Los SMS resisten a 25 años de su nacimiento
El uso de mensajes de texto cae por el crecimiento de WhatsApp, que alcanza los 1.300 millones de usuarios En 2016 se enviaron 1.387 millones de SMS en España
La revolución que supuso para las comunicaciones la tecnología de los SMS comenzó hace 25 años con un simple mensaje que decía "Feliz Navidad". El 3 de diciembre de 1992, en el Reino Unido, el joven diseñador de software Neil Papworth lanzó el primer mensaje de texto desde una computadora personal dirigido a Richard Jarvis, directivo de Vodafone. En aquel entonces, la telefonía era tan embrionaria que Jarvis no pudo siquiera contestarle por no tener letras en el teclado de su móvil Orbitel 901.
Los SMS, que durante años dominaron las comunicaciones personales en gran parte del mundo, ahora resisten entre unos pocos nostálgicos o usuarios que aún no han podido dar el salto al smartphone. En 2005, en medio del boom de la telefonía móvil, 34 millones de estadounidenses utilizaban regularmente los menajes de texto, según el Pew Research Institute. Hoy, los SMS han quedado opacados por los servicios de mensajería que no utilizan la red GSM ni cobran por enviar un mensaje, como iMessage, Snapchat o WhatsApp, que en julio de 2017 alcanzó los 1.300 millones de usuarios en todo el mundo.
En España, la caída del SMS ha sido abrumadora. En 2016 se enviaron 1.387 millones de SMS, muy por debajo del pico de 9.379 millones registrado en 2007, según el sitio Statista. En EE. UU., el declive comenzó más tarde, en 2012, cuando se enviaron 2,3 billones de mensajes, un 5% menos que el año anterior, según CTIA, el lobby de empresas de tecnologías inalámbricas norteamericanas. Se trataba de una cifra equivalente a 19,1 mensajes de texto por persona por día. A fines de 2010, 3.500 millones de usuarios utilizaban el servicio en todo el mundo.
Para bien o para mal, los SMS aún forman parte del día a día de millones de personas, y sus modos se han incorporado a la forma de hablar de toda una generación. Tanto en el uso masivo de abreviaciones, por la necesidad de sintetizarlo todo en unos pocos caracteres; como en el uso de emoticonos, antecesores directos de los emojis. Son pruebas de que los SMS resisten, aunque arrinconados, al paso de los años.