Hacienda asegura que la renta mínima llevaría a la quiebra del Estado
Llevar a cabo la medida promovida por los sindicatos obligaría a subir el IVA y el IRPF Nadal avisa que elevar los impuestos para financiar la renta básica generaría menor actividad
El secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, ha asegurado hoy que la implantación de una renta mínima en España supondría "la quiebra de la hacienda pública". Durante su comparecencia en el Congreso, Nadal ha cifrado en 15.000 millones de euros anuales el coste de esta medida, que contempla unos 430 euros mensuales a la población activa que esté en situación de desempleo para prevenir la pobreza y que se debate como proposición de ley a raíz de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) promovida por UGT y CCOO.
"Si llega al BOE tal y como está planteada supondría la quiebra de la hacienda pública española", ha aseverado. Para Nadal, el coste de esta medida tendría que llevar aparejada una subida impositiva "de tal nivel" que haría a España "volver a los peores años de la crisis" en términos de desempleo y recesión económica.
Para afrontar ese gasto, que supone entre 1,5 y 2 puntos del PIB, Nadal ha ejemplificado que habría que subir el IVA general en seis puntos o los tres tipos actuales en tres puntos y el IRPF en un 20% de media. Supondría, ha dicho, doblar el volumen total de recursos públicos que se destinan a protección social en España y que ha cifrado en 8.400 millones, un 0,75 % del PIB, cerca de la media del 0,8 % de la UE
Para Nadal, la puesta en marcha de esta prestación "sin apenas requisitos" para poder acceder a ella tendría además efectos desicentivadores en el mercado laboral y podría generar un "efecto llamada" para otros ciudadanos en riesgo de inclusión de la UE. "Acabaría con la hacienda pública española y con la economía (...) y podría poner en peligro el sistema de pensiones".
También ha advertido de los problemas competenciales que pueden surgir con las comunidades autónomas. Nadal ha defendido el sistema de protección social en España aunque ha reconocido que hay margen para gestionar mejor los recursos, simplificar programas y trámites e incluir estos temas en el debate de la financiación autonómica. Ha insistido en que la mejor forma de reducir la pobreza y la desigualdad es la creación de empleo