La AEB califica la solución de Popular como “la mejor para clientes y acreedores”
Roldán se congratula que en 24 horas se acabara con la crisis y sin coste para el contribuyente Afirma que pese a la concentración la “competencia es feroz”
Popular y el proceso de concentración del sistema financiero español han sido las temáticas que ha marcado el seminario de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) que organiza la UIMP con el patrocinio de BBVA. José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), no ha escapado a ellos. Roldán ha calificado la solución dada a Popular como la correcta. Algo, que según lo destacado, ha permitido mantener la estabilidad de la banca española en su conjunto, evitando riesgos de contagio y solucionando los problemas en “24 horas”. No obstante, aclaró que no fue una decisión que pillara por sorpresa a nadie, pues el banco arrastraba problemas desde hacía tiempo.
Roldán ha resaltado que al día siguiente, los clientes pudieron operar con total normalidad. La solución reportada fue “la mejor para clientes y acreedores”, aclaró. Las otras alternativas que manejaba el mecanismo de resolución pasaban por la creación de un banco puente (Novobanco lleva cinco años en esta situación), el trasvase a una compañía de gestión de activos o proceder a la liquidación (Lehman lleva nueve años este escenario).
El presidente de la AEB se ha congratulado de que después del sobresalto causado por la crisis de Popular, se haya conseguido acabar con la incertidumbre sin coste alguno para el erario público. Y pese a las voces que critican por qué no se ha seguido los pasos de Italia, Roldán cree que esta no hubiera sido la solución adecuada. Según lo declarado, los préstamos que se llevan concediendo a entidades como Monte dei Paschi no han acabado con el problema del sistema bancario italiano que está lastrando “el crecimiento del país”. Asimismo cree que haber recurrido a la prohibición de las ventas a corto sobre Popular –algo que sí se ha aplicado para Liberbank- habría servido para apagar el fuego en el corto plazo, pero a la larga hubiera sido peor.
En un mundo en el que las decisiones se toman en Bruselas y Fráncfort, Roldán ha insistido en la necesidad de dotar de transparencia a las decisiones de los procesos de resolución bancaria. “el procedimiento en materia de resolución es transparente aunque complejo por ello se debe dotar de especial transparencia a las decisiones”, ha remarcado.
Respecto al proceso de concentración, el presidente de la AEB ha reconocido que el proceso de concentración se ha producido, pero esto no ha pasado factura a la competencia. “Se trata de un sector en el que la competencia es salvaje”, ha afirmado. “El 85% de la población vive en municipios en donde operan hasta cuatro entidades diferentes”, ha matizado. Como completo a esto, Roldán ha querido dejar claro que aunque si bien es cierto que el número de jugadores se ha reducido, la competencia no se ha visto dañada y más ahora que, de acuerdo a lo apuntado, empiezan a aparecer nuevos operadores que prestan servicios financieros focalizando su actuación los nichos de negocios que resultan más rentables.
“El número de entidades no me dice mucho. No deberíamos tener una única entidad, pero estamos agotando la fase concentración”, ha aclarado. Preguntado por quiénes protagonizarán las próximas fusiones, si las entidades pequeñas con otras del mismo tamaño o por el contrario la adquisición de una grandes a una pequeña, el responsable de la AEB ha dicho que debe tenerse en cuenta que en el contexto regulatorio actual el tamaño juega un papel importante. “La regulación es un coste fijo y tener un mayor tamaño te permite hacer frente a ese coste de forma eficiente”, ha indicado.
Roldán cree que Europa está sobrebancarizada y que España aunque ha hecho los deberes tiene por delante el reto de reducir la capacidad. Roldán cree que el sector bancario español debe observarse desde una óptica europea y cree que es hora de abrir la puerta a fusiones paneuropeas.
En contraposición a esta postura, Aristóbulo de Juan, ex director general del Banco de España se ha mostrado contrario a las grandes fusiones por el riesgo que supone la creación de bancos sistémicos. Es decir, el riesgo de crear entidades demasiado grandes como para caer.