Fresh Laundry, las lavanderías autoservicio que quieren acabar con la colada en casa
Con más de 40 establecimientos, la mayoría franquiciados, el fundador de esta cadena, nacida en Cataluña, se ha propuesto que 2017 sea el año de su definitiva expansión nacional
¿Aún sigue lavando la ropa en casa? ¿Se ha planteado bajar a la calle a hacerlo, algo muy habitual en países anglosajones, por ejemplo? Los responsables de la cadena de lavanderías autoservicio Fresh Laundry se han propuesto convencerle y, para hacérselo más fácil, esta compañía, tras consolidar su liderazgo en Cataluña, se encuentra en pleno periodo de expansión por toda España, con 41 establecimientos, de los cuales 3 son propios y 38 franquiciados.
El germen de este negocio se encuentra en 2006, cuando el empresario argentino Roberto Haboba abrió su primera lavandería en Mollet del Vallès, provincia de Barcelona. “El negocio fue a más y la demanda de este tipo de establecimientos también, razón por la que en 2012 decidí abrir Splash, una lavandería autoservicio de alto standing en la calle Diputación de Barcelona. Tras esta, creé la marca Fresh Laundry y bajo el concepto de franquicia emprendí este recorrido”, recuerda su fundador.
Y no le ha ido mal. La cadena prevé crecer un 60% en 2017, con la apertura de 25 nuevas lavanderías autoservicio. En este sentido, la empresa registra aumentos interanuales de dos dígitos desde su fundación hace cinco años. Así, en 2016 lograron una facturación anual de 1,4 millones euros, lo que supone un 75% más que en 2015, cuando la cifra fue de 800.000 euros.
Según la empresa, una familia puede ahorrar 675 euros anuales en la factura de electricidad lavando la ropa fuera de casa
Nacieron con el objetivo de ofrecer a los clientes un modelo de lavanderías autoservicio muy eficiente, rentable y productivo. Un negocio diferente, basado en la calidad, “que pudiera montarse en cualquier tipo de ciudad, próximo y fresco, preparado para dar el máximo confort al cliente y las mayores facilidades y, sobre todo, beneficios a los franquiciados”, explica.
Las franquicias
Fresh Laundry pronto decidió apostar por la franquicia para expandirse fuera de Cataluña. La promesa de la compañía es dotar a cada establecimiento “del mayor rendimiento posible con la mínima intervención del inversor”. Para ello, como suele ser habitual en estos modelos de negocio, guían al franquiciado durante todo el proceso para aportar valor al nuevo negocio y lograr la mejor rentabilidad posible.
El uso doméstico de la lavadora y secadora es mayoritario en España, pero, según cifras de las compañía, hasta 14,5 millones de hogares carecen de estos aparatos eléctricos por separado, lo que aprovecha el sector para facturar en España 75 millones de euros anuales y registrar una inversión de 50 millones en expansión de negocio y nuevos locales, la gran mayoría de ellos franquiciados.
Actualmente existen 724 establecimientos repartidos en 15 cadenas de lavanderías que generan hasta 2.600 puestos de trabajo. Además de establecimiento propios y franquiciados, Fresh Laundry cuentan con dos modelos diferentes, Fresh Urban y Fresh Box.
La primera son lavanderías pensadas para la ciudad, “actuales, cómodas y funcionales”, con diseños modernos con los que se trata de fidelizar a los clientes y captar la atención de futuros usuarios.
En cuanto a las Fresh Box, se trata de centros móviles de 24 m2, un modelo pensado para dar servicio en cualquier ubicación. En su reducido espacio cuentan con tres lavadoras de 8 kg, otras dos de 17 kg y tres secadoras de 17 kg. Este concepto “ya ha sido explorado en lugares tan dispares como el festival internacional de música Rototom Sunsplash, donde sus más de 250.000 asistentes pudieron contar con un servicio de lavandería gracias a Fresh Box”.
La compañía planea abrir en los próximos cinco años 120 lavanderías transportables –cada Fresh Box supone una inversión de 85.000 euros–, de las cuales 25 se inaugurarán en 2017.
Expansión
La implantación de la cadena fuera de Cataluña comenzó en Madrid y prosiguió en Castellón y Pamplona. La empresa basa este crecimiento en el aumento continuo de clientes y en los cambios de hábitos de la sociedad española en el lavado de la ropa. De hecho, Fresh Laundry cerró 2016 habiendo prestado servicio a un total de 240.000 usuarios a través de toda su red de lavanderías.
