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Global Exchange quiere duplicar el tamaño de la compañía en cuatro años

Controla el 10% del cambio de moneda en los grandes aeropuertos Quiere alcanzar los 10 millones de clientes en cuatro años

Isidoro Alanis, presidente de Global Exchange
Isidoro Alanis, presidente de Global ExchangePablo Monge

Global Exchange, la firma de cambio de divisas que nació hace 22 años con una pequeña oficina de cambio en la frontera con Portugal, sigue ganando músculo gracias al crecimiento del turismo y se dispone a romper nuevos umbrales. En la actualidad cuenta con 270 oficinas en 60 aeropuertos de 21 países, tras haber abierto oficinas en Brasil, Rusia, Suiza, Dinamarca, Australia, Turquía y Hong Kong en los dos últimos años. “Hemos pasado de ser una empresa eminentemente centrada en el mercado latinoamericana a una empresa global. Ahora ya somos la segunda empresa mundial por tamaño, con una cuota de mercado del 10% en aeropuertos de más de un millón de pasajeros”, subraya Isidoro Alanis, presidente de Global Exchange, en una entrevista con Cinco Días.

La empresa se encuentra inmersa en un nuevo plan estratégico, en el que se estima que la compañía duplicará su tamaño en cuatro años. “Queremos volver a duplicar el tamaño de la empresa. En 2017 cerramos con 5,5 millones de clientes y queremos llegar a los 10 millones en 2021. Llegamos a 1.100 millones de cifra de negocio y pasaremos a 2.300 cuatro años después. Alcanzamos un ebitda de 15 millones y queremos duplicarlo”, recalca.

Alanis considera que el turismo mundial seguirá creciendo a un ritmo anual del 5% (en 2017 alcanzó un máximo histórico de 1,2 billones de desplazamientos) y que ese avance ralentizará la sustitución del efectivo por los medios de pago. “El efectivo va a desaparecer seguro, pero creo que al menos aún quedan 50 años para ello. Las emisiones de efectivo de los bancos centrales están en máximos históricos, se han multiplicado por tres y el 70% de las operaciones se hacen en efectivo. También sigue habiendo mucha economía sumergida y mucha gente no está dispuesta a que se sepa todo de su vida y a qué le digan el medio de pago que debe usar”.

El presidente de Global Exchange precisa que el crecimiento no estará limitado a ninguna zona geográfica concreta. “Donde existan oportunidades, allí estaremos. Nos da igual Nueva Zelanda, Argentina, Alemania o Kenia. Todavía nos queda un 90% de cuota de mercado por ganar. Pero la empresa que más peso tiene no llega al 22%. Las tres primeras gestionan el 40% y ahí un 60% en el que no peleas con tus grandes competidores”.

La compañía, que comenzó abriendo oficinas de cambio de moneda en ciudades, ha virado el negocio hacia los grandes aeropuertos, donde ha concentrado una parte importante de las últimas aperturas. “Los aeropuertos son las zonas de tránsito del turismo mundial y las previsiones de la OMT es que el turismo va a seguir creciendo. En los aeropuertos ya tenemos imagen, marca y presencia y vamos a concentrar nuestros esfuerzos allí.

El desafío de la digitalización

Comodidad, rapidez y precios. “Queremos dar servicio para llevar la divisa a domicilio mediante un pedido online o bien a los aeropuertos”, recalca Alanis. En su opinión este canal va a ser muy importante al ser un servicio adicional. “El mundo digital va a transformar nuestro sector. Los clientes jovenes a los que nos dirigimos quieren comodidad, rapidez y precio”.

Venta descartada. La compañía está controlada por cinco accionistas (Alanis y tres hermanos, con un 18% del capital cada uno, y su madre, con un 28%. “De momento no contemplamos accionistas nuevos en el corto plazo, pero no los descartamos a largo si es por una decisión de crecimiento y requiere capital adicional”.

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