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El Gobierno se opone a Vargas y TCI evitando una opa de Aena por Abertis

La propuesta de adquisición partió del fondo británico y Aena obligó a opinar al Gobierno La acción de Abertis sigue en el umbral de la opa de Atlantia

José Manuel Vargas, presidente de Aena, con Julio Gómez Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras y presidente de Enaire.
José Manuel Vargas, presidente de Aena, con Julio Gómez Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras y presidente de Enaire.Pablo Monge
Javier Fernández Magariño

El consejo de Aena vuelve a convertirse en zona de conflicto, en la que el último bombazo ha sido un proyecto de contraopa del operador aeroportuario sobre Abertis frenado ayer oficialmente por el Gobierno. Se agudiza el desencuentro de la presidencia de Aena, a la que se suma su accionista privado más relevante, el fondo británico TCI, con el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Para el frente disidente, sería positivo para el desarrollo de la compañía que el Estado bajara del 50% en el capital y fuera posible activar un proyecto de crecimiento al mismo nivel de importancia que la atención al servicio público . En La Moncloa, sin embargo, abogan de momento por una Aena centrada en la gestión de los aeropuertos españoles bajo el concepto de red.

Respecto al frustrado intento de opa, fuentes de toda solvencia explican que fue la entidad financiera que dirige Chris Hohn, titular de un 11,3% de Aena, quien apadrinó en mayo la idea de adquirir Abertis. El asunto fue tratado en el seno de la comisión ejecutiva de Aena y el presidente José Manuel Vargas, obligado a emprender una prospección formal, lo elevó al consejo. Pero la decisión trascendía a la propia Aena.

Tanto Vargas como TCI eran conscientes de que el Consejo de Ministros, e incluso el Congreso, tienen la última palabra, en virtud de la titularidad pública de Aena. De hecho, la opa competidora –frente a la que formuló Atlantia el pasado mes de mayo– fue descartada semanas atrás, pero el Gobierno se vio forzado ayer a opinar de nuevo, esta vez públicamente.

El accionista de control de Aena, la sociedad estatal Enaire, tenía reunión del consejo de administración, que comenzó marcada por la suspensión de la cotización de Abertis y de la propia Aena ante la noticia del proyecto de contraopa. Tras el encuentro, Enaire expuso negro sobre blanco su rechazo en un comunicado enviado a la CNMV.

La nota, con membrete de Aena, arrancaba con el reconocimiento de que la cotizada había analizado “la viabilidad financiera e industrial de una potencial oferta pública de adquisición de Abertis”. Aena habló de la necesidad de autorización del Consejo de Ministros “para ampliar el perímetro del sector público empresarial y la necesidad del acuerdo de la junta general al tratarse de una adquisición de activos esenciales al superar el 25% del valor de los activos de Aena”.

Ante estas exigencias, se acordó solicitar la posición del accionista mayoritario. Y Enaire, presidida por el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez Pomar, fue tajante: “Examinada la potencial adquisición de Abertis por Aena y valoradas sus implicaciones de todo orden, así como las razones de oportunidad y de contribución al interés general, se ha decidido por unanimidad rechazar esta potencial adquisición”. Abertis ha sido valorada por la opa de Atlantia en 16.340 millones, a los que hay que sumar casi 15.000 millones de deuda. Un bocado de dura digestión.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha estado al tanto del plan y se ha colocado entre quienes han defendido la negativa a plantear batalla por la empresa española de autopistas. Los ministros de Economía y Fomento, Luis de Guindos e Íñigo de la Serna, aseguraron en el arranque de la opa italiana que el Gobierno sería neutral.

Una ampliación de capital en Aena para atraer accionistas de Abertis mediante un intercambio de acciones diluiría a Fomento como primer accionista

Impedimentos

Tras la aclaración de Enaire, la CNMV levantó la suspensión de las acciones de Aena y Abertis: la primera escaló un 2,29% y la segunda subió un escaso 0,15%. El regulador logro así que no se disparara la cotización de la catalana, inmersa en la opa formulada el pasado 15 de mayo por Atlantia a 16,50 euros por título.

Las barreras que desaconsejan la contraopa son diversas. Una ampliación de capital en Aena para atraer accionistas de Abertis mediante un intercambio de acciones diluiría a Fomento como primer accionista, mientras la Ley contempla que el Estado no bajará del 51% salvo permiso expreso del Congreso y el consiguiente cambio legislativo. Con el PP gobernando en minoría cunde entre el Ejecutivo la idea de que no es momento de plantear el avance en la privatización de Aena.

De haberse planteado la oferta con un cheque en efectivo se pondría en serio riesgo el reparto de dividendos del operador aeroportuario, del que ya se nutren las arcas públicas. Por último, está en duda si la financiación externa de una operación de estas características computaría o no en el déficit del Estado, tal y como ha sucedido cuando Aena ha tratado de emitir bonos, pese a que esta se autofinancia con las tasas aeroportuarias y sus ingresos comerciales.

El consejo de Aena vuelve a reunirse el martes para ver las cuentas. Resonará aún el choque de ayer.

Sin encaje económico ni estratégico

- Al Gobierno no le cuadraba protagonizar una opa sobre Abertis y fue vista con recelo por el entorno más íntimo de Mariano Rajoy. La primera preocupación de La Moncloa respecto al cambio de control en la firma de autopistas es el futuro de Hispasat, la filial de satélites de Abertis, por el carácter estratégico de la misma para las comunicaciones civiles y militares del país. Sin embargo, en el Gobierno son mayoría los que no encuentran sentido en que Aena pase de grupo aeroportuario a un gigante público con autopistas en medio planeta. Tampoco hay disposición a abrir batalla frontal con Italia ni a someterse a tan descomunal factura económica.

- La integración de Aena y Abertis habría creado el mayor grupo de operación de infraestructuras europeo, por delante de la francesa Vinci y de la italiana Atlantia.

- Mientras corre el reloj de la opa italiana por Abertis y se ha conocido el interés de Aena por acercarse a la firma participada por La Caixa, en Londres se trata de fraguar una alianza de fondos capaces de pujar por el control de Abertis.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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