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Las entidades no mueven ficha

Qué nuevas ventajas ofrecen las cuentas nómina: más cambios estéticos que ventajas reales

Cuentas nómina

En un año muy “soso” en cuanto al lanzamiento de nuevos productos financieros por parte de los bancos, las cuentas nóminas se han convertido prácticamente en el único escaparate en el que se muestran lanzamientos y cambios. Aunque la realidad no lo parece tanto.

El último ejemplo lo ha ofrecido Caixabank con la Cuenta Family. Este nuevo producto ofrece servicios gratuitos como comisión de mantenimiento y administración, cuota anual de la tarjeta de crédito para titular y beneficiario, transferencias ilimitadas realizadas por canales electrónicos o ingreso de cheques sin coste. Para ello, se sigue exigiendo vinculación: domiciliación de la nómina mínima de 600 euros, al menos domiciliar tres recibos al trimestre realizar tres o más compras al trimestre con tarjeta. Además, para captar nuevos clientes, ofrece la posibilidad de llevarte un televisor de 32 pulgadas o un Smartphone, pero vinculándose a cambio con la entidad. Es decir, tendrás que pagar una penalización si se cambia a otro banco.

La pregunta es ¿Qué novedad hay con respecto a otras ofertas anteriores de Caixabank como era la Cuenta Estrella? ¿Y con respecto a otros bancos? En el primer punto, el nuevo apellido de la oferta “Family”, se debe a que permite agrupar las nóminas de la familia y disponer de hasta tres cuentas con servicios gratuitos y tres contratos de tarjetas de crédito si dos titulares tienen las nóminas domiciliadas, un cambio, tener una tercera cuenta sin comisiones, que puede ser interesante sólo a muy pocos. El segundo punto, es que estos escasos cambios también se extienden al resto de entidades.

Bankinter, también en promoción, vuelve a ofrecer si domicilias un salario de al menos 1.000 euros, un tipo de interés anual del 4,94% TAE durante el primer año y un 1,99% durante el segundo, pero como un remunerando como máximo un saldo de 5.000 euros. Es importante señalar lo de “vuelve” porque esta oferta no es nueva y se repite desde hace bastantes meses. BBVA, por ejemplo, sigue con su oferta sin comisiones, muy centrada en la operativa online. Bankia hace lo mismo con la Cuenta ON. Incluso las que hay que empeoran como la Cuenta 123 de Banco Santander que desde el mes de febrero obliga a contratar un pack las tarjetas de débito (Débito Oro 123), Crédito (Crédito Mundo 123) y revolving (Mi Otra 123), con una comisión mensual de tres euros.

Esta parálisis en las ofertas de domiciliación de nóminas coincide con la de otro de los productos también utilizados para vincular a clientes, las hipotecas. Estas no sólo han cortado la tendencia a bajar tipos sino incluso los han subido. Lo vemos en las hipotecas a tipo variable. Se cuentan con una mano las que ofrecen por debajo de euríbor + 1% y en el caso de las hipotecas fijas, la gran mayoría, han iniciado una tendencia al alza. La sentencia de las cláusulas suelo y en un euríbor a 12 meses que mes tras mes se consolida en sus tipos negativos.

Pero todo ello confluye en un punto más global, importante y que se mantendrá muchos meses, una situación bancaria en la que las entidades se siguen centrándose mucho más en recortar costes que en captar negocio. Aunque sin anuncios tan llamativos como los del año 2016, los cierres de oficina y reducción de tamaño de otras continúan y de forma acelerada. Todo ello lleva a que los esfuerzos de la banca siguen centrándose en eficiencia más que en negocio. De hecho, podemos ver en el futuro mucho más un efecto contrario, la “expulsión” de clientes. La reestructuración bancaria deja algunas oficinas sobredimensionadas, con un gran número de clientes por empleado. Desde luego, el banco no va a “echar” a un cliente, pero si va a empeorar condiciones a los que no lo son rentables. Primero gano rentabilidad reduciendo costes y en segundo lugar con clientes y productos más rentables (las ofertas en seguros desde las entidades financieras entran en esta tendencia). La normalización de ofertas nómina en las que exijan ingresos mínimos serán comunes a todas más como herramienta de barrera a clientes que para conseguir más, por ello, no habrá mejoras sustanciales para los que ya están.

Hasta que la reestructuración se acerque a sus etapas finales no veremos cambios llamativos y el mejor consejo para el cliente es no atarse con su banco y tener libertad para cuando surjan mejores ofertas. De momento, toca esperar.

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