Axiare lleva la inteligencia artifical a los edificios de oficinas
La socimi ofrece unidades en alquiler en Alcobendas que aprenden los hábitos de sus ocupantes Un asistente virtual permite reducir el consumo energético y ahorrar en personal
El número 11 de la calle Francisca Delgado, en Alcobendas, Madrid, es el primer edificio de oficinas en España que integra un asistente virtual capaz de aprender los hábitos de sus ocupantes. Este sistema, que trabaja con una aplicación web y se controla con la voz, permite mayor comodidad para los habitantes, reduce el consumo de energía y ahorra en el gasto en personal. La socimi Axiare ha comprado y reformado el inmueble, proyectado por el arquitecto Rafael de la Hoz y construido en 2001, para relanzarlo a mediados de 2018.
“Mediante la inteligencia artificial, el asistente virtual del edificio, Virto, hace sugerencias para hacerte la vida más fácil”, ha asegurado este jueves Senén Bernárdez, portavoz de Opinno, durante la presentación. Si, por ejemplo, un ejecutivo pide un café todas las mañanas a través del micrófono incorporado en la sala de reuniones, al cabo de unos días Virto le preguntará si prefiere que directamente ordene un café a esa hora por él. Y sabrá si le gusta solo, cortado o con leche. Y si acompañarlo con una barrita o un cruasán.
El asistente también puede aprender quiénes visitan el edificio y cuándo lo hacen. Si todos los viernes por la tarde un directivo recibe a un consultor externo, Virto le preguntará si quiere enviarle automáticamente un pase de acceso cada semana. De esta forma, se reducen los tiempos de espera y el gasto en personal de vigilancia. En un edificio de 17.033 metros cuadrados, se pasa de tres vigilantes a solo uno. Y cubrir un puesto, durante todo el día, cuesta a los administradores unos 130.000 euros al año.
“En el futuro, la aplicación no solo estará conectada con la cafetería, el gimnasio o el sistema de carpooling, sino también con aplicaciones externas como Cabify”, ha dicho Bernárdez. La empresa proyecta instalar este servicio en todos sus edificios de oficinas.
El control de acceso es otro de los cambios introducidos en el inmueble. En vez de llamar a seguridad para avisar de que una persona tiene una cita, la aplicación móvil permite enviar un correo con un código QR para que el invitado pueda acceder al edificio a una determinada hora; el sistema, por si solo, avisa de que ha llegado. Además, cada empleado puede llevar su pase de acceso, con nivel de seguridad habilitado para el parking o el gimnasio, en su teléfono móvil.
Otra función del asistente es regular la temperatura por control de voz. Con una simple orden, el sistema, conectado a los servicios del edificio, sube o baja la calefacción. Virto, a su vez, registra la información sobre el uso del climatizador y puede calcular en qué horarios y sectores se utiliza con mayor frecuencia. Con estos datos, los administradores pueden programar dónde, cuándo y cómo regular la temperatura para optimizar el consumo energético de una manera económica y sustentable.
El precio del alquiler por metro cuadrado en el edificio será de 15 euros mensuales, un 25% por encima de sus competidores en la zona. Pero los inquilinos tendrán la posibilidad de disponer de salas de reunión comunes conectadas al sistema de Virto y un auditorio para 350 personas, entre otros extras. En total, Axiare ha invertido 6 millones de euros en la remodelación. “Este edificio va a aportar una mejor ambiente de trabajo para los empleados, que sin duda atraerá y mantendrá talento”, ha zanjado Guillermo Fernández Cuesta, director inmobiliario de Axiare Patrimonio.
Axiare acoge con frialdad la opa de Colonial
Axiare ha respondido con frialdad a la opa presentada por Colonial. Este miércoles, la socimi presidida por Luis López de Herrera Oria ha dicho en un comunicado que no ve con agrado la oferta lanzada por su competidor. La inmobiliaria aseguró que se tomará un tiempo para analizar la operación con sus asesores legales.
Colonial anunció el pasado lunes la opa por el valor total de su competidor. Axiare, por su parte, lamentó que hasta que se publicó la oferta, ni el equipo gestor ni el consejo de administración conocían la voluntad compradora de su rival catalana, que ya disponía del 15% del capital.
