El debut de Unicaja en Bolsa permitirá a 15.000 minoritarios lograr liquidez
El precio de salida se fijó en los 1,1 euros Destinará los fondos a pagar las ayudas públicas recibidas
La salida a Bolsa de Unicaja prevista para este viernes supondrá un posible balón de oxígeno para los inversores minoristas de la entidad. Son cerca de 15.000 particulares que en su día fueron dueños de deuda subordinada de EspañaDuero y que la adquisición de la entidad por parte de Unicaja les convirtió en accionistas de esta.
Hasta el toque de campana, los minoristas controlan un 4,5% del capital de la entidad. El resto se reparte entre la Fundación Unicaja, que ostenta el 86%, y varios fondos de inversión, que mantienen un 8,8%. El arranque de la cotización reducirá el peso de la antigua caja de ahorros hasta el 51,7%, mientras que los fondos y los minoristas verán cómo su posición pasa al 5,2% y 2,7%, respectivamente, si no se llega a ejecutar el green shoe. En el caso de que se amplíe la colocación, los minoristas retendrán un 2,6%.
En junio de 2016 los antiguos preferentistas y dueños de deuda subordinada de España Duero se convirtieron en accionistas de Unicaja Banco. El proceso fue fruto de la metamorfosis en títulos de los cocos que la entidad malagueña entregó a los bonistas particulares de EspañaDuero que acudieron al canje.
Las claves del estreno brusátil
OPS. Unicaja ampliará capital por 625 millones de nuevas acciones, ampliables en 62,5, con las que captará hasta 687,5 millones. La operación está dirigida exclusivamente a inversores institucionales. No se ha hecho pública la demanda recibida. El primer cruce de sus acciones se ejecutará a las 12.00 horas.
Cuarto estreno del año. El debut llega tras los de Neinor, Gestamp y Prosegur Cash y se adelanta en unas semanas a la ampliación que llevará a cabo Santander para absorber Banco Popular. La papelera Lecta, que anunció su intención de salir a Bolsa en España, optó por cancelar la operación por la falta de apetito inversor.
La oferta solo fue aceptada por el 43% de los propietarios de los bonos de EspañaDuero. Así, del monto inicial de 35.000 particulares afectados, la propuesta contó con el visto bueno de 15.000, que sufrieron quitas iniciales de entre el 10% y el 70% –aplicada por la entidad castellanoleonesa cuando recibió una inyección de 604 millones por parte del FROB–. Posteriormente sufrieron una segunda quita del 71% que se compensó con los cupones que fueron recibiendo, de hasta el 20,8% anual.
El miércoles, el ejército de bancos colocadores liderados por Rothschild, Morgan Stanley y UBS y en la que también participan Citi, Credit Suisse, Alantra, Fidentis y Stifel Nicolaus, optaron por la cautela y fijaron el precio de salida a Bolsa de Unicaja en el mínimo de la banda, 1,1 euros por acción. Un precio que da una valoración de hasta 1.771 millones de euros si los colocadores ejecutan la sobreadjudicación de acciones. En caso contrario, serán 1.703 millones.
Unicaja pondrá en circulación 625 millones de acciones nuevas, que podrán ampliarse hasta los 687,5 millones de títulos. La ampliación, dirigida exclusivamente para institucionales, captará 688 millones de euros. Con ese importe pagará las ayudas públicas por 604 millones de euros en forma de bonos contingentes convertibles (cocos, en la jerga) que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) inyectó en EspañaDuero a finales de abril de 2013. Además, la entidad podrá comprar el 21,1% que no controla de su actual filial al fondo de rescate del sistema financiero español. Ese porcentaje está tasado en 62 millones de euros.
Para proteger la evolución de Unicaja en su estreno en Bolsa y días posteriores estará Morgan Stanley. Ha sido el banco de inversión elegido para estabilizar el valor hasta el próximo 29 de julio, a través de la compra de títulos al precio de la oferta o por debajo.
El estreno de Unicaja será una prueba de fuego para el sector bancario español tras la resolución y posterior venta a Santander de Popular, el castigo a Liberbank y la decisión del Gobierno italiano de rescatar a Banca Popolare di Vicenza y el Veneto Banca, frente a la resolución del banco español.