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Tecnología

Coches, barcos, camiones... hasta las maletas serán autónomas

El nuevo automóvil, y cómo se usa, lidera la transformación digital del transporte y la logística, según un informe de Orange, que asegura que la demanda del cliente es una de las fuerzas disruptoras en la digitalización de estos sectores.

Vehículos de la compañía Car2Go, que ofrece servicios de carsharing en varias ciudades del mundo.
Vehículos de la compañía Car2Go, que ofrece servicios de carsharing en varias ciudades del mundo.
Marimar Jiménez

Si en el desarrollismo español de hace ya unas décadas todo se resumía en dos tipos de coches:el utilitario y el despampanante haiga, hoy coexisten múltiples vocablos que califican o denominan los nuevos escenarios que la transformación digital trae al sector del transporte, especialmente alrededor del automóvil: coches conectados, coches autónomos, carsharing, ridesharing... La combinación de tecnologías, dispositivos y aplicaciones –la telefonía móvil, el cloud computing, el internet de las cosas, los wearables, el big data, las redes sociales o la economía colaborativa– está contribuyendo a la transformación digital y al rediseño de los sectores del transporte y la logística, según se constata en un estudio de la Fundación Orange.

El informe muestra cómo con la creciente presencia de nuevos modelos de alquiler y compartición de coches (con propuestas como Car2go, Blablacar, Uber, Cabify y Amovens) el panorama competitivo en la industria del transporte está sufriendo un profundo cambio y conformando una nueva dimensión del negocio de la movilidad. “Se constata una multiplicación de formas de transporte que hace que la planificación de los desplazamientos deba incluir más variables y presente, a su vez, muchas más posibilidades”, destaca el estudio, elaborado por la consultora Evoca.

El trabajo resalta que, en este nuevo marco, cualquiera puede ser proveedor (asiento en un vehículo, hueco en un maletero, coche o plaza de aparcamiento libre) y los usuarios disponen de una oferta más amplia, sencilla y con costes más reducidos. Los nuevos modelos tienen que ver con el transporte como servicio (Transport as a Service), en el caso de la logística, y con la nueva movilidad (Mobility as a Service) cuando se trata de personas. “Surgen así nuevos tipos de agentes (integradores o agregadores de movilidad, mobility players, etcétera) capaces de combinar varios medios o modelos de transporte extremo a extremo”.

El estudio de Orange asegura que los automóviles autónomos son ya casi una realidad, pues los grandes fabricantes de coches y empresas tecnológicas están probando sus prototipos, y advierte que las funciones de automatización y autonomía se pueden extender a todo tipo de medios de transporte. Como muestra, algunos botones. Industrias Ferri, una empresa de Vigo, está desarrollando junto con la Universidad de Vigo y el Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (Cimne) el proyecto Ulises que busca crear la tecnología necesaria para convertir cualquier embarcación en un barco autónomo. También antiguos empleados de Google han puesto en marcha una startup, Otto, centrada en convertir los actuales camiones que transportan cargas a largas distancias en vehículos sin conductor, buscando producir cambios disruptivos en el sector. Hasta las maletas serán autónomas.

Barreras para acelerar esta transformación digital

Pese al rápido avance en la transformación digital de los sectores del transporte y la logística, el informe advierte que las decisiones de los reguladores y legisladores –que van por detrás de la tecnología– serán determinantes tanto en el uso de ciertas tecnologías como en el desarrollo de modelos de negocio derivados de esos potenciales usos. En concreto, cita las dificultades actuales para regular los vehículos autónomos.

Igualmente habla de otras barreras en la transformación digital de ambas industrias. Entre ellos, destacala queson sectores con resistencia al cambio por la disparidad de la dimensión de las empresas y por la mezcla de lo público y privado; la existencia de una fuerte atomización empresarial en el sector de la logística; el desconocimiento de los beneficios y ventajas de la digitalización y la falta de visión estratégica por parte de los directivos. También resalta la escasez de talento y habilidades digitales en las empresas de ambos sectores y la necesidad de educar al mercado sobre los nuevos servicios y sus ventajas.

La empresa Ikap Robotics, de origen iraní, ha desarrollado Olive, una maleta inteligente que, además de sus funciones tradicionales, dispone de movilidad autónoma mediante un sistema de autoconducción y autoequilibrio, basado en acelerómetros en 3D y en giroscopios ubicados en sus dos ruedas, así como de sensores y de una cámara estereoscópica capaz de trazar mapas del entorno para localizar a su propietario. Todo ello le permite avanzar y seguirle por cualquier lugar con la ayuda también de la señal de su teléfono móvil.

El informe revela igualmente que, aunque a menor ritmo que los vehículos, las infraestructuras también se están digitalizando. Estaciones, aeropuertos y carreteras van adoptando elementos tecnológicos (sensores, big data, inteligencia artificial...) para adaptarse a unos pasajeros y vehículos cada vez más conectados.

Como industrias próximas, hay tecnologías que se extrapolan del sector del transporte al de logística y viceversa. Los wearables que se usan para comprar y pagar billetes; los beacons (como los implantados por Aena en los aeropuertos de Madrid y Barcelona) para personalizar la información y el marketing de proximidad; los drones que prueban la entrega de productos de ecommerce; los robots que automatizan el almacenamiento y la distribución de mercancías, o los sistemas blockchain que resuelven transacciones… están penetrando de forma capilar en ambas.

El WhatsApp de los vehículos es español

En esta transformación, casi revolución, que se vive en el transporte se está pasando de los grandes proyectos de infraestructuras civiles a unos sistemas de transporte potenciados, de una forma casi invisible por las TIC, que los hacen más inteligentes, seguros, eficientes e integrados, según destaca el estudio. Algo parecido sucede con la logística de los objetos y mercancías. Cada vez más empresas venden más productos online y precisan mejores y más ágiles servicios de entrega, ante un consumidor conectado y cuyas expectativas crecen.

“Los clientes planifican y gestionan sus desplazamientos en apps en sus móviles, quieren información y notificaciones de horarios, retrasos, atascos, rutas alternativas. Y cuando envían paquetes o esperan sus compras, demandan información accesible en todo momento sobre la situación de las entregas, lo que convierte a la demanda en una de las grandes fuerzas disruptoras que está impulsando la digitalización de estos sectores”.

Las tecnologías y dispositivos móviles tienen aquí un papel protagonista al dar al viajero herramientas que le facilitan la planificación, la información y la gestión necesarias. Por ejemplo, Vehway, la app creada por la empresa española Person to vehicle, quiere ser el Whatsapp de los vehículos. Su sistema de mensajería instantánea y gratuita permite a los usuarios de un coche conectarse con otros usuarios que circulan por la misma carretera o calle, con numerosos usos o aplicaciones potenciales, incluidos información, servicios y ofertas personalizados sobre el tráfico y el coche. Otros ejemplos son Moovit, una aplicación móvil creada por la empresa israelí Tranzmate, que permite a los usuarios encontrar las mejores rutas y combinaciones de transporte público para un determinado desplazamiento.

En cuanto a las empresas, la digitalización les permite conocer mejor al cliente, sus patrones de uso, flujos y demandas, y personalizar las experiencias para mejorar su satisfacción y fidelización.

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Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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