El sector textil ya se conforma con no empeorar los datos de ventas de 2017
La patronal Acotex descarta la previsión inicial de crecer un 5% este año El crecimiento de la facturación del sector el año pasado fue la peor desde 2013
El textil español ya se hace a la idea de que 2018 no será un buen año, pese a las previsiones iniciales que estimaban un crecimiento del 5% para el mismo. La brecha entre los tiempos que manejan los consumidores para comprar ropa y la oferta de las compañías textiles cada vez se hace más grande y penaliza en mayor medida a estos comercios.
Así al menos lo explica la patronal del sector, Acotex, que hoy ha presentado los datos relativos a 2017. En ese año, la facturación alcanzó un total de 18.097 millones de euros, un 0,47% más que en el año anterior. La recuperación de la economía y el consumo no llega a este segmento del comercio, que vivió el peor crecimiento desde el año 2013, aunque fue suficiente para acumular cuatro años de crecimiento continuado después de siete seguidos de caídas. A cierre de 2017 había 62.178 tiendas de moda en España, 23 menos que un año antes. El empleo sí creció, un 1,6%, situando la cifra de trabajadores en 200.612, superando la barrera de los 200.000 por primera vez desde 2009.
El textil vive un momento de estancamiento que tampoco se revertirá este año. "El problema está en que el sector no se adapta. Estamos ofertando los productos en momentos que no se adaptan a la demanda", afirma el presidente de Acotex, Eduardo Zamácola. Más que la inestabilidad meteorológica, sobre todo con una primavera muy fresca que ha penalizado las ventas de las colecciones de verano, Zamácola pone el foco en el momento en que estas se sacan al mercado. "Las colecciones de verano se ponen a la venta en febrero, un mes que siempre hace frío, y las de invierno empiezan en agosto y septiembre, cuando hace calor. Antes se compraba con previsión, pero hoy el que compra lo hace para ya. Y el problema es la falta de adaptación a eso", señala Zamácola.
Esto provoca que, por ejemplo, en el caso de las colecciones de verano, se llegue a las rebajas con buena parte del stock por vender. "No tiene sentido empezar las rebajas de invierno el 7 de enero y las de verano el 1 de julio. Sería más lógico que las primeras fuesen a mediados de marzo y las segundas en octubre. Pero es una dinámica que es difícil de revertir", añade el ejecutivo de Acotex. El sector tampoco se escapa de los continuos periodos de descuento. En las últimas semanas se están sucediendo las promociones para dar salida a la colección de verano, justo antes del comienzo de las rebajas. Zamácola cree que estas serán positivas, "señal de que la temporada ha sido mala", y cree que "habrá que recuperar lo que se pueda en cuanto a caja, pero de márgenes no esperamos que haya una recuperación". Entre enero y mayo, las ventas del sector acumulan un retroceso del 4,4%. El presidente de Acotex espera que el segundo semestre se comporte de una mejor manera, permitiendo alcanzar, al menos, la cifra de ventas del año pasado. "Va a hacer falta cambiar la tendencia de forma radical", asume.