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Iberdrola se afianza en Alemania con inversiones de 2.500 millones en eólica marina

Inaugura el parque de Wikinger, en el Mar Báltico, al que ha destinado 1.400 millones La compañía tiene en marcha otros dos proyectos en la misma área, con los que sumará 836 MW

Parque eólico Wikinger
Parque eólico Wikinger
Carmen Monforte

Iberdrola ha inaugurado esta mañana su primer parque eólico marino en Alemania y el primero que opera en solitario, el de Wikinger, en el Mar Báltico. A 70 kilómetros de la isla de Rügen, la instalación cuenta con una potencia de 350 MW (70 aerogeneradores de 5 MW cada uno) y en ella la compañía española ha invertido 1.400 millones de euros.

Wikinger, que fue conectado a la red eléctrica alemana en diciembre pasado, fue una concesión que Iberdrola adquirió en su día y por cuya producción recibirá un precio regulado de 190 euros MWh (el precio del mercado alemán ronda los 60 MWh) durante 11 años y medio. Además, en abril, la compañía se adjudicó mediante subasta otros dos proyectos eólicos marinos en el país: el de Baltic Eagle, de 47 MW (en este caso, los molinos tendrán una capacidad de casi 10 MW) y el de Wikinger Süd, de 10 MW.

Según datos de la energética, su parque alemán aportará energía renovable de alta eficiencia a 350.000 hogares de Mecklemburgo-Pomerania Oriental, donde se ubica la instalación. La suma de sus tres proyectos alemanes offshore supondrá una inversión conjunta de 2.500 millones de euros.

En el de Wikinger, adyacente a otro parque que construye la alemana Eon, se han instalado 280 pilotes de 40 metros de longitud, 2,5 metros de diámetro y 150 toneladas de peso, cuya construcción ha corrido a cargo de la empresa asturiana Windar. Sobre ellos se han colocado 70 cimentaciones, de 620 toneladas de peso cada una, que han sido fabricadas por la danesa Bladt y la española Navantia (29 de los 70), en su astillero gallego de Fene. Por su parte, las turbinas han sido suministradas por Siemens Gamesa y son, hasta ahora, los de mayor potencia instalados por Iberdrola. Los molinos de Wikinger tienen una altura de 165 metros, (90 metros bajo el agua) y palas con una longitud de 77,5 metros.

La que se considera corazón energético del parque, la subestación marina, ha sido bautizada con el nombre de Andalucía por haber sido construida por los astilleros de Navantia en Puerto real (Cádiz). Esta subestación, desde la que se vierte la energía a tierra, será utilizada conjuntamente por Iberdrola y 50Hertz, operador del sistema alemán.

Con todo, el de Wikinger no es la primer parque eólico marino de Iberdrola (en 2014 arrancó el West of Duddon Sands en el Mar del Norte, con 389 MW de capacidad) ni será el mayor. Como es conocido, la compañía desarrolla en el Mar del Norte el macroproyecto East Anglia, que se encuentra en plena construcción. Con una capacidad de 714 MW será uno de los más grandes del mundo. Este, junto a otros tres proyectos que Iberdrola desarrolla en la misma área, conformarán un complejo de 2.800 MW en agua británicas.

Los proyectos eólico-marinos de Iberdrola se completan con el parque de Saint-Brieuc, en la costa de la Bretaña francesa, a 100 kilómetros de Rennes, de 496 MW y los de su sociedad Vineyard Wind, que ha recibido la autorización de la autoridad energética de Massachussetts para construir un parque de 800 MW en la costa noroeste de Estados Unidos. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán contará con 3.000 MW instalados con tecnología offshore en 2023, a los que habrá destinado 9.000 millones de euros.

Con el de Wikinger, Iberdrola se consolida “en un mercado tan competitivo como el alemán”, donde ha cumplido con “los exigentes plazos que suelen fijar las autoridades alemanas”, indicó la compañía. A la inauguración oficial del parque, que se ha celebrado en el puerto de Sassnitz, acudieron el consejero-director general de Iberdrola, Francisco Martínez Córcoles; el ministro de Energía del Estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Christian Pegel y el CEO de 50Hertz, Boris Schucht.

Martínez Córcoles felicitó al equipo que ha hecho posible Wikinger, en el que han trabajado 2.000 personas (en la actualidad, 80). "Es un ejemplo de éxito, con soluciones ingeniosas e innovadoras para los inconvenientes que todo proyecto tiene", indicó el ejecutivo.

Ignacio Sánchez Galán, en una visita anterior al parque eólico.
Ignacio Sánchez Galán, en una visita anterior al parque eólico.

Un nuevo mercado

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que no acudió al evento de inauguración del nuevo parque eólico marino, señaló, a través de una nota de prensa, que “Wikinger representa un paso más en el compromiso con el suministro de electricidad limpia, eficiente y segura”. Esta instalación, en su opinión, es “un ejemplo de tecnología puntera y demuestra el potencial industrial e innovador del sector energético europeo”. Con la puesta en marcha de este proyecto, que arrancó el pasado mes de diciembre para poder cumplir los plazos fijados por el Gobierno alemán (18 meses) y recibir así la tarifa regulada de 190 euros MWh, Alemania se convierte en “un área clave” para Iberdrola, con presencia importante en Estados Unidos (a través de Avangrid), Reino Unido (con su filial Scottish Power), Brasil (Neoenergia) y España. Entre todos estos países, el grupo suma una plantilla total de 34.000 personas y unos activos superiores a 110.000 millones euros. La facturación en 2017 alcanzó los 31.200 millones de euros y unos beneficios de 2.800 millones.

Sobre la firma

Carmen Monforte
Es redactora de Energía de Cinco Días, donde ocupó también los cargos de jefa de Especiales y Empresas. Previamente, trabajó como redactora de temas económicos en la delegación de El Periódico de Cataluña en Madrid, el Grupo Nuevo Lunes y la revista Mercado.

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