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El Supremo vuelve a abrir la lucha familiar por el control de Eulen

Una nueva junta de accionistas afrontará mañana los acuerdos anulados en diciembre por el alto tribunal

María José Álvarez, presidenta del grupo Eulen.
María José Álvarez, presidenta del grupo Eulen.

El Tribunal Supremo ha vuelto a abrir la caja de los truenos en el seno de la familia Álvarez, propietaria del grupo Eulen y de Vega Sicilia.

En una sentencia, el alto tribunal anuló el pasado mes de diciembre la Junta General de Accionistas de Eulen, celebrada el 20 de junio de 2011. En esta junta de accionistas se voto la supresión del derecho de adquisición preferente de acciones y estableció su libre transmisibilidad. En la practica esa junta facultó al entonces presidente de la compañía David Álvarez, hoy ya fallecido, evitar que cinco de sus hijos maniobraran para hacer con el control del grupo familiar.

A raíz de lo aprobado en esa junta y merced a esos acuerdos el fundador de Eulen y patriarca de la familia pudo crear la instrumental Daval, sociedad cuyo objetivo era que el propio David Álvarez y sus hijos María José y Jesús David tuvieran el control absoluto de Eulen e impidiera a sus otros cinco hijos el acceso a su legítima participación en la compañía.

Según fuentes de la empresa, la supresión de esa Junta y sus acuerdos “permite a la sociedad regresar a la situación accionarial previa a esa Junta de forma que, una vez repartida la herencia de David Álvarez, los cinco hijos denominados díscolos puedan alcanzar la mayoría accionarial de Eulen y el control de la citada multinacional”.

La sentencia “anula todos los acuerdos adoptados en esa Junta y por tanto todas las operaciones realizadas mediante esos acuerdos como la creación de Daval y otras dos operaciones de autocartera, llevadas a cabo a través de la ilegal supresión del derecho de adquisición preferente”.

En aquel momento el accionariado de Eulen estaba repartida de la siguiente forma: El padre ya fallecido David Alvarez tenía un 47,55% de las acciones; María José Álvarez, un 3,56%; Jesús David Álvarez, un 4,29%, mientras el resto estaba en manos de los otros cinco hijos de David Álvarez a título personal o mediante su participación de El Enebro, sociedad controlada por esos cinco hijos.

Ahora, una vez haya concluido el proceso de reparto de la herencia de David Álvarez, el 47,55% de Eulen, sus cinco hijos podrían alcanzar la mayoría accionarial de la multinacional y por tanto el control político de la sociedad.

Dado que la herencia de David Álvarez concede a todos sus hijos la parte legítima, los denominados cinco hijos díscolos obtendrían el 11,3% de Eulen lo que, sumado a su paquete de acciones actual, les daría la mayoría accionarial en Eulen.

Por tanto, la mayoría accionarial de Eulen está ahora mismo pendiente del reparto de la herencia.

El fallo del Supremo decide literalmente “estimar íntegramente la demanda formulada por El Enebro,  en el sentido de declarar la nulidad de la junta general de accionistas de Eulen, celebrada el día 20 de junio de 2011 y, en consecuencia, de todos los acuerdos adoptados, con imposición de las costas a la parte demandada”

Sin embargo la sociedad celebrara mañana día 31 una junta de accionistas en la que pretende corregir y aprobar todos los puntos del orden del día que la sentencia del Supremo del pasado mes de diciembre suspendió. La Junta se celebrará en una notaría de Madrid.

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