Bruselas multa a Google con 2.420 millones y le exige un cambio de modelo de negocio
La CE dobla el récord anterior de multas por abuso de posición dominante Vestager augura nuevos castigos por los servicios de publicidad y telefonía móvil
2.420 millones de euros. La cifra está destinada a aparecer durante mucho tiempo en la primera pantalla de resultados cada vez que alguien busque en Google el ránking de multas de la Comisión Europea. Y por desgracia para el buscador por excelencia, su nombre aparecerá ligado a una sanción que hace añicos los récords anteriores del organismo comunitario.
La comisaria europea de Competencia, la liberal Margrethe Vestager, ha pulverizado con la multa a Google de 2.420 millones de euros la marca anterior, lograda por Neelie Kroes con una sanción de 1.060 millones de euros a Intel, otra compañía estadounidense del sector tecnológico. Entonces como ahora, la acusación es de abuso de posición dominante a dos empresas líderes en sus respectivos mercados.
Las cuentas de Google (facturó 90.000 millones de euros en 2016) no van a temblar con el histórico castigo de la Comisión Europea. Pero su modelo de expansión puede verse en peligro si Bruselas cumple su amenaza de extender las condiciones exigidas hoy en la comparación de precios a otras áreas de actividad de la compañía como telefonía móvil y publicidad.
Vestager se muestra dispuesta a "vigilar muy estrechamente" a la multinacional para evitar que su poderío en las búsquedas por internet se traduzca en el control de otros negocios virtuales (existentes o por aparecer). Una limitación que hasta ahora no tenía y que ha aprovechado para extender sus tentáculos a negocios que no controlaba con anterioridad.
145 millones para España
Las multas de la dirección general de Competencia se destinan a reducir la aportación nacional al presupuesto general de la UE. La sanción a Google supone el 1,6% del presupuesto actual y supondrá un ahorro para todos los socios. En el caso de España, el ingreso de Google podría traducirse en un ahorro de unos 145 millones de euros. Pero como para el resto de socios, sólo se materializará si la compañía no recurre o si el Tribunal de la UE confirma la sanción en caso de recurso. Paciencia.
La Comisión considera probado que la multinacional estadounidense ha abusado de su dominio casi absoluto en el mercado europeo de las búsquedas en internet para apoderarse también del mercado de comparación de precios online (un servicio llamado Google Shopping).
La estrategia de Google es tan pragmática como ilegal, según la CE. El buscador, con independencia del resultado que arroje su algoritmo de búsqueda, coloca sistemáticamente sus primeros servicios en la primera pantalla de resultados. Y, por si acaso algún internauta se digna mirar hacia abajo, relega hasta la cuarta pantalla o más allá las ofertas de sus competidores.
La consecuencia, detalla la CE, es fulminante. Algunos comparadores de precios que antes podían competir vieron caer sus visitas en más de un 90%, según los datos recabados por el departamento de Competencia de Vestager, que asegura haber analizado 1.700 millones de búsquedas. Algunos de los rivales de Google se adaptaron para intentar sobrevivir a las prácticas ilegales del gigante. Otros, simplemente echaron la persiana digital y abandonaron el mercado.
Bruselas exige que la compañía ponga fin a sus prácticas ilegales en un plazo de 90 días, so pena de otra sanción diaria de hasta el 5% de su facturación mundial, lo que podía traducirse, en un a multa diaria de hasta 12 millones de euros.
Google discrepa
Google anunció de manera inmediata que se reserva el derecho a impugnar la decisión de Vestager ante el Tribunal de Justicia europeo, una vía judicial que también emprendieron Microsoft (por una multa inicial de 497 millones) e Intel, pero que en esos casos solo sirvió para revalidar las acusaciones de la CE.
El buscador asegura que "estamos respetuosamente en desacuerdo con las conclusiones anunciadas hoy martes por la Comisión". Y niega que su servicio de comparación de precios haya arrasado en el mercado y pone como ejemplo el éxito de los servicios similares ofrecidos por Amazon o eBay.
Los defensores de Google acusan a la Comisión de no entender el mercado digital y de someterlo a una vigilancia anticuada y poco flexible. "Es verdad que son mercados nuevos, pero en el fondo se repiten las mismas prácticas y los abusos de posición dominante son como los de la vieja escuela", se ha defendido Vestager con su aplomo habitual.
Las organizaciones europeas de consumidores (BEUC, según sus siglas en francés) han secundado a la comisaria europea y aseguran que el comportamiento ilegal de Google en la comparación de precios "solo es la punta del iceberg".
Los denunciantes de Google, 40 de ellos agrupados en la plataforma FairSearch, también piden a Vestager que prosiga su ofensiva contra el buscador y que concluya cuanto antes las investigaciones abiertas.
Nueva multas
La CE mantiene abiertas otras dos investigaciones contra Google, una por Android, el sistema operativo de Google para teléfonos móviles, y AdSense, su servicio de publicidad digital. Vestager ha anunciado este martes que, en ambos casos, "nuestra conclusión preliminar es que se han violado las normas europeas antitrust". Google se expone, por tanto, a otras dos sanciones multimillonarias y a nuevas limitaciones en su política de expansión comercial.
"La decisión de hoy", ha advertido la comisaria, "sienta un precedente que puede ser usado como marco para analizar la legalidad de tales conductas". Para tranquilidad del buscador, Vestager asegura que "nunca nos hemos planteado escindir la compañía", como pedían los rivales más angustiados de Google. Pero la comisaria avisa de que la vigilancia se mantendrá "y este expediente va a estar durante mucho tiempo sobre mi mesa".
Investigación sin precedentes
La investigación sobre Google se inició en 2010, con Joaquín Almunia como comisario europeo de Competencia. Y en siete años ha acumulado una gigantesca base de información digital que la actual comisaria, Margrethe Vestager, invoca como prueba del rigor de sus pesquisas y de la validez de sus conclusiones. "Se ha analizado una gran cantidad de datos, incluidos 5,2 terabyte de resultados de las búsquedas de Google", ha señalado Vestager en rueda de prensa. "Eso equivale a 1.700 millones de búsquedas o 460 millones de copias de las cuatro páginas de mi declaración de hoy", ha detallado la comisaria, que incluso dispone del cálculo del tiempo necesario para leer toda esa información. "Harían falta 17.000 años para leer todos los datos", asegura la Comisión, una información que nadie parece dispuesto a comprobar en la práctica.