Iberdrola mantiene abierto el contrato eólico que interesa a Siemens Gamesa
Licitación por el mantenimiento de parques renovables, la mayoría en España
Todavía no hay una decisión sobre la mesa. Iberdrola sigue pensando a quién adjudica el mantenimiento de parte de su red de parques eólicos, sobre todo los instalados en España.
Uno de los que participa en esta puja es Siemens Gamesa, cuya gestión fue criticada el mes pasado por el presidente de la eléctrica. Ignacio Galán se quejaba de las dos correcciones a la baja en la previsión de beneficios y de la salida de hasta siete altos ejecutivos desde que la multinacional de Munich tomara las riendas del grupo renovable.
Estos cambios afectaron negativamente a la cotización del fabricante de aerogeneradores, en el que Iberdrola sigue como accionista con el 8%.
Hay mucho en juego para Siemens Gamesa, que vio cómo el pasado 31 de diciembre concluía su anterior contrato de mantenimiento con Iberdrola, que según la planificación anterior tenía la opción de ampliarse durante otros dos años, hasta 2020.
El control operativo de las turbinas deja importantes márgenes de rentabilidad y rentabiliza a los clientes, por lo que todos los proveedores de esta industria quieren aumentar su presencia en este mercado.
Además, una correcta gestión alarga la vida comercial de los aerogeneradores, cuya fabricación e instalación requiere de cuantiosas inversiones (pueden superar los 4 millones por unidad, dependiendo de la ubicación del complejo renovable).
Según los acuerdos industriales firmados en su día entre Iberdrola y Siemens Gamesa, que ahora están en revisión, el grupo renovable sería su proveedor de referencia en mantenimiento eólico en Estados Unidos, donde la eléctrica ha anunciado esta semana la construcción de un parque en Texas para suministrar 86 MW a Nike.
Hasta ahora, los pactos operativos entre ambos grupos incluían una "colaboración estrecha" en el sector de la eólica marina, donde Iberdrola cuenta con importantes proyectos, también en estados Unidos.
El mes pasado entró en actividad su primer complejo de off shore en aguas de Alemania, con 350 MW de capacidad tras una inversión de 1.400 millones.