Una disputa por una mina de sal en Barcelona acaba en la Corte Internacional de Arbitraje
El grupo holandés AzkoNobel demanda a Israel Chemical, que ha roto el acuerdo de explotación conjunta por 30 años
Un conflicto entre la multinacional holandesa Azko Nobel y la israelí IC por una mina de sal en la localidad de Suria (Barcelona) ha acabado en la Corte Internacional de Arbitraje (ICC, en sus siglas en inglés) por la ruptura del contrato de explotación entre ambas compañías.
AzkoNobel, uno de los grandes grupos químicos del mundo, ha presentado una reclamación de arbitraje en la corte después de que se supiese que la subisidiaria española de IC (Israel Chemical), llamada Iberpotash, anunciara la ruptura unilateral para la explotación conjunta de la mina durante los próximos 30 años.
La ICC, con sede central en París, es una corte de arbitraje para resolver conflictos entre dos partes privadas. Habitualmente es utilizado por la conveniencia de disponer de un árbitro especializado en la materia y por beneficiarse de un plazo que no suele dilatarse más allá de seis meses. En este caso, que se dirimirá en la sede de Barcelona, AzkoNobel estará representado por Uría Menéndez (junto al despacho holandés De Braw Blackstone Westbroek en Ámsterdam) y, en la otra parte, IC contará con Cuatrecasas, según recoge la web especializada Global Arbitration Review.
Iberpotash, fundada en 1998, explota la mina de sal de alta calidad en Suria, una localidad a 80 kilómetros de Barcelona, en la comarca del Bages. Extrae potasa en esa ubicación, que se utiliza en usos industriales y como fertilizantes en la agricultura.
Pero de esa extracción queda como residuo la sal que puede ser utilizada, además de para consumo humano, para otros usos en la industria química. En este caso, AzkoNobel participaba, según ese contrato, en dar salida comercial a esa materia prima sobrante. Además, Iberpotash, que pertenece a la empresa pública Israel Corporation, se comprometió a invertir en dos nuevas plantas de producción, una ya construida y otra que debía estar lista en 2021.
Por el momento, Iberpotash suministrará sal por un acuerdo vigente en los próximos dos años. Uno de los problemas para la empresa ha sido la dificultad para el almacenamiento de la sal y la controversia que causó en el pasado la salinización de pozos y acuíferos de la zona.