Fedea propone blindar la pensión mínima y subirla con el IPC
Los expertos en materia de pensiones trabajan a toda máquina estos días ante la inminente reforma del sistema de Seguridad Social que debe acometer el Gobierno. Hoy ha sido el turno de la Fundación de Estudios para la economía aplicada (Fedea), que ha hecho sus propias proyecciones del sistema y ha dado a conocer sus propuestas de reforma. Entre las más novedosas está blindar las pensiones mínimas y ligarlas al IPC para mitigar la pérdida de poder adquisitivo que tendrán con toda seguridad los pensionistas en el medio y largo plazo, por la aplicación del factor de revalorización aprobado en 2013.
Según el informe La salud financiera del sistema público de pensiones, elaborado por los profesores Ángel de la Fuente y Alfonso Sánchez, de Fedea y Miguel Ángel García, de la Universidad Rey Juan Carlos, solo la aplicación de dicho factor de revalorización y el factor de sostenibilidad que se aplicará desde 2019 --que recortará la cuantía de las nuevas pensiones al ligarlas al aumento de la esperanza de vida-- "consiguen contener el gasto durante las próximas décadas". Junto a esto, calculan que el crecimiento de la productividad, en el entorno del 1,5% anual, sería "suficiente para mantener la pensión media aproximadamente constante en términos reales".
Si bien, estos expertos han elaborado un "escenario base" de proyecciones de como creen que se comportará el sistema hasta 2070 y advierten que "no es descartable que el empleo y/o la productividad crezcan por debajo de lo previsto en dicho escenario base", por lo que recomiendan que estas incertidumbres se tengan en cuenta a la hora de hacer la reforma de pensiones.
De hecho, ellos ya advierten en su informe que el principal riesgo para el sistema "tiene que ver con la previsible pérdida de poder adquisitivo que las pensiones sufrirían a lo largo de la vida del pensionista con la actual regulación". En concreto, calculan que la aplicación del índice de revalorización, las pensiones subirán un 0,25% anual hasta 2060 y con un escenario de inflación del 2% anual, la pérdida de poder de compra acumularía un 30% al final del ciclo. "Esta pérdida de poder adquisitivo es políticamente insostenible", ha dicho Ángel de la Fuente
Para mitigar este efecto de la reforma de 2013, estos tres expertos proponen "blindar" al menos la pensión mínima y solo actualizar esta según el IPC. Calculan que esta medida tendría un coste anual de algo más de cuatro décimas del PIB (unos 4.000 millones de euros al año). Esto se conseguiría incrementando la recaudación por IRPF un 6%.
De la Fuente admitió que esta medida hará disminuir la contributividad del sistema y desincentivará la cotización, pero la consideró un mal menor. "Es la única fórmula de garantizar unos ingresos mínimos suficientes para todo el mundo", ha dicho.
Si bien estos expertos desaconsejan extender esta vuelta a la vinculación de todas las pensiones al IPC porque su coste estimado se elevaría a 2,7 puntos del PIB anuales, lo que exigiría una subida de la recaudación del IRPF del 36%.Es más si se revirtieran las dos reformas, también la del factor de sostenibilidad, la evolución del gasto en pensiones requeriría una cantidad anual equivalente al 5% del PIB, lo que requeriría elevar los ingresos del impuesto sobre la renta nada menos que un 70%.
Junto a esto, De la Fuente también ha planteado la posibilidad de "limitar el poder adquisitivo que puedan perder los pensionistas". Se trataría de rediseñar el actual factor de sostenibilidad, indicando que porcentaje máximo de pérdida de poder adquisitivo pueden asumir los pensionistas.
Por el contrario, el informe desaconseja la propuesta sugerida por el Gobierno en los últimos presupuestos generales del Estado consistente en que las pensiones menos contributivas --las de viudedad y orfandad-- se financien con impuestos. En opinión de estos expertos, para devolver el equilibrio al sistema contributivo y que dejara de operar la subida mínima del 0,25% de las pensiones, habría que financiar también con impuestos la incapacidad permanente. Todo ello requeriría pagar unos 34.000 millones más con la imposición general.
La productividad, clave de la sostenibilidad del sistema
“Nadie nos va a librar de que la pensión baje en relación al salario medio, por el efecto de mográfico (habrá la mitad de gente para pagar el doble de pensiones), pero si sube mucho la productividad, esta caída se mitigará”, explicó ayer el investigador de Fedea y del Csic, Ángel de la Fuente.
De hecho, según el estudio elaborado por este experto junto a Miguel Ángel García –actual Director de Ordenación de la Seguridad Social– y el profesor de la Universidad Complutense, Alfonso Sánchez, entre 1985 y 2014 el deterioro financiero del sistema se ha producido en mucha mayor medida por la fuerte desaceleración del crecimiento de la productividad que por el envejecimiento de la población. Según esto, también será la recuperación del avance de la productividad el factor que logre salvar al sistema de su deterioro financiero en el medio y largo plazo.
Este documento calcula que a pesar de que en las próximas décadas el porcentaje que supondrá la pensión media sobre el sueldo medio caerá casi treinta puntos, la cuantía de la pensión media (tasa de sustitución) se mantendrá constante en términos reales, cayendo como mucho un 4% en el peor momento del escenario que han elaborado. Esto solo ocurrirá con un fuerte avance de la productividad, que se traslade a los salarios y genere mayores pensiones que compensen el recorte de la tasa de sustitución.
Estos expertos proponen además, otros cambios para mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones, como seguir retrasando progresivamente la edad de jubilación; continuar elevando las bases máximas de cotización;o hacer la jubilación más flexible, apostando por poder compatibilidad empleo y pensión.