¿Ganar dinero rápido con Pescanova? Siete consejos antes de comprar chicharros
No dejarse impresionar por las fuertes subidas es una de las recomendaciones Poca liquidez y mucha volatilidad son dos de las características de estos valores
Tras cuatro años suspendida de cotización, la antigua Pescanova, volvió a negociarse en el parqué la pasada semana. Tras un desplome inicial, las acciones de la compañía han acaparado la atención de los inversores y en las dos últimas sesiones, su precio se ha disparado un 180% y hoy, un 125%.
Otros valores como Lingotes Especiales, Sniace o Urbas han protagonizado remontadas espectaculares del estilo de la última de Pescanova. De hecho, en el Mercado Continuo hay más de media docena de valores que en lo que va de año se embolsan ganancias que superan el 50%.
Esta espectacular revalorización puede resultar un reclamo para pequeños inversores. Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de consejos antes de lanzarse a comprar un chicharro.
- Elevada volatilidad
Los analistas desaconsejan a los pequeños inversores comprar acciones de este tipo de valores debido a su elevada dosis de volatilidad. Al poseer una menor capitalización bursátil y contar con menos liquidez que una gran empresa, su volatilidad suele ser bastante más elevada. “Tan pronto están en subida libre como, sin previo aviso, caen a plomo”, explican fuentes de mercado.
- Escasa liquidez
Otro de los riesgos que tienen este tipo de valores es la escasa liquidez. Los inversores pueden tener problemas para deshacerse de estos valores cuando ellos quieran debido a la poca liquidez con la que cuentan.
- No fiarse de los rumores
Cuando un valor especulativo sube con tanta fuerza, muchas veces está calentado por un rumor. Los expertos desaconsejan fiarse de dichos rumores a la hora de tomar una decisión de inversión. “Los rumores llegan más tarde que el movimiento de la acción”, explican los expertos. Cuando un valor sube, los rumores suelen ser del tipo entrada en beneficios, acuerdo de reestructuración de deuda... Mientras que si el valor está en caída libre, los rumores suelen apuntar a entrada en concurso de acreedores.
- Mayor dependencia doméstica
Aunque las pequeñas empresas buscan cada vez más su internacionalización, normalmente su tamaño les obliga a centrarse en el mercado doméstico, lo que las hace más vulnerables a los vaivenes de una única economía.
- Menos seguimiento de analistas
La baja liquidez de estos valores provoca, además, que muchas empresas queden fuera del radar de inversión de grandes gestores o que limiten mucho su inversión en ellas para reducir el riesgo de su cartera. Además, cuentan con un menor número de casas de Bolsa que hagan análisis del valor y emitan informes con recomendación.
- Perfil especulativo
Hay que ser muy cauteloso a la hora de seleccionar valores, ya que entre los pequeños hay muchos dominados por inversores de perfil especulativo, que no se mueven por motivos fundamentales de la compañía. Aprovechan sus bajas cotizaciones (a menos de un euro) y su escasa liquidez (hace que las oscilaciones de precios sean mayores).
- Riesgo quiebra
En algunas ocasiones, estas empresas son más sensibles a hacerlo mal en Bolsa en épocas de recesión económica, ya que se enfrentan a mayores dificultades que las empresas de mayor capitalización.