El grupo logístico de Damm y Renfe operará en China y EE UU
Alfil Logistics abrirá un centro logístico en Carolina del Norte y una oficina en Shanghai El grupo prepara también un plan para comenzar a operar en Cuba
La española Alfil Logistics busca oportunidades de crecimiento en el extranjero y ha puesto el foco en EEUU y en China, donde llegará después del verano, según anuncia Jaume Bonavía, director general de la empresa de logística.
Lo más inminente será en septiembre, cuando la compañía propiedad del grupo Damm (60%) y Renfe (40%) abra su primera oficina en China. Será desde Shanghai donde Alfil dirigirá sus operaciones en el país asiático. “Ya habíamos hecho muchos envíos aéreos y marítimos en el último año, pero ahora el volumen de operaciones ya justifica asentarnos en el país”, argumenta el directivo. La actividad de la empresa se centrará en el comercio de bebidas y frutas y hortalizas españolas.
Un poco más tarde, “a finales de octubre o principios de noviembre”, la empresa inaugurará en EE UU su primer centro logístico en el país norteamericano. La nave se ubicará en el Estado de Carolina del Norte, desde donde dirigirá sus operaciones en la Costa Este.
En este caso, la actividad de la empresa se centrará en atender las necesidades logísticas de un cliente industrial, aunque no cita quién. “Posteriormente, decidiremos si nos dirigimos hacia Florida o San Francisco. Lo que nos marquen nuestros clientes”, señala Bonavía. “El mercado estadounidense es muy complicado ya que tiene actores muy importantes, pero con nuestra experiencia lograremos triunfar”, argumenta. En segundo término, la compañía quiere llegar también a Canadá.
El directivo explica que la expansión internacional de la compañía se produce por “acompañar” a los clientes. “Buscamos darles cada vez un servicio más completo. Por ello, ya operan también con Oriente Medio y en Europa. La próxima aventura, todavía en fase de diseño, será la llegada a Cuba, donde el grupo catalán quiere aprovechar las oportunidades de la apertura en el país.
El grupo prevé aumentar su tamaño entre un 15% y un 20% con su llegada a EE UU y a China. Para este año, Bonavía asegura que el negocio está creciendo a un ritmo del 5% respecto al año pasado. “El arranque del ejercicio no fue precisamente positivo, especialmente en enero y febrero, luego comenzó a repuntar”, argumenta. El objetivo del grupo pasa por alcanzar los 100 millones de euros de facturación al cierre del presente curso.
La compañía también quiere crecer en España. Bonavía defiende que “todavía hay mucho camino por recorrer”. Sin embargo, reconoce que la compañía “tiene que ser creativa y debe acometer una puesta al día”. El directivo ve especial palanca de crecimiento en los servicios logísticos y en el comercio electrónico.
En este último terreno la compañía prepara un cambio de estrategia para ganar posiciones frente a otros competidores. Bonavía asegura que estos planes se centrarán en Madrid y Barcelona en un primer momento para posteriormente llevarlo a otras grandes ciudades y en la reducción de costes. Para ello, prevé una “importante inversión” y señala que es “el proyecto más ambicioso de la compañía”, aunque no avanza más detalles hasta que los socios aprueben la nueva estrategia a finales de este año o principios de 2018.
La importancia de la última milla
Estrategia. Bonavía defiende que el comercio electrónico y, especialmente la entrega al consumidor conocida como última milla, está transformando al sector. Para ello, la empresa plantea una estrategia colaborativa con otras empresas basada en la eficiencia y la reducción de las emisiones, para evitar verse afectados por los cortes de tráfico.
Gran consumo. El directivo cree que el comercio electrónico en los supermercados “es una tendencia imparable” y añade que “el caballo de batalla es cómo optimizar las redes de logística y lograr que ésta sea rentable”. Considera que la clave pasa por concentrar los pedidos en un único punto y mejorar el reparto en la última milla.