Wells Fargo obliga a dos exdirectivos a devolver sus bonus
Les acusa de abrir miles de cuentas falsas sin permiso de sus clientes El exconsejero delegado y el de banca comunitaria deberán reintegrar 70 millones
El banco Wells Fargo acusó hoy a su ex consejero delegado y al responsable de banca comunitaria del escándalo por la apertura de miles de cuentas falsas (sin solicitud de los clientes), por lo que deberán devolver decenas de millones de dólares que habían cobrado en concepto de bonificaciones.
En un informe elaborado internamente y publicado hoy, el banco responsabilizó del escándalo al anterior consejero delegado, John Stumpf, y a la anterior responsable de la división de banca comunitaria, Carrie Tolsted, por no haber supervisado las prácticas de la institución como debían e impedido que su personal abriera las cuentas falsas para cumplir con las metas marcadas por la entidad.
Stumpf, que renunció a su cargo en octubre pasado, deberá pagar a Wells Fargo 28 millones de dólares que había recibido como bonos, mientras que Tolsted deberá devolver más de 47 millones, según el informe emitido hoy por la empresa. Unos 75 millones de dólares, en total, que ascienden a algo más de 70 millones de euros.
Stumpf ya había accedido a devolver 41 millones de dólares en compensaciones, así como sus bonos correspondientes a 2016, mientras que Tolsted ya había perdido 19 millones en bonificaciones.
El informe, en el que participaron expertos ajenos al banco contratados por éste, acusa a Stumpf y Tolsted de no haber investigado apropiadamente el “comportamiento impropio y falto de ética” de los empleados, cultivar una atmósfera de expectativas irreales y ocultar información sobre el alcance del escándalo.
El 28 de marzo pasado, Wells Fargo, con sede central en San Francisco (California), anunció que pagará 110 millones de dólares para cerrar una demanda colectiva interpuesta por un grupo de clientes por este escándalo de la apertura de cuentas falsas.
Anteriormente, la institución ya había tenido que pagar 185 millones de dólares de multa así como 5 millones adicionales de compensación para los miles de clientes afectados por las comisiones y cargos originados en las cuentas que no habían solicitado.
Según las estimaciones de los investigadores, los empleados del banco pudieron haber abierto durante años hasta dos millones de cuentas sin la aprobación de los clientes para cumplir con los objetivos de la compañía y obtener así bonos como recompensa.
Los trabajadores de Wells Fargo, entre otras malas prácticas, transfirieron fondos de manera ilegal a cuentas no autorizadas y crearon códigos PIN para tarjetas de débito que los clientes nunca pidieron ni utilizaron.
El banco con sede en San Francisco despidió a 5.300 de sus empleados durante la investigación acerca de lo sucedido.
Stumpf, que dijo que conoció la situación en 2013 y comunicó los problemas al consejo de la entidad financiera el año siguiente, fue relevado en octubre pasado por el que era director de operaciones de la entidad, Tim Sloan.