Santander compensará a los accionistas de Popular con 980 millones
Pone en marcha el bono de fidelización para los accionistas minoritarios Los clientes interesados deberán renunciar a emprender acciones legales contra Santander
Lo que estaban esperando los cerca de 115.000 accionistas minoritarios de Banco Popular que acudieron a la ampliación de capital de la entidad en mayo de 2016, y que el pasado 7 de junio vieron desvanecerse por completo toda su inversión. Banco Santander ha decidido compensar a estos pequeños inversores al ofrecer al 99% de los clientes y empleados de Popular que acudieron a esta ampliación y que invirtieron menos de 100.000 euros que puedan recuperar íntegramente su inversión en siete años. Eso sí, deben renunciar a emprender acciones legales contra el banco.
Para ello, Santander emitirá hasta 980 millones de euros en lo que ha denominado “bonos de fidelización”, que aportará una rentabilidad del 1% anual (con pago trimestral) durante siete años y que entregará a los clientes que adquirieron acciones de Popular desde el 26 de mayo de 2016 al 21 de junio de ese año y/o obligaciones subordinadas computables como Tier 2 entre el 29 de julio de 2011 y el 14 de octubre de 2011. En ambos casos, deben haberlas mantenido depositadas en Popular en España o en Santander en el momento de la resolución (llevada a cabo el pasado 7 de junio).
La oferta excluye a inversores institucionales o miembros del exconsejo de Popular, o accionistas cercanos a estos. De esta forma, sus destinatarios serán “exclusivamente clientes minoristas, ya sean particulares o empresas”. De hecho, prácticamente todos estos pequeños inversores adquirieron títulos de Popular por menos de 100.000 euros.
Este bono de fidelización tiene por objetivo evitar y recuperar clientes de Popular que decidieron abandonar la entidad tras el fiasco de sus inversiones en estos títulos vendidos en su mayoría a través de la red de oficinas del banco ahora intervenido. Además, evitará que estos accionistas litiguen para recuperar su inversión.
Estos nuevos bonos con los que Santander compensará a estos accionistas serán obligaciones perpetuas emitidas (similar a los conocidos como cocos) por Santander, con 100 euros de valor nominal, que se podrán amortizar a partir del séptimo año a voluntad de la propia entidad y con el visto bueno previo del BCE. Estos títulos también cotizan en el mercado de renta fija, por lo que su titular podrá vender anticipadamente estos bonos, aunque lo normal es que la venta se produzca con descuentos, además, solo logrará la rentabilidad acumulada hasta su enajenación, explican expertos.
El importe que recibirán los accionistas como compensación dependerá de la inversión llevada a cabo. Así, Santander devolverá el 100% a quienes invirtieron hasta 100.000 euros, que se supone prácticamente todos los clientes y empleados; y el 75% a los que destinaron más de esa cantidad y hasta 500.000 euros. Si se trata de inversiones superiores, hasta un máximo de un millón, la compensación será del 50%. A partir del millón no se podrá recuperar nada.
Santander explica que aunque emitirá hasta 980 millones en bonos, el coste máximo que asumirá será de 680 millones de euros, que no tendrán impacto en la cuenta de resultados ni en el capital del grupo, puesto que ya se provisionó en el momento de la compra de Popular.
Además de renunciar a emprender acciones legales, quienes deseen acogerse a este sistema de compensación tendrán que mantener, cuando se entreguen estos bonos de fidelización, una relación comercial “equivalente” a la que tenían cuando compraron las acciones o las obligaciones subordinadas, precisa Santander.
El banco que preside Ana Botín explica que ha tomado esta decisión voluntaria por las “excepcionales circunstancias que concurren en este caso” y sobre la base de razones estrictamente comerciales, después de que haya reconocido en más de una ocasión que su intención es mantener al máximo la relación con los clientes de Popular”.
Iniciativas para fidelizar a más de 4 millones de clientes
Banco Santander pretende mantener al mayor número de los 4 millones de clientes de Banco Popular, aunque los protagonistas de la acción comercial del banco son los 115.000 pequeños títularesque acudieron a la ampliación de capital del banco intervenido hace algo más de un año por 2.500 millones de euros. Desde el pasado mes de mayo, cuando los rumores sobre la salud de Popular se acrecentaron, la fuga de clientes también fue creciendo paulatinamente, hasta que al final la salida de depósitos fue tan grande, superando los 11.000 millones de euros, que el banco se quedó sin liquidez para poder hacer frente al día a día en su actividad.
La pérdida del valor de las acciones de la entidad fue también causante de esta salida de depósitos de clientes que habían adquirido títulos del banco en la propia red. Ahora, Santander quiere no solo evitar más fugas de clientes, sino también recuperar a aquellos que se fueron al comprobar la pérdida del valor de estas acciones.
El objetivo de Santander y ya explicado a la plantilla de Popular desde el primer día en que se hizo cargo de esta entidad es “mantener a todos los clientes”.
Rodrigo Echenique, presidente de Banco Popular y vicepresidente del Grupo Santander, señaló ayer a través de una nota de prensa: “En reconocimiento a la lealtad de los clientes que invirtieron en Banco Popular, hemos querido poner en marcha esta acción voluntaria con el fin de reforzar nuestra relación con ellos, responder lo mejor posible a sus necesidades financieras y seguir adelante con el trabajo de integración que tenemos por delante”.
La propuesta de Santander debe aún pasar por la aprobación de su folleto por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Se espera que este requisito se produzca en septiembre, mes en el que comenzaría previsiblemente a ofrecer estos bonos de fidelización a los exaccionistas de Popular.
Fuera de la posibilidad de recupera su inversión a través de la iniciativa de Santander quedan grandes accionistas como el mexicano Antonio del Valle, la familia chilena Luksic y la Sindicatura de Accionistas, compuesta por varios miles de pequeños accionistas y que llegó a ser el principal accionista de la entidad con el 9,6% del capital. Otro gran número de pequeños accionistas quedan fuera, ya que Popular contaba con unos 300.000 inversores.