Nacho García Vinuesa, el estilo ecléctico de un decorador fan de los hoteles
El madrileño es arquitecto e interiorista Ha decorado viviendas, restaurantes y hoteles nacionales e internacionales
Es arquitecto e interiorista y responsable de la decoración de viviendas particulares, restaurantes y hoteles nacionales e internacionales. Nacho García Vinuesa (Madrid, 1967) confiesa que su estilo tanto personal como profesional sigue el mismo patrón, ecléctico. “Me gusta mucho cambiar de imagen, no siempre voy desenfadado y no siempre voy elegante. Me gusta vestirme según la situación. Viajo mucho y me gusta siempre llevar un poco de todo”. Asegura que en verano opta por un estilo hippy y desenfadado, lo mismo que cuando está en casa, “pero cuando hay que ir a fiestas, sobre todo en América, me gusta ir divertido con un toque clásico por mi edad, pero siempre con alguna cosa desenfadada en plan innovadora”.
Confiesa además que intenta darse muchos caprichos, “tengo la suerte de trabajar en algo que me gusta mucho y también mi forma de trabajo actual es mucho más relajada que la que tenía antes”. Su mayor capricho es haber conseguido poder dedicarse, solo, a diseñar, a pensar, a buscar, a ir a ferias, ... “y quitarme la pesadez de la obra, del fontanero, del electricista que lo hace la gente de mi estudio”. Señala que ese capricho es el que da magia a todo lo que hace.
Por lo demás afirma no ser nada maniático. "Soy muy fácil, hay algunas cosas en las que soy ordenado, pero no tengo manías, porque no sirven para nada”, afirma García Vinuesa.
Siempre Tod’s
Si hay una marca de la que no pueda prescindir esa es Tod’s. Siempre calza zapatos de la firma italiana. “Trabajé para ella hace muchos años y una vez los pruebas es difícil volver a otra. Son zapatos preciosos y muy cómodos, además de incombustibles”. Guarda zapatos de hace 15 años y “son una gozada”. Otra marca a la que es fiel a la hora de vestir es Gucci, “no es para todos los días, pero compro todas las temporadas alguna prenda”.
Fiel al perfume
Desde los 16 años, cuando se compró su primer “botecito de Kouros, de Yves Saint-Laurent, no he vuelto a usar jamás otra que no sea esa”. Con los años, los que están a su alrededor y le conocen de toda la vida le identifican con este particular olor. “Es algo con lo que me identifico tanto que cuando alguna vez he olvidado mi frasco y uso otro me siento rarísimo”, añade el decorador.
Cada vez menos 'teki'
Confiesa que ha sido muy tecnológico. “Fui de los primeros que me metí a un curso de programación de internet cuando era una cosa totalmente de lunáticos”, explica. Siempre pensé que la tecnología era muy importante, sobre todo en mi profesión. “De dibujar planitos con tiralíneas, al rotrings y ahora a usar el Autocad”. Sin embargo, cree que ahora mismo la tecnología “está empezando a dominarnos y no me dejo”.
Pasión por los hoteles
Le encantan los hoteles, ahora mismo se dedica a gestionar hoteles, en paralelo a su actividad de arquitecto y “llegará un momento en que pueda dedicarme solo a esa actividad porque me parece más tranquila y menos estresante”. Asegura que tiene una parte de creatividad, “porque al final los hoteles siempre están en movimiento”, dice el decorador, que firma, entre otros, el interiorismo del hotel Room Mate Waldof, de Miami.
Un viaje a África
Ahora mismo le ronda en la cabeza hacere un viaje de un par de meses a África. “El problema es buscar el tiempo, pero me encantaría perderme ese tiempo, yendo de un país a otro sin tener que pensar ni organizar, sino yendo a la deriva y poder disfrutar de la soledad, de las grandes sabanas”, explica García Vinuesa, que destaca del continente los animales. Es un viaje que está planeando para el próximo año.
De regalo, champán
Casi siempre lee en francés o en inglés, varía bastante. “Lo hago para mantener viva esas dos lenguas, el inglés lo uso más, pero el francés menos, y al leer estás practicando”. Acostumbra a leer habitualmente todas las noches sobre todo novela contemporánea, best sellers y de vez algún premio Nobel. Yle gusta regalar vino o champán, “porque me parece que es algo que, salvo raras excepciones, todo el mundo disfruta”.