Las ideas de dos seniors políticos para mejorar el sistema educativo
Rubalcaba y Gallardón en un cara a cara sobre la docencia La especialización total de las carreras se considera un gran error
Tras varios años de transformación del mercado laboral, parece que el futuro se escribe en clave de talento, conocimiento, formación y cualificación. Palabras, todas ellas, con cada vez más peso en las empresas.“Del millón doscientos mil empleos que se han creado en España en los últimos años, solo el 11% no exigían de cualificación”, explicó hace dos semanas Alfredo Pérez Rubalcaba, profesor y político español del Partido Socialista y vicepresidente del Gobierno de España durante el gobierno de Zapatero. “O tienes título o lo pasas mal”, prosiguió tajante, durante un diálogo que mantuvo con su colega Alberto Ruiz-Gallardón, fiscal y Ministro de Justicia del Gobierno de España entre 2011 y 2014, en una jornada organizada por Deusto Business School para celebrar el final de curso.
Del 1,2 millones de empleos creados en España en los últimos años, solo el 11% no exigían de cualificación
Alfredo Pérez Rubalcaba
Esta predilección por el talento hace complicado el trance para muchos españoles. “Vivimos una época en la que lo importante fueron las materias primas, el capital. Pero ahora lo es la información, y en eso tenemos un problema debido a las altas tasas de abandono escolar con las que hemos contado aquí”, continuó Ruíz-Gallardón. La razón de esa situación, apuntó Rubalcaba, ha sido lo que él denomina “atracción fatal. Había turismo y construcción, los chicos encontraban un trabajo pronto y un ingreso fácil, y sacamos a estudiantes del instituto y les metimos en la obra. Pero esa gente que ha dejado la educación ya no tiene forma de reciclarse”.
Este diagnóstico, de sobra conocido y analizado, parece, eso sí, haber menguado. “La tasa de abandono escolar ha bajado porque se ha acabado esa atracción fatal”, continuó el exvicepresidente. Lo que toca ahora es, por lo tanto, aprovechar la tendencia e intentar formar lo mejor posible a los estudiantes, así como corregir cuanto antes las debilidades y desviaciones del sistema educativo español, incluyendo el intento por frenar la tasa de abandono escolar.
“Se intuye que dentro de una o dos décadas la mitad de los empleados perderá su trabajo”, recordó Gallardón. La mayor dificultad del proceso, reconocieron ambos, es enfrentarse al reto de formar en profesiones que hoy en día se desconoce cómo serán. Pero para estos expolíticos, intentarlo merece la pena: “La educación es al inicio un problema individual, pero acaba siendo global, ya que el que carece de conocimiento va a ser de una forma u otra excluido. Esa legión de excluidos es un problema conjunto”, señaló el profesor. “Si a un chico de 16 años le sacas de la educación, nunca va a poder dirigir”, respondió el fiscal.
Una de las soluciones propuestas por los dos expolíticos, que reconocieron bromeando que desde que no ocupan cargo pueden ir más allá en sus opiniones, es no trastocar más el sistema educativo. “Más que manosear todo el esquema, hay que hacer microcirugía: ver qué falla y a partir de ahí intentar arreglarlo. Yo no haría grandes pactos que remueven todo”, propuso el militante del PSOE. Sobre esta idea profundizó Ruíz-Gallardón: “El sistema educativo debería hacer una apuesta total por la empleabilidad. No tiene sentido que siga existiendo tal divorcio entre la universidad y la empresa, por ejemplo, con algunos departamentos que ofrecen títulos que no demanda la sociedad”.
El exministro reconoció, además, que en el mismo nivel está la persona que abandona la educación como el profesional que ha completado su formación pero a la hora de la verdad se ve en la calle sin que su esfuerzo haya valido la pena. “Estamos cometiendo un error con la hiperespecialización. Hemos creado muchos títulos nuevos, y a veces lo hemos hecho acabando con ramas básicas”, desarrolló el exvicepresidente. Quizá, para intentar paliar esta tendencia, el sistema educativo debería procurar proporcionar una base más amplia a los estudiantes, sobre la que después sembrar el contenido adaptado a cada materia. Para poder construir todo esto, eso sí, “hay que ser consciente de que la educación es una inversión, porque el proceso de cambio es cara”, respondió el popular, quien reconoció cómo, en gran medida, el sistema educativo no mejoró en los años del bipartidismo por culpa de las dos formaciones tradicionales. “Al PP en la oposición no le importó dañar al sistema con tal de perjudicar al que gobernaba. Y viceversa”.