BBVA cierra la venta de su negocio inmobiliario a Cerberus
Se trata de activos inmobiliarios adjudicados, valorados en unos 4.000 millones netos Quedan pendientes los inmuebles sujetos a epa y en los que la Generalitat de Cataluña tiene derecho de tanteo
BBVA anunció ayer que ha cerrado la operación anunciada en noviembre de 2017 de traspaso de su negocio inmobiliario en España a Cerberus Capital Management. La transacción, rondaría los 4.000 millones de euros, ya que ha cambiado el perímetro al no incluir aún activos inmobiliarios sujetos al esquema de preotección de activos (epa) procedentes de Unnim, caja adquirida por BBVA en 2012, y otros activos en los que la Generalitar de Cataluña tiene derecho de tanteo.
El cierre de la operación, que ya ha conseguido las autorizaciones pertinentes salvo los pertienenes al ladrillo con epa, supone la venta a Cerberus de un 80% del capital social de Divarian, la sociedad a la que se ha aportado el negocio inmobiliario, y BBVA se ha quedado con el 20% restante.
El propio BBVA explicó en un comunicado que esta operación “marca un hito en la estrategia del Grupo BBVA al eliminar casi por completo su exposición al ladrillo”. Una estrategia ya explicada por el consejero delegado, Carlos Torres, cuando al anunciarse la operación en noviembre, declaró: “Esta venta reduce de manera muy significativa nuestra exposición a una actividad ajena a nuestro negocio principal y nos permite reforzar nuestro proceso de transformación”.
El banco, no obstante, aclaró que la transmisión de algunos activos inmobiliarios está sujeta al cumplimiento de determinadas condiciones, por lo que el precio final se ajustará en función de los inmuebles que finalmente se aporten. Según informó en su momento el banco se trata básicamente de activos inmobiliarios adjudicados, valorados en unos 5.000 millones, aunque su valor bruto contable es de unos 13.000 millones, tomando como referencia la situación de los mismos a 26 de junio de 2017.
BBVA prevé que la operación no tenga un efecto significativo en el beneficio atribuido del grupo, ni en sus niveles de capital de máxima calidad (CET1) teniendo en cuentas las futuras exigencias, lo que se conoce en el argot como términos fully loaded. Asimismo, BBVA prevé que en 2018 las pérdidas del área de negocio non core real estate sean un 80% inferiores a las de 2017, cuando alcanzaron los 501 millones de euros. A partir de 2019, BBVA espera que la contribución de esta área a los resultados del grupo no sea relevante.