300 millones para aspirar a ganar la Fórmula 1
Las escuderías preparan en Barcelona el asalto al reinado de Mercede La enorme inversión que precisa este deporte limita los beneficios de los equipos
La temporada de Fórmula 1 ha echado a rodar esta semana en Barcelona. El Circuit de Catalunya acoge los primeros test preparatorios, en los que las escuderías prueban sus nuevos monoplazas.
Una temporada que se presenta como un nuevo duelo entre Mercedes y Ferrari... si la primera lo permite, tras ganar con absoluta superioridad los cuatro últimos Mundiales de pilotos y de constructores. La superioridad técnica y presupuestaria les hacen merecer ese rol de favoritos. El análisis de las cuentas de cada escudería del ejercicio 2016, último disponible, arroja las diferencias entre las que pelean por las carreras y las que se reparten el resto de posiciones, como también las dificultades de algunas de ellas para obtener beneficios económicos al cierre del año: de las ocho que se han podido analizar, la mitad perdieron dinero. Como premisas generales, hay que señalar que más de la mitad de los ingresos de los equipos proceden de patrocinios y de los pagos que realiza la Fórmula 1 por sus resultados deportivos, mientras que la inversión en diseño y fabricación de los coches y los salarios del personal se llevan buena parte de los gastos.
Teniendo esto en cuenta, Mercedes, la escudería campeona, ingresó en ese ejercicio cerca de 330 millones de euros. Se calcula que el 10% de la cifra total es inyección directa de su matriz, Daimler. Una facturación que creció un 35% respecto al año anterior, pero que, sin embargo, no impidió cerrar con pérdidas de algo más de cuatro millones de euros, tras unos elevados gastos financieros. Además de su propio equipo, Mercedes vende sus unidades de potencia a los equipos Force India, Williams y, en 2016, a Manor. Esa actividad le reportó a su filial de motores 160 millones de ingresos, y un beneficio de dos millones.
Su rival, Ferrari, no hace públicos los datos de sus actividades en Fórmula 1, aunque sus ingresos superan los de Mercedes en, al menos, 45 millones más, dado el acuerdo privado que tiene con la Fórmula 1.
En el escalón siguiente se sitúa Red Bull, que precisa de unos ingresos de 280 millones para ser el tercer equipo del Mundial. De los 232 millones de gasto, 78 fueron a pagar a sus 758 trabajadores. Pese a ganar una carrera ese año, la escudería cerró con un beneficio de 9,5 millones de euros.
Más de la mitad de los ingresos de un equipo vienen de patrocinadores y de los pagos que realiza el campeonato por los resultados
McLaren finalizó un decepcionante rendimiento deportivo de la mano de Honda en 2016 con unas pérdidas de tres millones de euros, tras ingresar 200 millones, la mayoría procedentes de los japoneses, e invertir 156 en las carreras, mientras que otra escudería clásica, Williams, sí consiguió un beneficio de 6,6 millones con unos ingresos de 190. Toro Rosso, el equipo filial de Red Bull, facturó casi 150 millones, 91 de ellos por el patrocinio de la bebida energética.
La sorpresa del año fue Force India, que finalizó cuarta en el Mundial de constructores pese a ingresar apenas 87 millones de euros y perder ese año 13 millones.
Esa temporada contó con dos nuevos equipos: Renault, que volvía a contar con equipo oficial tras recomprar Lotus, operación que le llevó a perder cuatro millones de euros; y Haas, cuyos 113 millones ingresados los gastó casi al completo en pagar a sus dos grandes proveedores: Ferrari, que le proporciona el motor y partes aerodinámicas, y Dallara, que fabrica su chasis. Para este análisis no ha sido posible obtener los números de la escudería suiza Sauber.