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El otoño también es época de descapotables

Este tipo de carrocería sigue teniendo muchos incondicionales, que disfrutan de todas sus ventajas especialmente en las estaciones del año menos extremas

BMW i8 Roadster.
Supuso el inicio a esta denominación en el pasado y en la presente generación del 911 ha vuelto a la vida con indudable acierto. Se trata de uno de los tipos de carrocería descapotable más característicos, que ofrece buena protección para sus ocupantes y que en este caso se integra perfectamente para dar forma a la reconocible silueta del deportivo alemán.
El icónico muscle car también ha sido asiduo a las versiones descapotables a lo largo de su historia, que respetan su diseño original y encajan con acierto en el formato. La principal ventaja que ofrece es escuchar el rugido del motor sin techo por medio, ya sea el del bloque 2.3 EcoBoost de 314 CV o, sobre todo, el 5.0 V8 de 418 CV de su poderosa variante GT.
Es el roadster más vendido del mundo y uno de los favoritos de los puristas: ligero, ágil y muy divertido de conducir. Con la última actualización del también conocido como Miata llega hasta los 184 CV de potencia (también hay un motor de acceso con 132 CV) y puede elegirse tanto con techo de lona como en versión RF, en la que es duro retráctil.
Tras años de desarrollo con enorme expectación, se ha hecho realidad en 2018. Al contrario que el cupé, es biplaza (para poder guardar el techo), pero mantiene todos sus puntos fuertes: sistema híbrido de 374 CV de potencia, aceleración de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos, autonomía eléctrica de 53 kilómetros y un consumo medio de 2,1 l/100 km (en los primeros 100 recorridos).
Los descapotables también han llegado al terreno eléctrico, aunando las ventajas de ir a cielo abierto con las de no emitir gases ni partículas contaminantes. Está disponible con techo de lona o rígido, tiene capacidad para cuatro personas y un motor de 65 CV con el que tiene una autonomía teórica de 195 kilómetros por carga. Perfecto para las zonas de costa.
Uno de los modelos más vendidos en lo que va de año. La base es la misma del 500, pero el añadido del techo de lona corredizo supone un punto extra para el comprador tipo del urbano, que busca un modelo de diseño. No le faltan detalles ni opciones de personalización, mientras que su gama de motores arranca con un bloque de potencia justa y consumo contenido, un 1.2 de 69 CV.
Un deportivo en el que lo más importante, y con diferencia, son las sensaciones de conducción, casi de pilotaje. Está homologado para circular por la calle, pero todo en él se ha pensado para sacarle partido en circuito. Es biplaza, realmente bajo, no tiene parabrisas y utiliza un motor de 2,0 litros que está disponible en dos niveles de potencia, 241 o 300 CV.
El Mercedes Clase G es uno de los modelos más imponentes del mercado de los todoterrenos, pero esta variante incluso fue un paso más allá. Alargaba su carrocería y descapotaba solo las plazas traseras, que contaban con asientos reclinables, funciones de masaje, pantallas individuales de 10 pulgadas, nevera, cristal de privacidad… Solo se fabricaron 99 unidades.
Por el momento es el único representante descapotable entre los SUV, aunque más adelante se le unirá el Volkswagen T-Roc. Una apuesta arriesgada de Land Rover pero que caló hondo entre los clientes gracias a su acertada mezcla de dos mundos tan dispares. Ha sobrevivido a la carrocería de tres puertas, que ha dejado de fabricarse este mismo año.
El urbanita por excelencia siempre ha acompañado su carrocería cupé de una tipo cabrio y su actual generación no es una excepción. Se trata, de lejos, del descapotable más compacto del mercado, lo que supone toda una serie de ventajas en ciudad: agilidad, maniobrabilidad y facilidad para aparcar (incluso en batería donde se estaciona el línea).