El médico virtual le gana terreno al fonendoscopio
En las consultas, en el 65% de los episodios, el doctor no necesita tocar al paciente
No es necesario haber estado enfermo para comprobar el vuelco que ha dado la sanidad en las últimas décadas. La pública, sí, pero sobre todo la privada. Ha ido a por todas y una de sus bazas mejor jugadas ha sido la rapidez de la asistencia ¿Quién quiere esperar seis meses para hacerse una ecografía en la época de la inmediatez?, dicen en el sector.
Influyen también la mayor demanda y su atractivo para pacientes extranjeros, pero, además, la apuesta por las grandes áreas de la medicina (como la oncología) o la implantación de la última tecnología en quirófanos y pruebas diagnósticas; la investigación y digitalización ha estimulado que nadie dude en tratarse patologías tan serias como el corazón o el cáncer. Y es que “los médicos más eminentes trabajan en los dos ámbitos”, dice Cristina Contel, presidenta de la patronal de los centros privados, ASPE.
Tras producirse una concentración en grandes grupos hospitalarios, Quirón, Vithas, Clínica Navarra –ya en Madrid– o HM Hospitales, etc., y con el boom registrado en los seguros (sus principales clientes), la sanidad privada es hoy, según Contel, un monstruo que da asistencia a casi ocho millones de españoles, tiene el 33% de las camas hospitalarias y realiza el 29% de las intervenciones quirúrgicas, “muchas de alta complejidad”.
Pero, a juicio de Iñaki Peralta, director general de Sanitas, “el mayor hito ha sido la revolución digital”. Cita y autorización de pruebas online, tarjeta digital y, ahora, el médico virtual. “En el 65% de las consultas, el doctor no necesita tocar al paciente”, y por eso la mayoría de las compañías, entre ellas Sanitas, ofrecen 19 especialidades a través de videoconsulta“. Su objetivo es que en dos años el 25% de sus consultas sean digitales.
“Al igual que en la banca o las compras, el nuevo cliente tiene demandas diferentes“, dice Jaime Ortiz, director de marketing de Asisa, una entidad con centros propios que ya ofrece asistencia médica vía app y online y que en 2017 subió un 8,25% las pólizas privadas de salud. “El paciente hoy exige una relación más personalizada y sencilla”, que ha obligado a una transformación para ofrecer planes de salud a medida y todas las gestiones online”.
Otra de las bazas del auge de la privada es la apuesta por la cobertura dental, suscrita actualmente por 4,2 millones de españoles, y la colectivización de los seguros en las empresas, destacan en DKV.
La preferida por los funcionarios
El 84% de los funcionarios públicos actualmente elige la sanidad privada, según la patronal ASPE. “Y es que ya no estamos hablando de clínicas pequeñas, sino de hospitales universitarios”, explica Cristina Contel, presidenta de esta organización. Su envergadura ha hecho posible, además, que se haya volcado en la investigación. Interviene en el 48,1% de los ensayos que se realizan en España, de los cuales la mitad están encuadrados en el campo oncológico y el 10% en el aparato respiratorio, según ASPE.
Asimismo, atienden el 23% de las urgencias médicas y absorben el 11,8% del gasto sanitario público a través de conciertos.
Uno de sus principales retos es “adecuar [bajar] los precios asistenciales derivados de la implantación de las nuevas tecnologías, un escenario marcado por el envejecimiento de la población”, afirma Jaime Ortiz, de Asisa.