativas de crecimiento y alza de su cotización, ya que es el banco español, dentro del grupo de los grandes, más expuesto a unos tipos de interés negativos o bajos, como siempre han repetido sus directivos y analistas.

La respuesta del mercado confirma lo que parece ya un hecho, habrá que esperar mejores momentos para su privatización, por lo que no sería extraño que en los próximos meses el Gobierno volviera a retrasar la fecha para colocar todas sus acciones en el mercado, lo que debería suceder a finales de 2019, si no se modifica el calendario.

La estrategia de esperar a que mejore el mercado y suba el precio de la acción para acometer la privatización de la entidad “tiene sentido”, admitió el consejero delegado de Bankia, José Sevilla. “Nosotros lo que tenemos que hacer es generar el mayor valor para su privatización”, añadió Sevilla.

El número dos del banco confianza en que los mayores beneficios que se presentarán en los próximos trimestres dentro de su plan estratégico redunden en el incremento del precio de los títulos.

“Si somos capaces de esperar a la entrega de beneficios redundará en un precio más adecuado”, indicó Sevilla durante la presentación de resultados de la entidad.

La insatisfactoria evolución del margen de intereses, que el director financiero del banco, Leopoldo Alvear, defendió que ya ha tocado suelo y volverá a crecer en los próximos meses, ha sido el principal detonante que no ha gustado a los analistas.

Este castigo ahonda la ya abultada caída de los últimos meses en el que las fuertes posiciones los inversores bajistas han puesto ahora sus ojos. En el año pierde casi un 30% de su valor bursátil. Sevilla reconoció que es difícil entender la estrategia de los inversores que apuestan a que el valor caiga con posiciones a corto, aunque intuyó que obedece a que se ha retrasado en un año la expectativa de subidas de tipos en Europa y nadie espera que el BCE los eleve hasta el verano de 2019.

Para la propia entidad dicha situación es un contratiempo porque elaboró el plan estratégico 2018-2020 bajo otras expectativas y “es como si todo se hubiese retrasado 12 meses”, se quejó Sevilla, aunque matizó que el banco va adelantado en varios objetivos de la hoja de ruta, como el ajuste en costes, ya que el ERE que tiene en marcha finalizará un año antes, en concreto este mes de noviembre, con la salida de unos 2.000 empleados, por ello esta partida crece un 24% en el año, hasta 1.272 millones, y un 21,8% en el trimestre, como consecuencia de la integración con BMN, pero en términos homogéneos (teniendo en cuenta BMN) cayeron un 2,9%.

Sus activos improductivos también descendieron por encima de lo previsto en el plan estratégico. Sus ingresos por comisiones aumentaron un 25,8% (un 3,1% sumando BMN), también mejoran más de lo estimado. Pese a la debilidad de sus márgenes, y una rentabilidad del 7,9% (no cubre el coste de capital, y aún lejos del objetivo del 11%), Bankia no prevé cambiar su plan estratégico.

Las provisiones se redujeron un 0,3%, hasta 334 millones, mientras que los activos dudosos disminuyeron en 1.755 millones, al igual que el saldo de adjudicados (561 millones menos). La tasa de morosidad se redujo al 7,8%, según Bankia. Sus recursos de clientes mejoraron en más de 1.200 millones, gracias a los fondos de inversión y los planes de pensiones. En cuanto a sus nuevos créditos, el banco aumentó un 4,7% la formalización de hipotecas, hasta 2.047, un 9,8% la concesión de préstamos al consumo y un 3% el de empresas.

Según el director financiero, el signo inversor cambia de forma drástica cuando en julio se evapora la confianza en alzas tempranas de tipos y provoca una “retirada de fondos del sector financiero” a la que se ha sumado después la incertidumbre creada por el Tribunal Supremo al decidir imputar los gastos de actos jurídicos documentados (AJD) en hipotecas a la banca, y no al cliente que los asumía desde 1995.

Como otras entidades, Bankia dejo en el aire cuánto podría repercutir en el precio de una hipoteca si finalmente los bancos tienen que pagar el impuesto AJD. Aunque Sevilla admitió que su repercusión dependerá de la competencia del sector.

También reconoció que Bankia está notando “un cierto” retraso en la firma de hipotecas, algo “razonable” teniendo en cuenta el “ruido y la inseguridad” generada.

Sevilla pidió que el fallo del Supremo sea claro y confía en que no haya retroactividad sobre el impuesto AJD.

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