Lidl reducirá en un 33% el contenido de azúcar de sus refrescos de marca blanca
Eleva sus ventas un 9%, hasta superar los 3.300 millones Prevé contratar a 1.000 personas y crecer más de un 5% en 2017
Lidl seguirá la estela de algunas marcas de refrescos y reducirá el contenido de azúcar en sus bebidas un 33% durante el presente ejercicio en España. Así lo ha asegurado este martes Miguel Paradela, responsable de compras de la compañía en este mercado.
El grupo toma esta decisión en un contexto de mayor presión sobre estos productos, con la creación de impuestos como en el caso de Cataluña. Esta nueva política supone eliminar 1.000 toneladas de azúcar por parte de la compañía, equivalente a 150 millones de terrones. Además, recortará en un 16% de media el contenido de azúcar en su gama de cereales.
También en la política alimentaria, Lidl España anunció que pretende eliminar el aceite de palma de sus estanterías de productos propios. El 95% de sus referencias ya no llevan este ingrediente, que ha protagonizado una creciente polémica en los últimos meses, y la empresa pretende sustituir en el 5% restante por otros aceites.
La empresa realizó este anuncio durante la presentación de sus resultados del pasado año. Un ejercicio, concluido en febrero de 2017, en el que el grupo incrementó en un 9,4% su facturación en España, alcanzando los 3.335 millones de euros.
El grupo terminó 2016 con su récord de inversión en España, con 368 millones de euros. La mayor parte de esta cuantía fue destinada a la remodelación de las tiendas y a la apertura de nuevos establecimientos. La empresa inauguró 39 establecimientos. Si bien, el crecimiento neto fue de cinco tiendas, puesto que se cerraron 34 por reformas y reubicaciones.
La reforma de la red comercial está en su recta final, ya que según la empresa queda entre un 5% y un 10% de las tiendas. Para el presente ejercicio, la empresa prevé invertir en torno a 300 millones y abrirá 30 nuevas tiendas. "Tenemos todavía mucho potencial de crecimiento en España", aseguró Ferrán Figueres, responsable financiero de la filial española. La empresa considera que el techo se sitúa entre los 800 y 850 establecimientos, desde los 540 actuales.
La compañía alemana, que lleva operando en España desde 1994, incorporó a 1.000 nuevos empleados en el pasado ejercicio, alcanzando los 12.500 trabajadores en plantilla, de los que el 95% son indefinidos.