Oliver Wyman: el 4G se acerca al límite, el 5G será clave para atender el tráfico de datos
El potencial de la realidad virtual se ve como una vía para el crecimiento de las operadoras El sector se apoya en los servicios vinculados al potencial de las nuevas redes
Las telecos empiezan a dar pasos hacia la nueva generación de telefonía móvil. La consultora Oliver Wyman otorga al futuro 5G un papel central no solo en atender la creciente demanda de datos, sino también, en cambiar el equilibrio de fuerzas entre operadores y facilitar, o dificultar, el crecimiento de sus ingresos.
En su informe “On the technical future of the telecommunications industry”, la consultora señala que el 5G será necesario para atender la demanda, porque las redes actuales de LTE están llegando a sus límites. “Aunque la mayoría de los operadores no planean desplegar 5G antes de 2020 y están explorando soluciones intermedias, sólo esta tecnología podrá realmente asegurar que se atienda la explosión continuada del tráfico de datos, gracias a una mayor disponibilidad de espectro en las frecuencias más altas en las que operará la nueva tecnología”, dice.
Además, advierte de la implicación económica del 5G. Dado que las señales viajan menos distancia a frecuencias más altas, estas nuevas redes requerirán de una enorme cantidad de pequeñas celdas, que habrá que conectar a la red con enlaces de alta capacidad cada 200 o 300 metros en zonas densas, disparando la dificultad operativa y los requisitos de inversión. “Esto plantea un enorme reto para los operadores móviles, y serios interrogantes sobre la viabilidad de abordar múltiples despliegues bajo el modelo actual del sector”, explican estos analistas. Y es que casi todas las celdas 5G se conectarán a la red con fibra.
En términos generales, el informe de Oliver Wyman indica que los nuevos servicios vinculados al potencial de conectividad de las redes de nueva generación, tanto fijas como móviles, se han convertido en un vehículo de relevancia para la industria de las telecos.
Estos analistas identifican cuatro factores principales en el impulso de la demanda de conectividad de datos. Uno de ellos es el potencial de la realidad virtual (VR) como una vía para crecer. Según la consultora, el uso de esta tecnología “traerá requerimientos de conectividad tan exigentes que impulsará aún más la explosión de los datos”. La firma explica que el streaming de vídeo de realidad virtual, la compartición en redes sociales, la comercialización de experiencias virtuales y otros casos de uso empiezan a verse como desarrollos naturales, inevitables, de la necesidad de compartir experiencias vitales.
“El potencial de crecimiento de este mercado es enorme y se dirige hacia muchas dimensiones: cámaras, auriculares y plataformas de desarrollo”, dicen. Así, por ejemplo, señalan que Facebook pasó del texto a las fotos y de ahí al vídeo. En algún momento del futuro pasará a la realidad virtual, y esta plataforma no será la única.
Los otros tres factores vienen actuando hace tiempo, y continuarán haciéndolo en los próximos años: el aumento de la velocidad de los procesadores, el crecimiento de la capacidad de almacenamiento, y el desarrollo del tamaño y la resolución gráfica de las pantallas de los dispositivos.
Además, el internet de las cosas, el coche autónomo y la realidad aumentada proporcionarán impulsos adicionales al negocio de las operadoras.
Un difícil cambio de tendencia
Oliver Wyman cree que la explosión de la demanda de datos con el impulso de los nuevos negocios puede contribuir a mejorar también los ingresos de las telecos de forma natural y algo más robusta frente a las presiones regulatorias y competitivas.
Las telecos han intentado elevar los ingresos con las fusiones, subiendo precios, apoyando cambios regulatorios favorables a la inversión y desarrollando nuevos servicios. “Algunas de estas medidas están teniendo cierto éxito, pero aún no el suficiente para cambiar de forma clara la tendencia de los ingresos”, dice la firma. En los últimos diez años, el tráfico de datos en las redes fijas y móviles en Europa se ha multiplicado por 22, mientras que los ingresos por los servicios móviles han caído un 19% por la competencia y la regulación.