Pontevedra paraliza su concurso del agua tras el escándalo por las valoraciones
La mesa de contratación revisará las puntuaciones técnicas, realizadas por la consultora Lagares-Oca La tasación favorecía claramente a la actual concesionaria, Aquagest-Viaqua
El conflicto por el concurso del abastecimiento del agua en la ciudad gallega de Pontevedra va a más. A mediodía de hoy estaban citados los diez consorcios participantes para la apertura de los sobres con las ofertas económicas, y la decisión de la mesa de contratación, según fuentes cercanas al proceso, ha sido suspender el acto para revisar las valoraciones de las propuestas técnicas. Y es que la puntuación levantó duras críticas entre los grupos políticos de la oposición -en Pontevedra gobierna Miguel Anxo Fernández Lores, del BNG- y distintas compañías participantes. De hecho, PP y PSOE, desde la oposición, ven claro riesgo de impugnación.
El concejal de Hacienda y Servicios Municipales, Raimundo González, ha defendido que tanto los pliegos como la valoración están "muy matizados", según ha recogico Europa Press. En concreto, ha asegurado que los documentos "pasaron por todas las dependencias municipales" y que el proceso "no fue recurrido por ningún licitador ni grupo político". Por ello, el edil nacionalista ha calificado de "gamberrada" para las empresas candidatas al contrato y para la ciudadanía la posibilidad de paralizar el contrato.
La intervención municipal ha puesto todos los reparos para la continuidad del proceso
Las propuestas de cada uno de los grupos en liza fueron examinados por la consultora Lagares Oca, otorgándose la mayor puntuación a Aquagest-Viaqua, históricamente vinculada a Agbar y hasta ahora concesionaria del servicio.Con el nuevo concurso se dirime quién explotará el abastecimiento de Pontevedra durante los próximos 20 años.
El presupuesto base de licitación, ligeramente superior a los 120 millones y al que se suman 25 millones en obras de mejora de la red, lo convierte en uno de los mayores contratos en materia de aguas expuestos a licitación pública en España en los últimos años. De ahí el apetito del sector.
Las fuentes consultadas aseguran que la intervención municipal ha puesto todos los reparos para la continuidad del proceso a la vista de que faltaría argumentación sobre las citadas puntuaciones técnicas. Al parecer, las empresas han vuelto a ser convocadas para la próxima semana, cuando se procedería a la apertura de las ofertas económicas.
En el apartado técnico, Viaqua obtuvo 42,75 puntos, siete por encima de los logrados por Espina & Delfin-Construcciones (35,24 puntos), y a una considerable distancia de TGM (34,46 puntos), FCC Aqualia-Covsa (33,11), Aguas de Valencia-Setect (32,93), Valoriza-Civis (31,89), Socamex (31,71), Gestagua (31,48 puntos), Acciona (31,41), y Facsa-Depuración de Aguas del Mediterráneo-Agricultores de la Vega (30,91).
El presupuesto, ligeramente superior a 120 millones y al que se suman 25 millones en obras de mejora de la red, lo convierte en uno de los mayores contratos en materia de aguas de los últimos años
Tal diferencia en puntuaciones levanto suspicacias entre los rivales, algunos de ellos líderes internacionales en la gestión del ciclo del agua. Los grupos de la oposición, por su parte, han puesto el foco en que los trabajos de valoración los haya realizado una empresa privada, en lugar de funcionarios públicos. Además, se ha recordado que la investigación y posterior paso por los juzgados de la Operación Pokemon tuvo una pieza separada en Pontevedra, centrada en la relación del Consistorio y Viaqua.
Tras la suspensión de la mesa, el portavoz municipal del PP, Jacobo Moreira, ha anunciado que su grupo reclamará “que se empiece de cero” al apreciar “riesgo de impugnación por parte de las empresas que quedan fuera”. Moreira habló de “errores de bulto” en el informe de Lagares Oca. También el PSdeG-PSOE solicitará la “paralización” del proceso, según el portavoz, Agustín Fernández.
La edil de Ciudadanos, María Rey, tildó de “muy subjetiva” la valoración de la asistencia técnica hacia la oferta de la citada Viaqua, y desde Marea, Luís Rei denunció la “privatización al cuadrado” tanto del abastecimiento del agua y del saneamiento, como de la elaboración de los pliegos y su valoración por parte de Lagares Oca.