El Gobierno considera una “cortina de humo” la decisión de cerrar las plantas de Alcoa por el precio de la electricidad
El Ejecutivo asegura que desconocía la decisión de la multinacional La empresa comunica al comité de empresa el fin de la producción
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, considera que el alto precio de la electricidad alegado por Alcoa para proceder al cierre de las plantas de Avilés y A Coruña es "una excusa y una cortina de humo". Así lo expresó en una entrevista para Onda Cero recogida por Servimedia, durante la que aseguró que desde el Gobierno no se tenía "ni la más remota idea" de esta decisión de la multinacional estadounidense. A este respecto, reveló que cuando se produjo ayer la convocatoria del comité de empresa, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, intentó ponerse en contacto con directivos de la siderúrgica y que no lo logró. "Nadie quiso ponerse al teléfono", denunció.
De hecho, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo emitió un comunicado en el que se mostró sorprendido por la decisión de Alcoa “ya que, durante los contactos en los últimos tres meses, la empresa nunca había informado de que podía adoptar una decisión en este sentido”. Por ese motivo solicitó a Alcoa más información “para buscar una solución a esta situación motivada por la falta de inversiones y problemas estructurales heredados desde 2014”.
"Algo no cuadra en esta operación", denunció Ribera, quien recordó que la compañía sigue presentando beneficios y señaló que Alcoa ha decidido cerrar precisamente las dos plantas en las que no ha llevado a cabo inversiones de mejora en los últimos años. Por ello, atribuyó a la propia estrategia de la multinacional la decisión de cerrar dos de sus tres plantas, dejando operativa la de San Ciprián (Lugo).
Además, explicó que el Gobierno está trabajando en el diseño de las subastas de ininterrumpibilidad, mecanismo del que Alcoa es uno de los principales beneficiarios. De hecho, advirtió de que el Ejecutivo se podría replantear el diseño de estas subastas.
Por otro lado, explicó que se podría ver si hay otras compañías que fabrican aluminio que podrían estar interesadas en hacerse cargo de estas instalaciones y sustituir una firma por otra.
La Xunta culpa al Ejecutivo
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado que el Gobierno central no haya gastado la partida económica reservada en los Presupuestos Generales de 2018 para empresas electrointensivas, después de que este miércoles se haya anunciado el cierre de las plantas de Alcoa en A Coruña y en Avilés.
Preguntado al respecto en una rueda de prensa en la Xunta, Feijóo ha confirmado que el director de Alcoa en Galicia se puso en contacto este mismo miércoles con el conselleiro de Economía para transmitirle la noticia del cierre de ambas plantas y ha reprobado que, pese a que "es cierto" que los precios de la energía en España "perjudican a la competitividad de las empresas electrointensivas, siempre hubo una solución en los últimos diez años".
La dirección de Alcoa ha trasladado a su Comité Europeo la decisión de cerrar sus plantas en Avilés y A Coruña, que dan empleo a 300 y 400 personas, respectivamente, han informado a Efe fuentes sindicales. Los sindicatos de las tres plantas de la multinacional en España -Avilés, A Coruña y San Ciprián (Lugo)- han sido convocados este mediodía por la dirección para detallar la decisión.
Fuentes sindicales han apuntado que uno de los argumentos esgrimidos por la multinacional es el elevado precio de la energía -que supone hasta el 40% de los costes en la producción de aluminio-, así como de la materia prima, la alúmina.
De hecho, en los últimos años el sistema de subasta de interrumpibilidad eléctrica -la herramienta de gestión de la demanda que retribuye a empresas por desconectarse del sistema eléctrico en caso de necesidad- había sido motivo recurrente de preocupación sobre la viabilidad y competitividad de las factorías de Alcoa.
Alcoa cuenta en España con tres plantas de fabricación de aluminio primario: la de Avilés, con 300 empleos directos; la de A Coruña, con otros 400, y la de San Ciprián (Lugo), con 1.300. El Gobierno asturiano ha mostrado ya su rechazo a la decisión de la aluminera Alcoa de cerrar sus plantas en Avilés y A Coruña y ha criticado además "la insólita forma de proceder" de la compañía, que hasta ahora no había advertido "por ningún medio" de esta posibilidad.
El presidente del Principado ha trasladado este rechazo a la dirección de la compañía y además se ha puesto en contacto con su homólogo gallego, Alberto Núñez Feijóo, según ha explicado el consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno asturiano, Guillermo Martínez.
Martínez ha hecho un llamamiento a Alcoa para que reconsidere su decisión, al igual que hizo en 2014 cuando anunció una medida similar, dado que tendría consecuencias negativas para los trabajadores afectados, para la comarca de Avilés y para el conjunto de la industria asturiana.
El Gobierno regional está en contacto ya con el Ministerio de Industria para analizar la situación y convocará en breve una reunión con los sindicatos y la patronal asturiana para analizar la incidencia de una medida de este tipo sobre el sector secundario del Principado.
El portavoz ha recordado que uno de los argumentos de la empresa para proceder al cierre es el elevado precio de la energía pero que éste se ha visto atenuado al estar acogida la compañía a los sistemas de interrumpibilidad.
En cuanto al alza del precio de las materias primas (alúmina) que utiliza Alcoa, el portavoz del Ejecutivo ha recordado que se trata de una compañía que opera en un mercado global mientras que el argumento de la ineficiencia de sus instalaciones en Avilés y A Coruña ha advertido de que se trata de una cuestión que depende de las inversiones que realice la propia empresa.