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Tendencias

Al jeque árabe le gusta la finca española

La explotación ganadera y ecuestre atrae a estos inversores al interior

Cortijo andaluz, ubicado en la localidad de Carmona, a 30 kilómetros de Sevilla, en cartera de Engel &Völkers y valorado en 12 millones de euros.
Cortijo andaluz, ubicado en la localidad de Carmona, a 30 kilómetros de Sevilla, en cartera de Engel &Völkers y valorado en 12 millones de euros.
Javier García Ropero

En los años setenta, las familias millonarias de origen árabe comenzaron a llegar a Marbella para pasar allí sus días de vacaciones. La ciudad malagueña, hasta entonces, no destacaba por ser el lugar de encuentro de las grandes fortunas del mundo, pero los árabes abrieron un camino que, como se demostró después, otros imitaron.

Ahora, las nuevas generaciones de jeques buscan nuevos objetivos en el mapa inmobiliario. Y se han fijado en una oferta muy particular: la de las fincas del interior de la Península. “Son un perfil de inversor que siempre se ha caracterizado por su capacidad de anticipación. Y han sido de los primeros en interesarse por este tipo de inversiones”, explica Paloma Pérez Bravo, directora general de Engel & Völkers Madrid. La firma inmobiliaria de origen alemán abrió en noviembre una división especializada en fincas. En la actualidad, su cartera se eleva a 30 propiedades, algunas con valores que alcanzan los 60 millones de euros, aunque el grueso se sitúa entre los cinco y los 20 millones. “El perfil del comprador de finca no tiene nada que ver con el que hemos visto en los últimos años. Estos invierten a largo plazo y con la idea de hacer negocio con la explotación de la materia prima de la finca”, dice Pérez Bravo.

Interior de una finca en Hormigos, Toledo, valorada en 9,5 millones de euros.
Interior de una finca en Hormigos, Toledo, valorada en 9,5 millones de euros.

Y esa explotación depende también de la procedencia del comprador. Cada uno tiene sus particularidades y sus objetivos, pero, por lo general, los árabes apuntan a dos tipos de propiedad: las que permiten la explotación ganadera y las que tienen los requisitos para la explotación ecuestre. La calidad del producto, de las tierras, y las comunicaciones son aspectos prioritarios. “Su producción principal es el petróleo, pero quieren diversificar en materias primas. Nos piden fincas ganaderas y tiran a Extremadura. Allí hay muy buena carne, y el 80% de la producción que se lleva a cabo en algunas fincas de la zona se va a los distintos emiratos árabes, porque se ha puesto de moda en la zona”. Alrededor del 95% de las propiedades con condiciones para la explotación ganadera que ha gestionado Engel & Völkers son ahora propiedad de árabes. Si el interés es ecuestre, las preferencias se desplazan a Sevilla y Córdoba, además de por sus condiciones para la cría de caballos, por su relación histórica con el mundo árabe. Mexicanos y venezolanos también tienen un especial interés en estas fincas.

Pese a lo que se pueda pensar por su poderío económico, los inversores árabes no destacan por pagar lo que haga falta por la propiedad que les interesa. Pérez Bravo destaca de ellos su cautela y su capacidad de negociación, comenzando siempre con unas primeras ofertas a la baja, si bien no suelen cerrarse en banda. Además, piden mucha información. “Tanto con ellos como con el resto de inversores, la información que necesitan es tal, como los cálculos de producción o el retorno estimado, que las operaciones pueden tardar en cerrarse un año”. Lo habitual es que, si es la primera adquisición de una finca, opten por aquellas de menor precio, y si la experiencia es satisfactoria, lanzarse a propiedades aún más exclusivas.

En el caso de los inversores asiáticos y rusos, el interés más habitual está en la explotación vinícola, por la calidad de la uva española, mientras que los europeos tienen su interés en la caza. “En estos casos buscan fincas cercanas a Madrid, a las que puedan llegar en poco más de dos horas desde su país para poder cazar. Es donde más interés están mostrando”, añade Pérez Bravo, quien espera que, abierto el interés de los árabes, las operaciones eleven el ritmo durante 2018 y 2019.

Un gusto para cada nacionalidad

Aunque el inversor extranjero tenga un interés principal en la explotación de las fincas, no quiere decir que descuiden la parte más recreativa. Aunque cada nacionalidad, y cada finca, según su ubicación, presentan características diferentes. Como describe la directora general de Engel & Völkers Madrid, Paloma Pérez Bravo, las fincas extremeñas han tenido un uso más vacacional por su cercanía a Madrid. “Tienen piscina, salones, es un estilo diferente, por ejemplo, al sevillano, donde en muchos casos se vive en la propia finca”.

Los nuevos propietarios internacionales optan por reformar profundamente los interiores. Pérez Bravo explica que los árabes tienen una especial querencia por los diseños más modernos, mezclados con la arquitectura andalusí. Los suramericanos, que vienen de invertir en lugares como Miami, optan por incorporar mucha cristalera y espacio abierto en sus fincas. “Algunos nos han llegado a decir que iban a reformar, incluso a tirar, la casa entera”, explica Pérez Bravo.

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

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