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La Champions de los drones que quiere adelantar a la Fórmula 1

La Drone Champions League es una competición entre los eSports y las carreras reales Aspira a crecer de la mano del mercado de drones, que será de 12.000 millones en 2021

Imagen de una de las carreras de la Drone Champions League de este año, en Bruselas.
Imagen de una de las carreras de la Drone Champions League de este año, en Bruselas.
Javier García Ropero

Parece todavía lejano el día en que se pueda afirmar que los eSports han alcanzado su techo. Los deportes electrónicos viven en la actualidad un momento de auge:este año cerrarán con una facturación de casi 700 millones de euros, un 43% más que el año anterior, y en 2020 el mercado alcanzará los 1.500 millones, según la consultora especializada Newzoo. Pero hay quienes ya empiezan a ir más allá, fusionando lo virtual con el deporte en vivo.

Es el caso de la Drone Champions League (DCL), una competición que tiene como protagonista otro producto que no ha tocado techo en el mercado: el de los drones. Según predicciones de Business Insider Intelligence, esta industria superará los 10.000 millones de dólares en el año 2021, mientras que en la actualidad se sitúa en el entorno de los 7.500, lo que significaría un crecimiento anual sostenido de casi el 8% anual. Esa precisamente es la gran baza de los creadores de esta competición de carreras de drones, que acaba de terminar su segunda edición y que ha sido creada por Herbert y Tom Weirather, hijos de los fundadores de la multinacional de marketing deportivo WWP, que está detrás de la organización del evento. “El potencial económico de los eSports es proporcional al mercado en el que se ubica, con juegos muy populares con millones de jugadores.Para nosotros, la clave es el desarrollo tecnológico de los drones y que sean cada vez más accesibles para todo el mundo”, afirma el director de ventas de la DCL, Tom Weirather.

De momento, el crecimiento de la competición va cumpliendo las previsiones. Como describe Weirather, este año han registrado un crecimiento anual del 30% en cada uno de los cinco eventos. Su base de aficionados, que el año pasado “casi no teníamos”, ahora alcanza los 250.000 seguidores en redes socailes, y el último evento celebrado en Berlín llegó a ser visto por un millón de espectadores por las distintas plataformas de streaming por las que son emitidas las carreras. “Emitimos todo en directo, algo que deberán hacer todos los deportes, porque los fans quieren estar al tanto de cada novedad”, apunta. Además, en la primera prueba del año, en París, dentro del Paris Drone Festival, hasta 150.000 personas vieron in situ la competición. “Estamos justo en el medio entre los eSports y las carreras clásicas”, dice el director de ventas de la DCL.

Cada drone tiene instalada una cámara. Esa imagen es la que ven los pilotos, a través de unas gafas.
Cada drone tiene instalada una cámara. Esa imagen es la que ven los pilotos, a través de unas gafas.

Y eso es porque, aunque los drones recorren un trazado real, sus pilotos los manejan a través de control remoto, equipados con unas gafas que les trasladan a la cámara situada en el drone. Una visión en primera persona que también se traslada a la pantalla del espectador. “Los mileniales y las comunidades de eSports son nuestros objetivos principales.Para ello estamos invirtiendo mucho en nuestra estrategia de redes sociales, que es la parte más importante para generar nuevos aficionados”.

Weirather explica que España es uno de los países donde empiezan a tener más tirón en las redes. De hecho, Barcelona es uno de sus objetivos para incorporar a su calendario, y uno de los pilotos es español: Dani Pacha, extremeño de 30 años y residente en Almendralejo, que durante nueve años participó en competiciones de helicópteros de radiocontrol. Su equipo, el Nexblades Freeflow, ha quedado cuarto de 10 equipos. “La DCL es un show que se hace para el público. Instalan pantallas, hay speakers, gente bailando... Montan un gran espectáculo para que la gente esté entretenida”.

Pacha maneja un drone que alcanza los 140 kilómetros por hora en 1,6 segundos, equipados con cuatro baterías, hasta cuatro hélices, y la cámara. Él mismo configura y prepara el suyo. Su equipo se hace cargo de todos los gastos, aunque esta competición aún no da para vivir de ella. “Yo tengo patrocinadores personales, Desde el Aire RC y RCProstyle.Nos ayudamos mutuamente, pero sigo trabajando porque mi empresa me da facilidades para compaginarlo”. Pacha espera seguir en un deporte que, según Tom Weirather, tiene el potencial para ser “igual o más” relevante que la Fórmula 1. “Ahora se habla de la Fórmula E porque todos los coches serán eléctricos. El futuro del deporte lo marcarán los desarrollos tecnológicos”.

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

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