BT cae un 21% en Londres tras reconocer que inflaba los ingresos en Italia
La compañía de telecomunicaciones rebaja las previsiones para este año
Terremoto en BT. La operadora británica se desplomó este martes en la Bolsa de Londres un 20,8% tras reconocer que tendrá que provisionar más de 600 millones de euros, el triple de lo inicialmente previsto, por un agujero contable en su filial italiana. Es su mayor caída en Bolsa desde 1986.
La compañía, que comunicó el pasado octubre al mercado sus errores en la contabilidad italiana, ha elevado el impacto en sus cuentas desde los 145 millones de libras hasta 530 millones de libras (616 millones de euros). Las provisiones adicionales, señaló la empresa, reducirán el Ebitda de 2017 y 2018 y los analistas empiezan a ver en riesgo el pago de dividendos.
Los ingresos, indicó BT, no crecerán en los próximos dos años y el objetivo de Ebitda se sitúa en 7.600 millones de libras (8.840 millones de euros) desde los 7.900 millones de libras (9.200 millones de euros) anteriores.
Fuentes cercanas a la compañía dijeron a Reuters que la dirección de la filial italiana de BT supuestamente habría llegado a acuerdos con proveedores locales para inflar sus cuentas durante los últimos años, antes de que un soplón contactara con altos ejecutivos del grupo en Londres el pasado verano para destapar las prácticas.
“Estamos muy decepcionados con las prácticas impropias que se han encontrado en la filial italiana”, afirmó en un comunicado Gavin Patterson, consejero delegado de la compañía.
BT también reconoció que ha visto deteriorado su negocio en el sector público de EE UU y en las actividades continentales. La contribución del negocio italiano al Ebitda del grupo para el ejercicio cerrado a 31 de marzo de 2016 fue de alrededor del 1%. La compañía anunció el pasado 27 de octubre que iniciaría una investigación interna para esclarecer prácticas en Italia ya que había identificado “errores contables” y “áreas del negocio que necesitarían una nueva valoración”. La investigación incluye un informe de KPMG sobre prácticas contables y ha forzado el incremento de las provisiones de la matriz, aseguró BT.
Este movimiento aumenta la presión sobre Patterson, que cumple su cuarto año al frente de BT. Y es que la operadora, que cerró en 2016 la multimillonaria compra de EE para crecer en el negocio móvil, se enfrenta a graves problemas como el aumento de la competencia en negocios claves, las disputas con el regulador Ofcom y el aumento del déficit del fondo de pensiones de sus antiguos empleados.
El castigo en Bolsa sufrido ayer por BT supone un impacto para sus accionistas, encabezados por grandes gestoras como Blackrock e Invesco, y operadoras como Orange y Deutsche Telekom, que entraron en el capital tras el cambio de acciones derivado de la compraventa de la citada EE.