El bolso de lujo más seguro se fabrica en Ubrique
La marca Magalie combina la artesanía del trabajo en piel con los avances tecnológicos
Tradición artesana y revolución tecnológica. Combinar aspectos tan alejados entre sí no es tarea fácil. Más aún cuando el objetivo es abrirse camino en un mercado tan competitivo y saturado como es el de los bolsos de lujo. No obstante, Magalie, una empresa española nacida el pasado año y capitaneada por la fundadora y diseñadora Marga Arévalo, parece estar por el buen camino. Con menos de un año de vida, la firma ya ha participado en la pasada edición del Festival de Moda Urbana, Madrid es Moda, y ha vendido sus modelos en cuatro pop ups de la capital, Barcelona, Marbella y Nueva York. Ya está asentada en París y camino de adentrarse en lugares como Moscú, Catar, Corea del Sur, Hong Kong y Japón.
La razón del éxito, explica Arévalo, es haber encontrado el hueco que había en el mercado de los bolsos de lujo: “La moda había ido hacia la rigidez, la arquitectura, la precisión. Yo quería hacer algo diferente, con mucha más personalidad”, cuenta. Así, fruto de su propia trayectoria, con un padre arquitecto y una madre dedicada al baile y al cante, decidió combinar “estos contrastes, el de la razón y la pasión, y lanzar un bolso diferente”. Esta dualidad, apunta, está representada en el diseño, “mezclando la piel y el mimbre como elementos principales, los ángulos rectos con ángulos abstractos y un sinfín de colores”.
Dos años antes de lanzar los modelos al mercado, Arévalo viajó a Ubrique (Cádiz) a formarse en el arte de la marroquinería y el diseño, lugar por excelencia en el trabajo de la piel, donde la firma elabora, a mano, de forma artesanal, todos sus modelos: “Hasta la fecha hemos fabricado cinco, de diferentes tamaños. Tres de ellos pertenecen a la colección Duality, con tan solo 121 unidades por prototipo. Los otros dos, son ilimitados”, prosigue Arévalo. En estos meses de vida, la firma ha vendido ya varios centenares de ellos, con precios que oscilan entre los 400 euros los más pequeños, y los 2.500 euros lo más grandes.
Como broche final, y como parte de esa dualidad que combina la marca, Magalie ha diseñado, además, un sistema de seguridad en el que la tecnología se abre hueco entre la artesanía y la piel. “Junto a una aplicación desarrollada exclusivamente para nosotros, el bolso incluye una baliza bluetooth que se comunica con el teléfono de su propietaria para avisarla cuando su bolso se aleja, según la distancia que cada una de las usuarias decida”, ya que gracias a un estudio propio, la compañía comprobó que la mayoría de las mujeres llevan su móvil, casi siempre, fuera del bolso. “Cada modelo tenía que ser estético, pero también útil y práctico. Esta aplicación es realmente única, y muchas otras marcas nos la han pedido”.
