Estas son la veintena de familias que aún controlan un 15% del Ibex
Su posición conjunta en el índice bursátil roza los 100.000 millones Inditex, ArcelorMittal y los grupos ligados a la construcción son las compañías donde las sagas familiares acumulan un mayor peso
Un puñado de nombres ilustres se aferran con uñas y dientes a su estatus como comandantes del top empresarial español. Lo hacen frente al apetito inversor de grandes gestoras de fondos y hedge funds internacionales, que han redoblado su apuesta por la Bolsa española atraídos por un Ibex que se revaloriza un 10% en el año. Algunos (como los Albertos o las Koplowitz) remiten a otra época de oropel entre el empresariado español. Otros, como Berlusconi o Mittal, al interés del dinero por traspasar fronteras y asentarse en la Península Ibérica. Han obtenido sus derechos a través de la herencia de sus progenitores o bien (en el menor de los casos) o a través del éxito empresarial que supone ver cómo una pequeña empresa familiar se transforma en un gran grupo.
Un ejemplo de ello es Amancio Ortega. Es dueño de la que fue una pequeña firma de confección textil, convertida ahora en la mayor cotizada española por capitalización bursátil. Con un valor en Bolsa de en torno a 100.000 millones, controlar el 64,37% le vale a los Ortega para atesorar acciones por valor de 64.000 millones. Es la familia con una posición mayor en todo el Ibex.
El fundador del emporio textil español retiene poco más del 59% del accionariado. Lo hace en su mayor parte a través de su sociedad patrimonial, Pontegadea. El resto, 9,28% lo ostenta a través de Partler. Su hija Sandra Ortega controla un 5,05%. Heredó la participación de su madre y exmujer de Ortega, Rosalía Mera, que ostenta a través de ROSP Corunna Participaciones Empresariales.
Los Ortega son una de las 19 familias presentes en el accionariado de los 35 integrantes del Ibex. Entre todas retienen un patrimonio que bordea los 100.000 millones de euros (98.500 millones). Les vale para conservar el control sobre un 15% del selectivo, según los registros de la CNMV. Los accionistas deben informar al regulador si su posición supera el 3%. Y, en el caso de que tengan su domicilio en un paraíso fiscal, si controlan más del 1% de las acciones.
Entre las sagas familiares del Ibex 35 destacan los Grifols. Esta familia catalana abrió la puerta a inversores externos en 2006 cuando sacó a Bolsa la multinacional del plasma que había pasado de padres a hijos desde 1940. La familia, sin embargo, retiene un 30% del capital, atomizado en diversas sociedades en manos de padres, hijos, nietos y sobrinos. La inversión entre todos ellos asciende a 5.000 millones.
En la dirección de la compañía ha desembarcado ya la cuarta generación. Raimon Grifols Roura y Víctor Grifols Deu (tío y sobrino) asumieron el cargo de consejeros delegados en diciembre del año pasado. Sustituyen a Víctor Grifols, aún presidente pero sin funciones ejecutivas.
La familia fundadora controla el 30,79% del capital a través de las sociedades Deria, Scranton y Thortol, que agrupan diversas ramas familiares. En ellas están presentes también otros miembros del consejo ajenos a la familia.
El caso de Grifols ha sido repetido una y otra vez en muchas compañías españolas. Más en el sector de la construcción, donde las familias conservan una posición más o menos relevante en el capital de todas ellas. Empezando por la ACS. Allí el mayor paquete empresarial continúa en manos de dos primos que pertenecieron a la más alta gestión empresarial española: Alberto Cortina y Alberto Cortina Alcocer (popularmente conocidos como Los Albertos). A través de dos holdings empresariales —Corporación Financiera Alcor e Invermelin Patrimonio— retienen un 17,74%. Les sigue el presidente de la compañía, Florentino Pérez. Controla un 12,51% con una inversión de más de 1.200 millones.
Decir Florentino Pérez en ACS es lo mismo que mencionar a la familia Del Pino en Ferrovial. Esta saga atesora un 35,79% de las acciones de la compañía y buena parte de los asientos en el consejo de administración. En Acciona son los Entrecanales, cuya participación se eleva al 53,9%. Se mantienen como mayores accionistas vía dos sociedades constituidas en Holanda.
La pujanza de las familias en las constructoras contrasta con su declive en la banca, donde las grandes gestoras internacionales son ya sus accionistas de referencia. La excepción es la familia Botín. Jaime Botín es el mayor accionista en Bankinter, donde tiene cerca de un 24%. En Santander la familia controla un 0,9% tras la última ampliación de capital realizada. Dentro de ese porcentaje se incluye el 0,13% de Ana Botín.
No todos los nombres propios del Ibex se conjugan en español. La segunda familia con más dinero invertido procede de India y son los Mittal. Entraron en el capital de Arcelor en 2006 gracias a una opa que la fusionó con la mayor acerera del mundo. La familia copa el 37,8% del capital del grupo resultante. El otro nombre extranjero es el exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Replicó en España el grupo de comunicación que ya controlaba en su país natal, Mediaset, con la compra del 52% de Telecinco. En la actualidad ostenta un 50,2%.
Fuera del Ibex quedan algunas de las grandes fortunas de la empresa española. El magnate mexicano Carlos Slim controla un 70,8% de Realia y tiene un 61% de FCC, de la que Esther Koplowitz ostenta un 20%.
Sagas familiares
Los March ceden posiciones: Los March son una de las familias clásicas en la Bolsa española. A través de su brazo inversor, Corporación Financiera Alba, invierte unos 1.160 millones. Una posición que, sin embargo, ha visto mermada en el último año, cuando ha salido de, por ejemplo, ACS. Aún así, se mantienen en el capital de tres compañías del Ibex: Acerinox (18,95%), Indra (11,324%) y Viscofan (11,06%). En la primera comparten el accionariado con otra familia, la empresaria Alicia Koplowitz, que tiene el 9,883% de la siderúrgica. En la última está también presente la jerezana Ana María Bohórquez Escribano, con poco más del 5%.
Colonial, imán para América Latina: El miembro más nóvel del Ibex ha atraído en los últimos tiempos a dos familias latinoamericanas. Por un lado, este año ha ido destacándose el heredero del imperio mexicano Grupo Modelo (fabricante de la cerveza Coronita). Carlos Fernández González tiene ya el 13,76% del capital. Antes entró en el capital Alejandro Santo Domingo, miembro de la familia más rica de Colombia, que tiene un 7,33%. De mucho más cerca llega el dinero que ha invertido la familia Puig en la inmobiliaria catalana. Este año han aflorado un 5% del capital.
Los Lladó, fuertes en Técnicas Reunidas: El patriarca de los Lladó, José Lladó, retiene una posición de fuerza en el accionariado de Técnicas Reunidas. El 37,19% del capital que atesora le valen para ser el mayor accionista y su presidente ejecutivo. Su posición, que se eleva hasta el entorno de los 580 millones, está dividida en dos compañías. Por un lado, Aragonesas Promoción de Obras y Construcciones (que tiene un 5%). Y el 32% restante a través de Araltec.
Meliá, el gigante hotelero de los Escarrer: En el motor económico español (la industria turística), las familias desempeñan también un papel preponderante. Un caso paradigmático es el de la familia Escarrer, cuyo patriarca Gabriel Escarrer Juliá retiene un 50,9% del capital de la hotelera Meliá.