El déficit de examinadores colapsa la temporada alta de las autoescuelas
La DGT prevé elevar la plantilla de los 774 efectivos actuales hasta los 928 en 2018 Desde que comenzaron las movilizaciones se han cancelado 150.000 pruebas
Las más de 9.000 autoescuelas que hay en España empiezan a notar las consecuencias de la huelga de examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT). Según los cálculos de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), desde que comenzaron las movilizaciones se han cancelado 150.000 pruebas y los retrasos de exámenes para obtener el carnet de conducir son constantes.
El conflicto laboral se encuentra enquistado y, si nadie lo remedia, a partir del 4 de septiembre podría agravarse al convertirse la huelga en indefinida. “Si el conflicto se extiende a septiembre, muchas autoescuelas cerrarán”, alerta CNAE en un comunicado. “Como el conflicto siga, no se aguanta esto porque los chicos dejan de dar clase. Antes había exámenes cada 15 días, ahora puedes estar un mes parado. Se junta mucha gente para examinar y solo se pueden presentar cuatro alumnos por cada coche”, explica una profesora de autoescuela de la zona norte de Madrid. Cuando el alumno acude a examinarse abona unos 150 euros para la tasa del examen y la gestión.
Los examinadores piden a la DGT que se cumpla el acuerdo alcanzado en noviembre de 2015 cuando tras seis semanas de huelga la entonces directora general de Tráfico, María Seguí, se comprometió a dar “garantías de seguridad a los funcionarios” tras las denuncias de agresiones e insultos por parte de los alumnos y una compensación retributiva por la carga de trabajo.
El director de la DGT, Gregorio Serrano, cifró en 80.000 las pruebas prácticas del examen de conducir realizadas durante el mes de junio. Otras 65.000 se quedaron sin hacer
También se anunció que en dos meses se pondría en marcha un sistema para que las calificaciones del examen práctico no se entregaran in situ, sino que se consultara en la página web, como ya se hace con la parte teórica, explica Joaquín Jiménez, presidente de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra).
Estos compromisos de Tráfico nunca se cumplieron, lo que unido a la merma de plantilla de funcionarios, llevó a los sindicatos a convocar una huelga. La primera jornada se celebró el 2 de junio, con un seguimiento del 90% y una concentración en Madrid, que volverán a realizar este martes.
Desde el 19 de junio, los examinadores no trabajan los lunes, martes y miércoles, mientras que examinan los jueves y los viernes. Cada examinador solo puede hacer diariamente 13 pruebas como máximo y cada examen dura 25 minutos.
La DGT cuenta en la actualidad con 774 examinadores en plantilla. Sin embargo, las asociaciones rebajan esta cifra. “Habría que quitar a los 68 coordinadores y las bajas. Habrá unos 650 examinadores reales que salen a la calle a examinar”, explica Jiménez. “A causa de las vacaciones y de las bajas de larga duración, no trabajarían más de 619 funcionarios”, señala CNAE.
La previsión de la DGT es que la plantilla se aumente mediante diversas convocatorias hasta alcanzar los 928 examinadores a finales de 2018, según explicó el actual director general Gregorio Serrano. Esto supondría un aumento de 154 examinadores, de los cuales unos 60 provendrían de personal laboral de las Fuerzas Armadas y otras 70 son plazas de nueva creación a través de una Oferta de Empleo Público que convocó el Consejo de Ministros el pasado 7 de junio.
El propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, reconoció en enero ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso que faltaban 176 examinadores. CNAE y Asextra cuestionan las cifras de Interior al no descontar las jubilaciones, una treintena al año que no se cubren, y piden un aumento de plantilla de 300 empleados. “La administración siempre tira a la baja. Faltarían el doble y reducir la carga de trabajo para dar un servicio público y de calidad”, reclama Jiménez.