Las ‘startups’ de base científica reclaman la ayuda de las empresas del Ibex
Los expertos aconsejan buscar la competencia y ser flexibles en el plan de negocio Las pymes piden a las Administraciones apoyo en las fases tempranas
Las empresas del Ibex deben ser tractoras de compañías tecnológicas como las nuestras, algo que actualmente apenas sucede”, comenta Rafael Ferritto, director general de NanoInnova una spin-off de la Universidad Autónoma de Madrid especializada en el desarrollo de nuevos materiales innovadores. Este doctor en Química y MBA por IE Business School cree que las grandes compañías nacionales deben ejercer un papel de “empresas tractoras” en colaboración con pymes innovadoras como la suya.
Esta reclamación surgió en un encuentro bautizado como Del laboratorio a la industria, organizado por el Parque Científico de Madrid (PCM), donde dos empresarios dieron consejos a las startups de base científica sobre cómo dar el paso para salir del ámbito universitario a la realidad del mercado. “No nos vendría mal que la Administración y los parques científicos nos ayudaran y ejercieran su influencia sobre estas grandes empresas del Ibex”, comenta Ferritto. Este emprendedor ve crucial que las grandes firmas se fijen en las innovaciones realizadas por las pymes punteras. “En nuestro caso, desarrollamos asfaltos y para nosotros es muy importante trabajar con empresas como Repsol, Cepsa o Ferrovial. Yo aconsejo que las empresas de los parques científicos vayan donde está el dinero, en el Ibex”, añade.
También se queja de la debilidad en la denominada compra pública innovadora, un mecanismo que ha surgido en los últimos años para que las Administraciones busquen entre las pymes que realizan I+D a sus proveedores. “La compra pública innovadora ha sido un cuento chino”, afirma.
“Las Administraciones también deben ejercer como facilitadores en las etapas tempranas de las empresas científicas”, reclama, por su parte, Antonio Delgado, director general de negocio y cofundador de Natac, firma biotecnológica que desarrolla extractos de origen vegetal, especialmente ingredientes derivados del olivo y de la uva. “Nosotros buscamos dentro de cada gran empresa un campeón, que empuje nuestro producto. Seleccionamos a alguien con capacidad para influir y lo mimamos”, sugiere, para que la investigación sea conocida en el potencial cliente. Los ingredientes producidos por Natac tienen su aplicación en la industria farmacéutica, alimentaria, alimentación animal y cosmética. Disponen de dos fábricas en Córdoba y Ciudad Real.
Tanto Natac como Nanoinnova surgieron en el PCM y recientemente lo han abandonado para crecer con sede propia. “Al salir del parque científico pierdes un halo científico, pero das un paso industrial”, reconoce Delgado. “Aunque nosotros no hemos perdido la imagen de empresa dedicada a la I+D. Hay que elegir bien el momento para salir”, añade.
El responsable de Natac también se queja de que faltan ayudas tanto públicas como recursos privados en las etapas tempranas de las empresas: “Se puede crecer sin mucho dinero. Lo que hace falta son nuevos instrumentos de apoyo”. Coincide Ferritto: “En España no hay fondos para fases tempranas. Puedes encontrar recursos europeos o del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) para la investigación, pero en las siguientes etapas industriales entramos en un abismo”.
Consejos para pymes
Entre los consejos para las pymes punteras, el responsable de NanoInnova apunta a que deben tener “cintura y flexibilidad ante los imprevistos” en el plan de negocio.
“No se nos ocurre ir al banco a pedir dinero”, señala, por su parte, Antonio Delgado, de Natac, quien aconseja buscar la autofinanciación mediante servicios a otras empresas, además del capital riesgo y ayudas a la I+D. Rafael Ferritto, de NanoInnova, coincide: “No pedimos dinero a los bancos porque no nos lo hubieran dado. Solo lo aceptaremos cuando vengan a ofrecérnoslo”.
“Hay que buscar la competencia. Es buena. Samsung existe porque Apple funciona”, opina Ferritto.