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Enrique Sánchez: “La incertidumbre destruirá empleo en Cataluña”

"Debe de haber un mayor esfuerzo salarial por parte de las empresas" "La competitividad de una empresa de servicios no puede ser pagar menos a un trabajador por el mismo empleo"

Enrique Sánchez, presidente de Adecco España.
Enrique Sánchez, presidente de Adecco España.Manuel Casamayón
Raquel Pascual Cortés

A Enrique Sánchez (Sevilla, 1967), presidente del Grupo Adecco en España desde hace 12 años, le da “mucha pena” la situación que se está viviendo en Cataluña. A pesar de ser un directivo visiblemente muy vitalista, se muestra bastante pesimista al hablar del daño económico que reportará el conflicto catalán. Pero su negocio sigue; y cree urgente que España profesionalice la gestión de la temporalidad a través de empresas de trabajo temporal; y que la ley dificulte el dumping salarial en las empresas de prestación de servicios. Así, bajaría la temporalidad, asegura con determinación.

R. ¿Han notado ya la situación en Cataluña?
R. Igual que cualquier empresa que tenga intereses en Cataluña. Para nosotros es un mercado muy importante, ahí está el 20% de todo nuestro negocio en España. Tenemos 400 empleados internos y generamos allí unos 10.000 puestos de trabajo cada año. El actual momento de inestabilidad política, incertidumbre jurídica y tensión en la calle nos afecta como a todos. Y sí lo estamos empezando a notar. La economía en Cataluña se está ralentizando y se va a ralentizar más. Eso tendrá un efecto en el conjunto de la economía española.
R. ¿Se podrían parar nuevas inversiones en el resto de España?
R. Dependerá de cuánto tiempo tarde España en volver a tener un marco de estabilidad y seguridad. Ahora mismo la respuesta a esta pregunta es sí. No creo que haya muchas grandes multinacionales o grandes fondos planificando inversiones importantes y estrategias en España para los próximos años. ¿Cómo vas a invertir en un mercado a largo plazo si no tienes certidumbre de qué ocurrirá mañana con la legislación, con el empleo, las relaciones internacionales o con la propia moneda? No creo que esté entrando mucho dinero en España.
R. ¿Cree que se está evaluando bien el impacto económico del conflicto catalán?
R. No somos conscientes del daño que puede hacer a la economía. Pero mi preocupación principal es que la sociedad civil anda un poco indefensa. Los gobernantes, ni de un sitio ni de otro, no están siendo conscientes del daño económico, para el empleo y el estado del bienestar que se está produciendo a efectos prácticos en el día a día de las empresas y los trabajadores.
R. Se dice que el traslado del domicilio social de las empresas no afectará a sus plantillas ¿Lo comparte?
R. A veces este tipo de decisiones necesitan algún tiempo para producir efectos. Aunque digan que van a mantener el empleo en Cataluña, si se genera suficiente incertidumbre en un mercado como para que la demanda y el empuje de la economía se trasladen de una geografía a otra, eso, toda seguridad, destruirá empleo en Cataluña en el medio plazo.
R. La actividad de las empresas de trabajo temporal (ETT) es un indicador adelantado de la actividad ¿habían notado alguna ralentización antes del 1-O?
R. No. Ni en Cataluña ni en el resto de España. Se crecía el doble que Europa. El momento económico era bueno para todos , pero de repente lo está dejando de ser.
R. Y, por el contrario ¿se estaba inflando alguna burbuja?
R. El sector inmobiliario se ajustó muchísimo y ha vuelto a captar inversores privados e institucionales, lo que está inflando nuevamente los precios. El resto de sectores crecían moderadamente ordenados.
R. ¿Es cierto que las empresas no encuentran trabajadores para determinados puestos?
R. Sí. Aún hay 3,5 millones de trabajadores en paro. Hay un 30% de trabajadores no cualificados y un 40% de los jóvenes están desempleados. Esto tiene que ver con la distancia sideral que hay entre las competencias que genera el sistema educativo y las necesidades reales de las empresas.
R. Pero este es ya un mal endémico de la economía española desde hace años...
R. Cierto. Y no solo no se ha hecho nada para remediarlo sino que el problema va a peor. Hay profesiones en el ámbito de las tecnologías, el manejo de datos, la inteligencia artificial, que no tienen candidatos para cubrirse. Tampoco encuentran trabajadores forjados en la Formación Profesional. Casi el 40% de las demandas empresariales son para titulados de FP y en España apenas el 10% de los jóvenes cursa esos estudios. La FP se ha desmantelado en actividades industriales o tecnológicas, cuando es el principal generador de empleo en la UE. Y la FP dual casi no existe.
R. Entonces, ¿3,5 millones de parados son el desempleo estructural de España?
R. Es muy difícil saberlo; pero sí se puede acercar a esa cifra y eso es un drama. Una base cercana a tres millones de personas tienen muy difícil encontrar un empleo. Sin no hay un compromiso entre empresas, instituciones y, sobre todo, partidos políticos, la alternativa será subsidiarlos para siempre. Eso hará a España menos competitiva.
R. Usted ha dicho que le preocupa que el consumo interno lidere el tirón de la economía ¿es momento de subir ya los salarios?
R. Sí. Se ha recuperado el 60% del empleo perdido en la crisis pero no el poder adquisitivo de los trabajadores. Las empresas deben volver a subir los salarios cuando cambia el ciclo. A este debate hay que incorporar la parte variable del salario y vincularla a la productividad. La única forma de que un trabajador entienda que hay que bajarle el sueldo cuando la empresa va mal es que se lo suban cuando va bien. Así que, sí, debe haber un poco más de esfuerzo salarial de las empresas. Si un empleado es competitivo, se tiene que ver en el sueldo.
R. Adecco Outsourcing compite en el sector de empresas de servicios, donde los salarios por debajo de mercado son lo habitual...
R. Sí, pero Adecco está liderando un cambio en ese sector. Hemos firmado el primer gran convenio con CCOO y UGTpara pagar a los trabajadores de estas divisiones de servicios lo que diga el sector al que se dedican. La competitividad de una empresa de servicios no puede consistir en pagar a un trabajador menos que a otro por el mismo trabajo.
R. Pero así es como funcionan muchas empresas de servicios...
R. Sí y se debe terminar. El Gobierno debería modificar el artículo 84.2 de la reforma laboral, para que el convenio de empresa no sea prioritario. El convenio de referencia debe ser sectorial y de ámbito nacional.
R. El Gobierno prepara medidas para penalizar la temporalidad este mismo año.
R. No las comparto. La temporalidad en España es excesiva y no se justifica por la estacionalidad, pero la vía no es la penalización. Al Gobierno le aconsejaría una gestión profesional de la temporalidad a través de las empresas de trabajo temporal, que son las más garantistas con los derechos de los eventuales. Con eso, y una adecuada regulación de las empresas de servicios, bajaría mucho la temporalidad.

Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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