Su fundador no cree que haya un perfil tipo de cliente. “Cualquiera puede usar nuestras lavanderías: personas de ambos sexos, de todas las edades, familias monoparentales, con y sin hijos, vecinos de la zona donde esté ubicado el autoservicio, usuarios ocasionales, gente de paso, estudiantes extranjeros…”, refiere.
Incluso él mismo confiesa que, como no podía ser de otra manera, hace su colada en sus centros, ya que “el ahorro de agua, electricidad y tiempo es significativo”. “Esa es la clave del éxito de este negocio y creo firmemente en sus ventajas”, añade. Según estudios realizados por la misma empresa, sale mucho más barato no tener lavadora propia.
De acuerdo con un informe que publicaron en marzo, el uso de lavanderías autoservicio permite ahorrar 675 euros anuales en la factura de la luz. El ahorro total se eleva a los 1.000 euros anuales si se suma el gasto de agua y productos de limpieza necesarios para hacer la colada, lo que supone un ahorro de casi 20 euros por semana para una familia media.
¿Y cuánto cuesta lavar la ropa en uno de sus autoservicios? “Gracias a la capacidad de nuestro equipo de lavadoras, de 8 a 17 kilos, en 45 minutos se puede lavar el triple de ropa que en una lavadora convencional por menos de 20 euros”, detalla el empresario argentino.
En cuanto al futuro, el objetivo es incrementar el número de lavanderías autoservicio propias y, sobre todo, las franquiciadas, “pues cada vez hay más personas que quieren convertirse en franquiciados de Fresh Laundry. Además, con capital propio estoy invirtiendo en nuevos proyectos para seguir expandiendo la marca”.
La historia del lavado
A corto plazo están concentrados en seguir creciendo a nivel nacional en Cataluña, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Navarra y Andalucía, pero hay previsto un plan de internacionalización de la marca que se pondrá en marcha entre 2018 y 2019.
Uno de los proyectos más ilusionantes ha sido la apertura de un museo dedicado al lavado en Vic. Lo explica Haboba: “En Vic abrimos una de nuestras lavanderías y dio la casualidad de que el local tenía un lavadero de piedra original en la parte de atrás. A partir de ahí nació la idea de contar a la gente la historia de la evolución del lavado, de analizar cómo se lavaba antes y cómo fue el proceso hasta la actualidad”. Dicho y hecho. El año pasado se inauguró el Centro de Interpretación del Lavado de Ropa (CIRR), el primer museo de España dedicado a esta materia.
El CIRR cuenta con una gran variedad de objetos que van desde una lavadora que data del año 1879 hasta escurridores y jabones artesanales de grasa animal, cuya existencia se remonta a la época mesopotámica.
“Hasta el siglo XVIII, incluso en los hogares ricos, se lavaba la ropa cada cuatro o seis semanas”, resalta el propietario. No fue hasta 1901, cuando Alva John Fisher inventó la primera lavadora completamente automática. “Pero llegar a ese momento supuso pasar antes por el lavado de la ropa en el río; después, los lavaderos públicos y los bombos que incluían los rodillos para escurrir. Con estos sistemas, el proceso de lavado y secado de la ropa se prolongaba durante gran parte del día”. Hoy, en menos de una hora tenemos la ropa como los chorros del oro.
Datos de interés
Tras años consolidando su liderazgo sectorial en Cataluña, su expansión nacional ya es un hecho, mientras que sus cifras de negocio no han dejado de crecer.
Resultados. En 2016 alcanzaron una facturación anual de 1,4 millones euros, lo que supuso un 75% más que en 2015, cuando la cifra fue de 800.000 euros. “En la segunda mitad de 2017, y en el año 2018, el crecimiento será todavía mayor”, asegura el propietario.
Clientes. Cerró 2016 habiendo prestado servicio a un total de 240.000 usuarios a través de toda su red de lavanderías.
Franquicia. A la hora de abrir una, la inversión es de un mínimo de 80.000 euros, y la facturación prevista para el primer año es de 40.000 euros, lo que supone un retorno de la inversión en un plazo de dos o tres años.
Transportables. Durante los próximos cinco años, la compañía planea abrir 120 lavanderías transportables. Cada Fresh Box supone una inversión de 85.000 euros.