Los nuevos gestores de Isolux prevén acometer un nuevo ERE tras el concurso
La plantilla actual es de 3.884 empleados CaixaBank y Bankia inyectaron 27,2 millones para necesidades de liquidez corporativa y de proyectos
Los nuevos gestores de Isolux Corsán prevén acometer un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) en la compañía, después de que este pasado martes se declarara en concurso de acreedores, según informaron en fuentes sindicales.
El ERE sucederá al aprobado en octubre del pasado año, que afectó a 435 trabajadores, y se acometerá sobre la plantilla de 3.884 empleados con que actualmente cuenta el grupo de construcción e ingeniería.
Así se lo trasladaron los tres nuevos gestores de Isolux, designados por sus bancos acreedores y accionistas, a los sindicatos con representación en la empresa, en la primera reunión entre ambos mantenida este viernes.
El encuentro tuvo así lugar cuatro días después del nombramiento de los gestores por la junta general de accionistas de Isolux y después de que, tras aprobar la solicitud de concurso, dimitiera en bloque todo el anterior consejo de administración, formado por el expresidente Nemesio Ferández-Cuesta y seis vocales.
Se trata de David Pastor, nuevo presidente de la compañía, además de David Vilella, vicepresidente, y Enrique Medina, quien representa a la firma Fuster&Partners. Los dos primeros son expertos en concursos y el tercero, un especialista en reestructuraciones empresariales.
En su primer encuentro con los sindicatos, también informaro de que su labor consistirá en "marcar las vías para la reestructuración de la empresa", si bien reconocieron que será el administrador concursal que nombre el juez quien decida las medidas a tomar.
En este sentido, los gestores y el futuro administrador tendrán que considerar las seis ofertas de compra presentadas 'in extremis', días antes de que solicitara el concurso, por inversores interesados en algunos de los negocios de Isolux.
Asimismo, revelaron que los bancos no se comprometen a aportar más fondos para cubrir futuros pagos de nóminas de los empleados. Así, el grupo dejará de operar con una "caja única" y cada una de las filiales de la compañía comenzará a gestionar su respectiva caja.
Aportaciones de los bancos
No obstante, desde que a finales del pasado año se cerrara el primer rescate de Isolux, el que la empresa pactó en julio y que dio el control del grupo a los bancos, y hasta el pasado mes de mayo, CaixaBank y Bankia, los dos primeros accionistas y acreedores de la empresa, han inyectado en distintas operaciones un total de 27,20 millones de euros en la empresa.
Estos fondos se han destinado a cubrir necesidades de liquidez, tanto operativas como las de determinados proyectos que acomete en el exterior, según detalla la empresa en su informe anual correspondiente al pasado año.
En concreto, CaixaBank aportó en enero un préstamo de 6,70 millones de euros. Posteriormente, el 4 de mayo, esta entidad y Bankia le inyectaron 15 millones "para atender a necesidades generales de tesorería del grupo a corto plazo, y garantizar así que mantuviera su operativa y los proyectos en curso".
En estas mismas fechas, las dos entidades facilitaron otros 5,5 millones euros para contribuir a financiar los proyectos que la compañía tiene en ejecución en Armenia y Bangladesh.
A pesar de todo ello, Isolux Corsán se vio abocado al concurso, al no lograr un inversor que entrara en su capital y rescatara a la empresa, que ya se había acogido al preconcurso en abril. La firma se declaró finalmente el martes en quiebra con una deuda de 1.270 millones de euros (de ellos, 557 millones ligados a proyectos) y otros 405 millones con proveedores.