ACS reduce a mínimos históricos la deuda neta y eleva un 6,8% el beneficio
Reduce el endeudamiento de 9.300 millones a 153 millones en seis años Gana 802 millones con una mejor aportación de Hochtief
El grupo ACS ha llevado su estrategia de recorte de deuda hasta reducir la cifra neta prácticamente a la nada, desde los 9.300 millones del cierre de 2011. La constructora ha culminado 2017 con 153 millones, lo que implica un ratio inferior a 0,1 veces el ebitda del ejercicio y fijar un mínimo histórico.
El ajuste a lo largo del último año ha sido del 87,4% y una vez descontada la deuda que cuelga de los proyectos (195 millones), el conglomerado que preside Florentino Pérez declara una situación neta de tesorería de 42 millones de euros.
ACS, que mañana explicará los resultados anuales a analistas e inversores, ha avanzado que este tijeretazo definitivo a la deuda se ha debido al mayor ritmo de generación de caja, que aumentó un 42% respecto a 2016. Los flujos netos de efectivo, una vez restado el circulante y las inversiones operativas, rozaron los 1.500 millones tras la disminución del gasto financiero y un avance en las distintas actividades.
El resultado neto obtenido el año pasado fue de 802 millones, un 6,8% por encima de los 751 millones cosechados en 2016, pese al impacto negativo de la fortaleza del euro frente a las principales divisas con que trabaja ACS. Descontada la aportación de Urbaser, que fue filial de servicios, en 2016, el incremento es del 15,5%.
Con todos los negocios aportando a este beneficio, destaca el avance del 24,4% en Construcción, que recupera su posición de principal generador de resultado neto con 387 millones, frente a los 319 millones aportados por el área de Servicios Industriales (un 4,6% más), donde Cobra es la principal referencia. Tras la venta de la filial Urbaser, la división de Servicios empieza a tomar vuelo con Clece y obtiene un 38,4% de mejora en el neto, hasta los 37 millones.
En su presentación, ACS destaca el desempeño de Hochtief y sus filiales, con una contribución al beneficio un 35% superior a la de 2016. La filial germana espera el visto bueno de la CNMV para competir con al italiana Atlantia por el control, de Abertis.
La facturación de ACS se sitúa en 34.898 millones, con un incremento del 9,1% apoyado en la actividad de construcción. Un 45% de las ventas se cosechan en Norteamérica; un 29% proceden de la región Asia-Pacífico, y España representa un 13% en la cifra de negocios.
El ebitda sube un 12,6%, hasta los 2.279 millones, y fija un margen bruto de explotación del 6,5%, 20 puntos básicos superior al de hace un año.
La citada apreciación del euro ha restado 5.200 millones a una cartera que, aún así, crece un 1% respecto a 2016 y se coloca en el entorno de los 67.100 millones. En este caso, los ingresos a futuro están más repartidos, con un 38% del volumen de cartera firmado en Norteamérica, un37% en Asia-Pacífico y un 10% en España.