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El financiero que ha llevado a la cima a Orange España

El responsable de la filial, Laurent Paillassot, nuevo consejero delegado adjunto del grupo

Laurent Paillassot
Laurent PaillassotHogue

En marzo de 2016 aterrizó en Madrid para hacerse cargo de Orange España y, en tan solo dos años, ha transformado la filial de la compañía de telecomunicaciones francesa. Laurent Paillassot (París, 1965) no solo ha conseguido consolidar los negocios de la compañía en suelo español, sino que también le ha dado un vuelco a su cultura de trabajo, acercándola a dinámicas más propias del norte de Europa. Su nombramiento esta semana como consejero delegado adjunto del grupo y su entrada en el comité ejecutivo son, según su entorno profesional más próximo, un claro respaldo a su gestión.

La decisión, que será efectiva a partir de mayo, remodela el comité ejecutivo de Orange y dota a la rama española de mayor peso, al situarla como una entidad propia al margen de la división de Europa, y al mismo nivel que la filial francesa. Paillassot espera que este salto hacia adelante sea el primero de una serie de capítulos con retos e ilusiones, por lo que, al menos en el futuro cercano, seguirá residiendo en Madrid junto a su mujer y su hija adolescente, la pequeña de tres hermanos. Los dos mayores, de 19 y 22 años, volaron del nido y estudian ahora en su París natal.

Ingeniero de caminos de formación, este directivo con una amplia trayectoria en el mundo de la banca y las finanzas ha conseguido afianzar a Orange España como la segunda teleco más importante del mercado español, tanto en clientes como en rentabilidad, y todo ello en un entorno de fuerte competitividad donde las compañías cada vez tienen más difícil diferenciarse las unas de las otras. Tuvo un buen 2016, pero lo hizo todavía mejor al año siguiente: en 2017, los ingresos de la filial aumentaron un 7,1% hasta los 5.371 millones de euros, lo que supone cerca del 13% de los ingresos totales del grupo.

Durante estos dos años, Paillassot ha consolidado la estrategia de despliegue de fibra óptica y hoy la compañía tiene más hogares (11,3 millones) con este servicio en España que en la propia Francia. Y como parece que este hombre de números no concibe el futuro sin marcarse desafíos, se ha propuesto llegar a finales de año a los 14 millones de hogares y a los 16 millones en 2020.

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Pero el salto bajo su mando no ha sido solo cuantitativo. Tanto o más importante es el profundo cambio en la cultura de trabajo que Paillassot ha implementado bajo sus tres máximas: una compañía digital y al mismo tiempo humana, donde se fomente la agilidad y la flexibilidad, y donde se trabaje en equipo, pero aprovechando el talento individual. Todo ello con el fin de que sus cerca de 7.000 empleados trabajen de forma más ágil, pero también con mayor calidad de vida, y que se traduce en espacios abiertos, horarios más racionales y teletrabajo. Y él mismo se lo aplica. Cuentan desde su entorno que cuando llegó al puesto no quiso despacho propio y no lo ha querido hasta la fecha, algo difícil de imaginar para un consejero delegado de otra teleco o gran empresa. Paillassot trabaja en una mesa amplia con su ordenador y el resto de su equipo. Et ça suffit.

Otra anécdota reveladora de que no parecen asustarle los retos es que, después de llegar al frente de la dirección de Orange España con un castellano que no practicaba desde el instituto, comenzó a dar ruedas de prensa en su nuevo idioma tan solo dos meses después. “El acento no se lo quita nadie, pero hizo un esfuerzo sobrehumano y ahora incluso se sabe muletillas”, relatan. Eso sí, los cómics, uno de sus pasatiempos favoritos, los sigue leyendo en su mayoría en francés. Los compatriotas Enki Bilal y Alexandro Jodorowsky, y el belga Schuiten son sus autores de bande dessinée predilectos.

A lo largo de estos dos años, este amante de la cocina española y gran seguidor del Paris Saint-Germain también ha trabajado mucho por fortalecer las relaciones comerciales entre Francia y España, tanto de responsable de la teleco como de presidente de La Chambre, la cámara de comercio entre ambos países, cargo que ocupa desde el pasado julio.

Los futuros desafíos a los que se enfrenta ahora en la filial de Orange tienen mucho que ver con la innovación y la transformación digital. Destacan proyectos de big data o de coches conectados. Pero el más ambicioso de todos será lanzar el próximo año una banca móvil, uno de los principales pilares de expansión de la compañía, muy relacionado con el primer trabajo que desempeñó en Orange cuando llegó en 2014: liderar la entrada de la multinacional en el mundo de las finanzas.

Con este modelo de banca móvil, ya estrenado con éxito el pasado noviembre en Francia, el grupo pretende diferenciarse de sus competidores y conseguir fidelizar lo máximo posible a sus clientes. La meta no es otra que pasar de ser una empresa de telecomunicaciones a convertirse en una gran compañía de software. Y Paillassot está más que dispuesto a liderar ese cambio en España.

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