Mark Miles: “Fernando Alonso ayudará a la Indy a ser más global”
El español participa el domingo en las 500 Millas de Indianápolis El consejero delegado de Indycar constata el impacto de su llegada
El circuito de Indianápolis es uno de los tres santuarios de los deportes de motor. Como sucede con Le Mans y Mónaco, ha pasado de simple circuito a leyenda. Todo piloto y fanático del automovilismo quiere visitarlo. Allí trabaja, con vistas a la pista, Mark Miles, consejero delegado de Indycar, que atiende vía telefónica a CincoDías, en una semana especial: “Estamos preparando todo para que las más de 300.000 personas que vendrán el domingo no tengan problemas”, afirma.
La Indycar, algo así como la Fórmula 1 yankee, llega este domingo a su cita estelar, las 500 Millas de Indianápolis. Es la carrera más importante de EE UU y una de las tres más emblemáticas del mundo, junto a las 24 horas de Le Mans y el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1. A esta última ha renunciado a competir Fernando Alonso en favor de la peculiar prueba americana, en la que 33 coches pisan a fondo durante tres horas en un circuito ovalado, de cuatro curvas a la izquierda. Deportiva y económicamente, una cita crucial para la Indycar:“La del año pasado, que fue la número 100, fue un éxito en ambos campos. Este también lo va a ser. A nivel de patrocinios o contratos televisivos no aporta una cifra adicional, ya que sus derechos se venden con el resto del mundial, pero sí atrae a muchas marcas para el conjunto de la competición”, afirma Miles.
La venta de entradas marca la diferencia. El año pasado 350.000 personas abarrotaron las gradas en una cita tan señalada como la del centenario. Este año ya han superado las 300.000. La más barata costaba 40 dólares.Para Mónaco, 310 euros. En Indianápolis no hay yates atracados ni champán, hay caravanas, tiendas de campaña y neveras portátiles. Por su tradición, el efecto Alonso no es determinante en la afluencia a las 500 Millas.“Sí tiene culpa de que el seguimiento digital de la carrera haya crecido un 700%. En Europa está siendo algo excepcional”, explica Miles.
Alonso da un impulso a una competición, la Indycar, que viene recuperándose de una pérdida de audiencias del 70% en 20 años. Desde 2013 estas se han recuperado un 55%, algo que ayudará en el nuevo contrato televisivo que entrará en vigor en 2019. El actual es de apenas 60 millones de dólares anuales, a una diferencia abismal de, por ejemplo, los 700 que ingresa la Fórmula 1 por este concepto. “Es un contrato antiguo, a finales de año estaremos otra vez en el mercado para negociar y creemos que tenemos un gran potencial de mejora”. Parece, por tanto, que la presencia de Alonso ha llegado en el momento justo. Y en esta negociación sí se notará. “Nos ayudará a mejorar nuestra presencia internacional, sobre todo en Europa y el resto de Occidente. La internacionalización es una de nuestras prioridades”. Dicho eso, Miles no esconde que es complicado llegar a nuevos mercados siendo una competición en la que, de 17 carreras, 16 se disputan en EEUU y una en Canadá. De ahí que el objetivo que se marca el ejecutivo sea tener dos carreras internacionales en dos años. Y no descarta España:“El creciente interés de Europa hace que sea una posibilidad. La carrera sería en febrero y necesitamos lugares con buen tiempo, y España es una opción”.
Llegaría una competición que se aleja de la Formula 1 en su relación con el aficionado. Como describe Miles, esta última “está muy enfocada al vip. Intentamos hacer las carreras muy accesibles, abrir el paddock para que los pilotos estén cerca de los fans sin pagar 500 euros por ello. La velocidad, la accesibilidad y la diversidad son nuestros fuertes”. En las 500 Millas, los espectadores empiezan a llegar a las seis de la mañana. “He estado en Juegos Olímpicos, finales de Champions... Y es algo único, incomparable. El inicio de la carrera es de lo más emocionante que puedes vivir en el deporte”.