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Los informes militares no están protegidos por derechos de autor

El Abogado General del TJUE rechaza que un país pueda invocar esta premisa para limitar la libertad de expresión

Angela Merkel, en una inspección del Ejército alemán a finales de 2015.
Angela Merkel, en una inspección del Ejército alemán a finales de 2015. Patrik Stollarz (AFP)

Los informes militares no cumplen con los requisitos que debe reunir un texto para que se considere como obra digna de protección mediante derechos de autor. Así lo considera  el Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), Maciej Szpunar, en sus conclusiones hechas públicas hoy por las que rechaza que un periódico alemán deba eliminar publicaciones que contenían información clasificada sobre la acción militar de ese país en otros territorios.

Las conclusiones del Abogado, que no son vinculantes para la decisión final que tome el TJUE pero sí muy influyentes, consideran que se ha llevado a cabo una "instrumentalización" de los derechos derivados de la propiedad intelectual para limitar la libertad de expresión y de prensa, "imprescindibles en cualquier sociedad democrática.

Intención informativa

El Gobierno de Alemania encarga semanalmente a las Fuerzas Armadas que elaboren un informe sobre la situación militar en las intervenciones en el extranjero y de la evolución de los acontecimientos en esas zonas. Estos documentos, que se consideran clasificados y restringidos, se envían a diferentes diputados, miembros de los Ministerios y otros servicios gubernamentales del área de defensa. Por otro lado, el mismo Gobierno publica versiones resumidas de los informes como "información al público".

Un periódico alemán consiguió acceso, por una fuente desconocida, a la información militar de los once años anteriores y la publicó en forma de reportaje al que llamó "Documentos de Afganistán". El Gobierno pide ahora que se eliminen estas publicaciones alegando que vulneran sus derechos de autor

En sus conclusiones, que no son vinculantes para la decisión final del TJUE, el Abogado rechaza esta premisa al considerar que los datos que contienen estos documentos son "puramente informativos", y se limita a narrar acontecimientos o simplemente informar de que "no se ha producido ningún acontecimiento digno de mención". Esta información bruta quedan excluida de la protección que confieren los derechos de autor, "que alcanza exclusivamente a la manera en la que se formulan las ideas en las obras". 

Segundas intenciones 

El Abogado entiende que se está "instrumentalizando" el derecho de autor para lograr un objetivo que le es completamente ajeno. "Si bien un Estado de la UE puede ostentar derechos de propiedad intelectual, no puede invocarlo con el fin de limitar la libertad de expresión. Los Estados no son los titulares de los derechos fundamentales, sino los obligados a su cumplimiento" agrega. 

A pesar de que la seguridad nacional es una razón que justifica barreras a la libertad de expresión, prosigue el letrado, en este caso concreto no se ha hecho referencia a la confidencialidad de los informes, sino sólo a la autoría de los mismos.

La restricción a la libertad de expresión y de prensa sería "muy perjudicial para una sociedad democrática", prosigue Szpunar. Ambas permiten a los ciudadanos llevar cierto control del poder, "algo imprescindible en cualquier democracia". Y dicho control incluye también la publicación de información que querría ocultar el poder. 

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