El futuro de Barajas se dirime en el Tribunal Supremo
Hoy se espera el fallo sobre la posible reducción de operaciones en la pista de operaciones transatlánticas por el ruido de los sobrevuelos
La batalla abierta hace más de diez años por los vecinos de la urbanización madrileña de Santo Domingo (Algete) contra Aena por el ruido de las operaciones del aeropuerto de Barajas toca a su fin. El Tribunal Supremo debe decidir hoy si admite, o no, el recurso de Aena y si considera que los supuestos perjuicios por el sonido de los sobrevuelos deben ser solventados. En el alero están posibles limitaciones drásticas en las operaciones de la pista 18R/36L de Barajas, que sirve de plataforma a los vuelos transatlánticos de aerolíneas como Iberia o Air Europa. Otra opción sobre la mesa es que el operador aéreo indemnice a los perjudicados.
Según han informado a Efe fuentes del Alto tribunal, la sala baraja el interés general como contrapeso de los derechos a la intimidad domiciliaria de los vecinos, lo que podría llevar a que resolviera el conflicto mediante las citadas compensaciones económicas. Una vía alternativa es la suspensión de operaciones, pero en un grado inferior al 30% que se ha barajado hasta el momento evitando un grave impacto a la conectividad aérea de Madrid.
La empresa pública Aena viene alertando desde hace meses sobre el riesgo de pérdida de miles de empleos y problemas para la operatividad del aeropuerto. El asunto está en la Sala de lo Contencioso Administrativo del Supremo, donde se dirime si el auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que obligaba a suprimir el 30% de las operaciones que sobrevuelan la urbanización Santo Domingo debe permanecer suspendido o si debe ejecutarse en cumplimiento de una sentencia anterior del alto tribunal.
El Supremo ya dictó en 2008 que la pista vulnera el derecho a la intimidad domiciliaria de los vecinos. Ya en 2013 trasladó al TSJM la orden de obligar a Barajas a reducir el ruido en la polémica pista. Y fue entonces cuando el tribunal madrileño citó el 30% de suspensión calculado sobre los 20.730 sobrevuelos del año 2004, que fue cuando comenzó el pleito.
El Supremo decide ahora sobre la ejecución del auto, mientras Aena calcula que podrían perderse 70 millones de pasajeros hasta 2030 y 14.000 empleos solo en Madrid.