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Especial Banca y Finanzas

Los bancos resurgen en las carteras

CaixaBank se anota una subida del 52% en los últimos seis meses; Santander, del 35% y Bankia, casi del 48%.

En los últimos seis meses, los bancos han protagonizado un más que notable vuelco en las carteras de los inversores. El castigo continuado experimentado hasta mediados de 2016 los mantenía alejados de un sector repleto de obstáculos e inmerso en una profunda transformación. Pero la trayectoria alcista en los tipos de interés impulsada por Estados Unidos, el aumento de la inflación y las medidas del Banco Central Europeo (BCE) para inclinar la curva de tipos han dinamizado una industria que aún afronta varios retos.

Superado el catártico momento que supuso la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE), los inversores volvieron sus ojos hacia las entidades financieras. Y los precios de sus cotizaciones comenzaron a recuperarse. En el último medio año, Santander suma un 35%, y el precio de sus acciones se ha elevado hasta los 5,18 euros por título. El alza de CaixaBank supera el 52%, mientras que el de Bankia se acerca al 48%. Bankinter se anota casi un 25%; BBVA, más de un 18%, y Sabadell sube por encima del 6%. Tan solo Popular presenta un balance negativo en el último medio año, con una caída del 17%.

Varias son las razones que explican ese cambio de comportamiento y que han supuesto un espaldarazo al sector. En primer término, un nuevo escenario en los tipos de interés que, indudablemente, beneficia a las entidades. El nuevo incremento auspiciado en EE UU el pasado diciembre supuso el pistoletazo de salida, toda vez que respondía a las expectativas previas generadas en los mercados.

A ello se han unido las previsiones de mantener una tendencia al alza de estos, como ha corroborado la presidenta de la Reserva Federal estadounidense, Janet Yellen, al prever varias subidas anuales durante los próximos ejercicios. Así como un posible efecto contagio en Europa, si bien no se espera una subida de tipos del BCE hasta el próximo año.

“A pesar de los altos niveles de exposición a los activos improductivos, deficiencias relacionadas con los activos morosos, y los requerimientos de capital, algunos bonos bancarios se han recuperado con las expectativas de que el alza en los tipos puede conducir a un incremento de los márgenes de intermediación, es decir, en los resultados”, expone Marisa Cabrita, analista de la firma de inversión portuguesa Orey Financial.

Como catalizador de fondo del giro de las Bolsas en el último tercio del año y, en concreto, del sector financiero –solo en Europa, los bancos se revalorizaron en torno a un 22% en el último trimestre–, un nombre propio: el controvertido Donald Trump, y su victoria electoral. Peter Garnry, jefe de estrategia en renta variable del banco de inversión Saxo Bank, incide en ese cambio: “Durante la mayor parte de 2016 los sectores defensivos tuvieron un mayor rendimiento, pero la victoria de Trump volteó todo y ahora el momentum ha cambiado hacia los sectores cíclicos, como las finanzas”.

Desde entonces, los principales índices de la Bolsa estadounidense marcaron nuevos máximos históricos. Los inversores han interpretado que los anuncios del presidente de incentivar el gasto con inversiones en infraestructuras y rebajar los impuestos traerán un nuevo repunte de la inflación.

Los actuales incrementos de los precios constatados también en Europa e impulsados por el aumento del precio del petróleo aún debe calibrarse si son coyunturales. Ante un alza también del crecimiento y una mejora del empleo, un escenario de subida de tipos y un entorno de rentabilidades más elevadas en el mercado de deuda supondrían el balón de oxígeno que precisan las entidades.

Y es que, hasta el tercer trimestre del año pasado, los bancos vivieron un panorama desolador. Una larga travesía en el desierto que hizo que los inversores huyeran de un sector que no conseguía recuperarse de los nocivos efectos de la crisis financiera. Pero los sobresaltos no se detuvieron.

Solo en 2016, debió encarar la amenaza de una multa sobre Deutsche Bank, que podría haberlo llevado a la insolvencia, o los problemas del tercer banco transalpino, el italiano Monte dei Paschi, que afectaron seriamente al conjunto del sector italiano y su temido efecto contagio. Junto a ello, la decisión de Reino Unido de abandonar la UE encendía las alarmas en el parqué. A finales de junio, el Brexit propiciaba la mayor caída del Ibex en una sola jornada, superior al 12%.

Sin embargo, dejado atrás el impacto inicial, la situación en el selectivo español comenzó a aclararse a finales de año. Los bancos retornaron a las carteras de los inversores y recuperaron sus niveles previos al Brexit. Desde finales de junio y hasta principios del presente mes de enero, el índice Ibex 35 Bancos ha sumado un 45%. A pesar de ello, el selectivo terminó 2016 con una caída del 2% anual y el balance de la mayor parte de las entidades resultó negativo.

Pero también muy dispar. Para muchos de los bancos del Ibex, 2016 ha sido un año muy complicado y en 2017 aún deberán enfrentar multitud de desafíos. “El sector bancario europeo sigue inmerso en un entorno hostil para la rentabilidad orgánica de su negocio tradicional, principalmente por el escenario de tipos bajos, por la debilidad de la demanda de crédito, que no acaba de resurgir, y por la inflación de capital asociado a su negocio tradicional”, recuerda Carlos Gutiérrez, director de renta variable de la gestora de fondos Aviva Gestión. Además, continúa, “las entidades españolas tendrán que hacer frente a la devolución de las cláusulas suelo y de los gastos de constitución de muchas hipotecas”. La factura puede suponer unos 4.000 millones para el sector.

Los favoritos en las quinielas

En los últimos meses la tendencia ha sido positiva y el sector financiero ha empezado con mucha fuerza 2017. En lo que llevamos de año, Popular se ha anotado cerca de un 9%, y CaixaBank, más del 5,5%. Varias voces señalan que, incluso, es demasiada, pues podría estar ya viendo agotado su recorrido.

Para Fernando Luque, editor de la firma de calificación y análisis de fondos Morningstar España, “los bancos europeos están correctamente valorados ahora mismo. A los precios actuales no vemos que los bancos españoles sean mucho más atractivos que el resto del mercado europeo. Si nos centramos en los dos mayores bancos, tenemos un precio objetivo para Santander de 5 euros y de 6,75 para BBVA”.

Pese a todo, las medidas puestas en marcha por el BCE para inclinar la curva de tipos, el repunte de la inflación y los beneficios empresariales podrían dar el impulso necesario al sector este año. Entre los expertos, el consenso de los analistas apuesta por Santander y Bankinter. Bankinter concluyó 2016 como la entidad financiera con mejor rendimiento en el parqué, por encima de Santander, al anotarse un 12%.

Las apuestas también apuntan a Popular, uno de los peores valores del mercado durante 2016, que se dejó un 66% en un ejercicio muy complicado que ha terminado con Emilio Saracho asumiendo la presidencia en detrimento de Ángel Ron. Y es que, “podría llegar a un rebote superior al 20% en próximas semanas, sin olvidar que la tendencia de fondo sigue siendo bajista”, concluye Marisa Cabrit

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